A mi amigo Don Gonzalo Crespí de Valldaura y Bosch-Labrús, Conde de Orgaz, Presidente de la Asamblea Española, con quien he compartido muchas inquietudes sobre la Historia de la Orden y a todas las Damas, Caballeros y Voluntarios, con profunda admiración.
La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Orden de Malta, es una orden religiosa católica fundada en Jerusalén en el siglo XI por comerciantes amalfitanos. Nació dentro del marco de las cruzadas y desde un principio, junto a su actividad hospitalaria, desarrolló acciones militares contra los ejércitos musulmanes árabes, y más tarde también turcos. En la actualidad es reconocida internacionalmente por las naciones como un sujeto de Derecho internacional. Su sede central, que ha cambiado de sitio en varias ocasiones, se encuentra en la ciudad de Roma, Italia, en la Via Condotti cerca de la Plaza de España. Ese edificio y el Palacio del Aventino, que funciona como su embajada ante la Santa Sede e Italia, tienen estatuto de extraterritorialidad.
Bandera de Estado de la Soberana Orden Militar de Malta
Los orígenes de la Orden se remontan a 1084 cuando mercaderes de Amalfi fundaron en Jerusalén un hospital para peregrinos. El proyecto contó con la aprobación del gobierno del califa Husyafer, que les otorgó una licencia para construirlo junto a la iglesia del Santo Sepulcro. El lugar fue consagrado a San Juan Bautista, razón por la cual su nombre completo fue Orden de San Juan del Hospital de Jerusalén. El padre superior del monasterio, Beato Gerardo, es conocido como el fundador de la Orden de Malta.
San Juan Bautista, Patrón de la Orden de Malta
La Orden recibió el reconocimiento del Papa Pascual II el 15 de febrero de 1113, mediante la bula Pie postulatio voluntatis. Sus miembros adoptaron la regla de San Agustín, el negro hábito y una cruz de paño blanco con ocho puntas, las ocho bienaventuranzas. También recibían el tratamiento honorífico de frey. Su misión fue primero hospitalaria (atención médica a los creyentes que habían peregrinado a Jerusalén), pero desde el gobierno de Raymond du Puy, el segundo Gran Maestre de la Orden, tomó un carácter militar. En 1140 se creó una especie de élite entre sus militantes, una clase especial de protectores, que guardarían la doctrina, las normas y los principios de la Orden.
Tras la Primera Cruzada los cristianos conquistaron Jerusalén. La situación de inseguridad que caracterizó a este período hizo que se consolidara el carácter militar de la Orden, al que la Santa Sede en un principio había opuesto ciertas reticencias.
La Orden tuvo su primera sede en Jerusalén, en 1142, en el castillo del Krak de los Caballeros,cerca de Trípoli. Tras la conquista de Jerusalén por Saladino en 1187 (en la que murió el Gran Maestre de la Orden), pasó a San Juan de Acre, donde se construyó un hospital. Cuando fue expulsada a su vez de allí en 1291, lo mismo que todos los cristianos de Palestina, la Orden se instaló en Chipre, después en Rhodas, hasta 1522 y en 1530 en la Isla de Malta y su archipiélago hasta 1799 en que pierde sus territorios durante la invasión de Malta por parte de Napoleón.
Tras un periodo de incertidumbre la Orden fijó sede en Roma donde continuó su existencia, siempre creciendo en frutos de caridad y espiritualidad hasta nuestros días y gozando siempre de la protección pontificia.
En palabras del Beato Juan Pablo II, el Grande: la Orden de Malta es la joya más preciada de la Iglesia.
Históricamente, y para mejor organizar y canalizar los fondos donados, desde el siglo XIV se fundaron Prioratos o Grandes Prioratos, bailiajes y Encomiendas. Desde un principio el poderío de la Orden vino de las propiedades administradas por estos en Europa. En 1301 la Orden instauró un elaborado sistema de sus posesiones basado en las "Lenguas", que eran grupos geográficos de Prioratos. Desde 1492 existen ocho Lenguas: Provenza, Auvernia, Francia, Italia, Aragón-Navarra, Inglaterra, Alemania, y Castilla, León y Portugal.
Defensa de Rhodas frente a los turcos por los Hospitalarios de San Juan en 1480
La naturaleza de la Orden está expuesta en su Constitución, en donde se estipula que es religiosa-laica (tanto por contar con miembros laicos, como por no obligar a la vida en común), soberana, militar, caballeresca, de tradición nobiliaria, con personalidad jurídica, aprobada por la Santa Sede y sujeta al derecho internacional. La Orden también tiene su propio ordenamiento jurídico, expide pasaportes y da personalidad jurídica autónoma a sus organismos públicos.
Sus principios fundacionales se sintetizan en el lema Tuitio Fidei et Obsequium Pauperum ('Guarda de la Fe y regalo de los pobres'), y se concretan en las actividades de sus voluntarios en tareas asistenciales, sanitarias y sociales.
