domingo, 12 de junio de 2011

EL SALÓN DEL TRONO DEL PALACIO DE QUELUZ

Hoy domingo viajamos a Portugal para conocer una de sus joyas arquitectónicas y emblema del barroco dieciochesco portugués: el Palacio Real de Queluz.




El Palacio Real de Queluz (Palácio Real de Queluz), también conocido como el Palacio Nacional de Queluz, es uno de los más importantes palacios de la Familia Real Portuguesa, que a partir de su construcción se convirtió en la principal residencia de los miembros de la Casa de Braganza. A su alrededor se desarrolló la población de Queluz, ciudad cercana a Lisboa perteneciente al municipio de Sintra.
Lo hizo construir en 1747 el infante, y después rey, Pedro III en el emplazamiento ocupado por un palacio de origen rural de los marqueses de Castelo Rodrigo. A partir de 1755, el palacio tomó gran importancia como consecuencia de la devastación de la ciudad de Lisboa tras del Gran Terretremo del 1 de noviembre de 1755.
A los cinco años ya se había terminado la Capilla del Palacio, en su estilo predominante barroco-rococó, obra del maestro Silvestre Faria Lobo.



En una primera fase se amplió la vieja residencia del siglo XVII, -lo que ocupa actualmente la cocina de palacio-. Posteriormente, se amplio el proyecto coincidiendo el anuncio de matrimonio de D. Pedro con su sobrina, la futura reina de Portugal Doña María I, el matrimonio se celebro en 1760.
Los principales arquitectos del recinto fueron los portugueses Mateus Vicente de Oliveira y Manuel Caetano de Sousa, además del francés Jean-Baptiste Robillon.
Se contrato al arquitecto francés Jean-Batiste Robillon con el encargo de ofrecer una decoración al palacio a los gusto de la época, en esos momentos predominaba el estilo de palacio afrancesado, imitando al Palacio de Versalles en París. Se ocupó de la contratación de los mejores artistas europeos para dotar al palacio de los espacios más bellos, Sala del Trono, Sala de la Música y la Sala de los Embajadores, añadiendo al proyecto inicial el ala de poniente, para salvar el desnivel entre los jardines superiores y la “Quinta” se construye el Pabellón Robillon y la Escalera de los Leones. Los jardines a la francesa son decorados con estatuas, balaustradas, lagos y azulejos.



En principio fue dedicado casi exclusivamente como palacio de Verano, allí acudían la realeza y la corte para asistir a las fiestas de las grandes conmemoraciones, en San Pedro y los aniversarios de la familia real para disfrutar de serenatas, cabalgatas y grandes espectáculos de fuegos artificiales al modo de París. En 1794 y tras el incendio del Palacio de Ajuda, fueron trasladados a Queluz el Príncipe Regente D. Juan VI y doña Carlota Joaquina (hija de Carlos IV de España y casada con Juan VI, mediante una alianza duradera entre España y Portugal establecía el enlace de una infanta española con el príncipe portugués) . Se levanta un segundo piso sobre el ala Robillon y se dedican a los aposentos de doña Carlota Joaquina y sus nueve hijos, de esta parte de palacio no queda vestigios al sufrir un incendio en 1934, se salvo el piso noble de la fachada de Ceremonias.



Salón de Embajadores en el Palacio Real de Queluz

Con la ocupación francesa del 1807, el palacio sufrió serios daños y entró en un progresivo declive como consecuencia de la construcción de diferentes palacios reales en la vecina Sintra. A su regreso en 1821, la familia Real no volvía habitarlo, salvo en pequeños periodos de tiempo en régimen de semiexilio por la Reina Carlota Joaquina, que siempre estuvo acompañada por su cuñada la Infanta María Francisca Benedita (ultima hija de José I de Portugal e Mariana Vitória de España, casada con el principe heredero al trono) también conocida como la “Princesa Viuda”, dado nombre a una de las alas de los aposentos. Posteriormente, también lo habitó Don Miguel durante las guerras civiles portuguesas del S.XIX, muriendo en el Habitación Real do Quixote. 
El palacio fue donado por el Rey Dom Manuel II al Patrimonio Nacional portugués enn 1908 y desde entonces se han ido incorporando grandes exposiciones de mobiliario portugués, tapices de Arraiolos, retratos reales, porcelanas procedentes de Europa y China y joyería de sus colecciones.
Hoy día es una de las excursiones preferidas de los turistas que visitan la capital portuguesa y desean conocer el patrimonio histórico próximo a la ciudad.



Salón del Trono en el Palacio de Queluz (Portugal)

2 comentarios:

  1. El Salón del trono se parece muchísimo a uno de los salones del mejor palacio que ver en Paris El de Versalles

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  2. Este lugar este ligado una triste historia. Os dejo el dato aquí http://bit.ly/19V9dSA ¡Saludos!

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