martes, 12 de abril de 2011

150º ANIVERSARIO DE LA GUERRA DE SECESIÓN AMERICANA



Tal día como hoy, 12 de abril, hace ciento cincuenta años, las baterías confederadas, al mando del general Beauregard, abrían fuego sobre la fortaleza del islote de Fort Sumpter en Carolina del Sur. De esta forma comenzaba la Guerra de Secesión Americana, conocida allí como Civil War.

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Recreación pictórica del bombardeo de Fort Sumpter (Carolina del Sur) el 12 de abril de 1861


Se trataba de una lucha entre dos tipos de economías, una industrial-abolicionista (Norte) y otra agraria-esclavista (Sur), las cuales eran totalmente diferentes. Los Sureños declararon que no peleaban sólo por la esclavitud. Después de todo, la mayoría de los soldados confederados eran demasiado pobres para poseer esclavos. El Sur estaba empeñado en una guerra de independencia que mantuviera las relaciones entre el Norte y el Sur. Los confederados generalmente tuvieron la ventaja de pelear en su propio territorio, y su moral era excelente. Tenían magníficos soldados, pero eran mucho menores en número que las fuerzas de la Unión y carecían de sus enormes recursos industriales.
Carolina del Sur aprobó la «Declaración de Causas inmediatas que inducen y justifican la Secesión de la Unión Federal» el 24 de diciembre de 1860. Afirmó que lucharía por los derechos de los poseedores de esclavos pero negaba el derecho a los estados del Norte a rechazar la Ley de Esclavos Fugitivos, alegando que éstos no cumplían con sus obligaciones federales. Todas las quejas del Sur de violaciones de derechos estatales estaban relacionadas con la esclavitud.
Antes de que Lincoln tomase posesión del cargo, siete estados declararon la secesión de la Unión. Establecieron un gobierno en el Sur, los Estados Confederados de América el 9 de febrero de 1861. Tomaron el control de los fuertes y otras posesiones federales que se encontraban entre sus fronteras con poca resistencia del presidente saliente, James Buchanan, cuyo mandato concluyó el 4 de marzo de 1861. Buchanan dijo: «El Sur no tiene derecho de separarse, pero yo no tengo poder para impedirlo». Un cuarto del Ejército de los Estados Unidos se unió a la Confederación.
Mientras los sureños renunciaban a sus asientos en el Senado y la Cámara de Representantes, la secesión permitió a los republicanos aprobar propuestas que habían sido bloqueados por los senadores del Sur antes de la guerra. Entre estas leyes que se aprobaron destacaron el Acta de Morrill, mediante la cual se protegía la importante industria del hierro; el Acta de Homestead, según la cual se otorgarían a todo aquel ciudadano libre que lo solicitase 160 acres de tierra aún no trabajada de los territorios fuera de los trece estados fundacionales; la construcción de un ferrocarril transcontinental, el Acta de la Banca Nacional con la que se desarrolló el uso de la moneda nacional y la Ley de Curso Legal de 1862, con la que se autorizaba el uso de billetes de banco. También se aprobaron con el Acta de Impuestos unas tasas sobre los ingresos para financiar la guerra.
Siete estados algodoneros del Sur se separaron de la Unión en febrero de 1861: Carolina del Sur, Misisipi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y Texas. Estos siete estados se unieron formando los Estados Confederados de América el 4 de febrero, con Jefferson Davis como presidente y una estructura gubernamental similar a la de la Unión.


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Jefferson Davis, Presidente de los Estados Confederados de América


Tras el ataque a Fort Sumter, el presidente Lincoln reclutó un ejército voluntario en cada estado. En dos meses, cuatro estados sureños más declararon su unión a la Confederación: Virginia, Arkansas, Carolina del Norte y Tennessee. La región noroccidental de Virginia se separó de ésta pasándose a la Unión con el nombre de Virginia Occidental el 20 de junio de 1863. Hacia finales de 1861 Missouri y Kentucky estaban divididos, teniendo ambos dos gobiernos, uno prosureño y otro prounionista.

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El bombardeo de Fort Sumter desde las baterías confederadas

Varias tribus indias, poseedoras de esclavos, apoyaron a la Confederación, provocando en el Territorio Indio una pequeña guerra civil muy sangrienta.
La capital de los estados Confederados se situó en Montgomery, Alabama entre el 4 de febrero y el 29 de mayo de 1861. Desde el 30 de mayo la capital se trasladó a Richmond, Virginia.
La economía de la Confederación se basaba en la exportación de productos agrarios, especialmente algodón, tabaco y caña de azúcar. La industria era bastante escasa y fue necesario comprar muchas de las armas utilizadas a otros países.

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Abraham Lincoln, Presidente de los Estados Unidos de América (1861-1865)

En marzo de 1861, cuando Lincoln tomó posesión de su cargo como presidente, declaró ilegal la secesión en su discurso inaugural. Tras la caída de Fort Sumpter ordenó la recluta de un ejército de 75.000 hombres para recuperar las posesiones federales en el Sur.

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Jura de Lincoln como Presidente en 1861 ante un edificio del Capitolio aún en construcción

Comenzaba una larga y dura guerra que se extendería entre 1861 y 1865. Un conflicto que marcaría para siempre a la joven nación americana y cuyo recuerdo quedaría inmortalizado a través de la literatura, la fotografía, la música y el cine. Una forma de entender el mundo y la sociedad se extinguía en los campos de batalla donde, gallardamente, perecerían los caballeros del Sur.
El triunfo del Norte salvó la Unión y el sueño confederado fue arrastrado por el viento de la Historia.



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