ÓSCAR I (1844-1858) Y LA REAL ORDEN DE SAN OLAV
Nació Óscar I en París el 4 de julio de 1799. Era hijo del entonces ministro de guerra francés Jean Baptiste Bernadotte y de Désirée Clary.
Poco después de que su padre fuera designado Príncipe Heredero de la corona sueca (21 de agosto de 1810), Óscar ocupó el segundo lugar en la línea sucesoria, tras ser reconocida la descendencia masculina de Bernadotte como heredera. Óscar viajó a Suecia y recibió el título de duque de Södermanland por parte del rey Carlos XIII. Dado su importante lugar en la línea sucesoria, Óscar aprendió rápidamente la lengua sueca, actuando como intérprete de su padre. También aprendió el idioma noruego, el alemán, y estudió administración, derecho, ciencia y arte. En 1812 fue nombrado teniente coronel del ejército, en 1815 fue ascendido a coronel y se convirtió al luteranismo.
Cuando Jean-Baptiste Bernadotte subió al trono con el nombre de Carlos XIV Juan en 1818, Óscar fue proclamado Príncipe Heredero de Suecia y Noruega. En 1819 fue nombrado general de los ejércitos sueco y noruego y recibió el mando de varios destacamentos de infantería, artillería y caballería.
En 1822 se comprometió con Josefina de Leuchtenberg, hija de Eugène de Beauharnais y nieta de la emperatriz Josefina. La boda se celebró en Estocolmo el 19 de junio de 1823.
Entre febrero y octubre de 1824 el Príncipe ocupó brevemente el cargo de Virrey de Noruega y junto con su esposa estableció su residencia en la ciudad de Christianía. Nuevamente sería Virrey de 1833 a 1834, participando en la refundación del Parlamento Noruego.
En 1840 publicó un escrito acerca del sistema penitenciario sueco, en donde expuso sus propuestas de reforma del mismo, impugnando la pena de muerte, la tortura y la deportación y favoreciendo la mejoría de las condiciones carcelarias y de los derechos humanos en las prisiones. Su obra fue traducida a varios idiomas europeos y le mereció prestigio internacional.
A la muerte de su padre, Óscar subió al trono y sería coronado en Estocolmo el 28 de septiembre de 1844, anunca fue coronado en Noruega. Desde el principio de su reinado el Rey mostró ciertas tendencias liberales moderadas, posición que resultó incómoda tanto para los conservadores como para los mismos liberales suecos. La presión ejercida desde el Parlamento fue fundamental para entender los constantes cambios en su consejo de ministros. Concedió especial interés a la política social y se pronunció en reiteradas ocasiones por la reforma del sistema jurídico y penal sueco.
Para calmar la incorformidad de los noruegos, estableció la igualdad de los dos reinos en el seno de la unión y dotó a ésta de un emblema que fue incorporado a la bandera de ambos reinos.
En 1847 creó la Real Órden de San Olav, destinada exclusivamente para los noruegos y buscó, sin éxito, la integración social de los dos pueblos, lo que echó por tierra una asociación duradera con futuro.
Óscar simpatizó con el movimiento escandinavista surgido en los grupos estudiantiles de Copenhague a mediados del siglo XIX y se reunió en varias ocasiones con el rey de Dinamarca Christian VIII propiciándose el acercamiento entre ambos estados.
Durante la Guerra los Ducados entre Dinamarca y la Confederación Germánica y Prusia, Óscar I decidió intervenir del lado danés y enviar tropas sueco-noruegas a Fionia y Jutlandia y posteriormente al norte de Shleswig.
Durante la Guerra de Crimea, decidió declarar la neutralidad de Suecia-Noruega, aunque finalmente hubo de participar en la coalición contra del zar por las presiones franco-británicas. Óscar I pretendió en las negociaciones con las potencias occidentales arrancar a Finlandia, perdida por Suecia, del dominio ruso. Sólamente pudo obtener la desmilitarización de las islas Aland y, por supuesto, la enemistad con Rusia.
La salud de Óscar I, siempre débil, comenzó a agravarse a principios de la década de 1850, y en 1857 empeoró drásticamente. Ante la imposibilidad de gobernar personalmente, su hijo Carlos fue nombrado Regente por acuerdo del Parlamento de ambos reinos. Falleció en Estocolmo el 8 de julio de 1859. Sus restos mortales reposan en la Iglesia de Riddarholmen, panteón de los reyes de Suecia.
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