La Orden ocupa una posición sui géneris en el ámbito internacional, ya que no cuenta con un territorio determinado ni con ciudadanos no institucionales, dos condiciones clave para que su reconocimiento internacional sea indiscutido según los términos de la Convención de Montevideo. Además, en cuanto a lo que se refiere a la orden religiosa mantiene un vínculo de dependencia con la Santa Sede. Por esa razón se considera que su carácter jurídico es doble, pues se inscribe dentro tanto del derecho internacional como del canónico.
Integran la Orden personas físicas y jurídicas. La componen más de 13.000 caballeros y damas y aproximadamente unos 80.000 voluntarios. Las personas físicas se dividen en tres clases de miembros:
La Primera clase está compuesta por profesos de votos religiosos de obediencia, castidad y pobreza, quienes son religiosos para todos los efectos del derecho canónico, pero no están obligados a la vida en común. Está compuesta por los Caballeros de Justicia (entre quienes se escoge el Gran Maestre) y por los Capellanes conventuales.
La Segunda clase, cuyos integrantes han jurado tender a la perfección de la vida cristiana, conforme a los deberes del propio estado, según el espíritu de la Orden. Está compuesta por los Caballeros y Damas de Honor y Devoción en Obediencia, de Gracia y Devoción en Obediencia y de Gracia Magistral en Obediencia.
La Tercera clase, cuyos miembros no emiten votos religiosos ni promesa. Está compuesta por los Caballeros y Damas de Honor y Devoción, los Capellanes Conventuales "ad honorem", los Capellanes Magistrales, los Caballeros y Damas de Gracia Magistral y los Donados de Devoción.
Las personas jurídicas de la Orden son el Gran Magisterio, los Grandes Prioratos y Prioratos, los Suprioratos y las Asociaciones Nacionales.
El Gran Maestre, con el voto deliberativo del Soberano Consejo, puede conferir personalidad jurídica a otros entes.
Los entes de la Orden que lo consideren útil pueden, con el consentimiento del Gran Maestre y tras escuchar las recomendaciones del Consejo Jurídico de la Orden, adquirir a su vez la personalidad jurídica en las Naciones en que estén constituidos.
Junto a la nobleza tradicional, se acepta hoy en la Orden a las personas dotadas de nobleza personal, basada en una ejemplar vida cristiana y méritos hacia la Orden. Es incorrecta la idea de que el Gran Maestre ejercita sobre ellos un ius nobilitandi al recibirles en la Orden, pues no se trata de un ennoblecimento de la persona con carácter hereditario, sino meramente un reconocimiento de la nobleza personal sin otra repercusión más allá de la persona que recibe la gracia y que no es admitido como prueba plena de nobleza, ni como acto positivo de la misma, por ningún derecho nobiliario europeo, ni tampoco por el mismo derecho de la Orden de Malta. El Gran Maestre ejerce el ius nobilitandi en las raras ocasiones en las que crea títulos o ennoblece con carácter hereditario. Antiguamente a la nobleza de sangre se le reservaba la Primera clase o Caballeros de Justicia, pero las actuales constituciones no exigen ese requisito. Sí está reservado para la nobleza de sangre el primer y segundo grupos de la Tercera clase, es decir los Caballeros de Honor y Devoción y los Caballeros de Gracia y Devoción. Sólo por invitación es posible convertirse en miembro de la Orden. Los voluntarios (unos 80.000), por el contrario, son siempre bienvenidos.
Los organismos internacionales de la Orden son los siguientes:
El Comité Internacional Hospitalario de la Orden de Malta, organismo que promueve las actividades internacionales de la Orden y coordina sus entes a escala mundial.
Malteser Internacional, que se ocupa de la ayuda médica y humanitaria.
El Comité Internacional de la Orden de Malta (CIOMAL), el cual tiene como objeto la lucha contra la lepra y contra la marginación de quienes la padecen.
La labor humanitaria de la Orden de Malta se extiende por todo el mundo
La pertenencia a la Orden no es incompatible con los deberes de los ciudadanos o súbditos hacia sus propios Estados. Incluso cuando la Orden gozaba de territorialidad, ejército y flota, se mostró siempre estrictamente neutral en los conflictos entre potencias cristianas. En el ámbito del derecho internacional, el establecimiento de relaciones diplomáticas de un Estado con la Orden de Malta implica solamente el reconocimiento del estatus que ésta tiene, pero no comporta en absoluto la aceptación en el propio territorio de normas jurídicas de la Orden.
Su Eminencia el Gran Maestre de la Orden de Malta Fra Matthew Festing
Armas de la Soberana Orden Militar de San Juan de Jerusalén, Rhodas y Malta.
Para mejor conocer la ingente labor de la Orden y para evitar a los muchos falsarios que se hacen pasar por ella, pueden consultar los dos enlaces que siguen:
http://www.ordendemalta.es/section.php?id=2
http://www.orderofmalta.org/?lang=es
"TUITIO FIDEI ET OBSEQUIUM PAUPERUM"
"AVE CRUX ALBA"