domingo, 15 de enero de 2012

EL PALACIO DE CHARLOTTEMBURG

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Hoy domingo, "Salón del Trono" se desplaza a Berlín para pasear por el Palacio de Charlottemburg.
El Palacio fue levantado entre 1695 y 1699 por el arquitecto Johann Arnold Nering, por encargo de Sophie Charlotte, esposa del príncipe Federico III de Prusia. El edificio de estilo barroco se dio a conocer inicialmente con el nombre de Lietzenburgo.

File:Sohie Charlotte von Hannover; Queen of Preußen.jpg

S.M. Sofía Carlota de Hannover, Reina de Prusia, quien da nombre a Charlottemburg


Con la conversión de Prusia en Reino en 1701, Sophie Charlotte se convirtió en reina y Federico en el rey Federico I de Prusia. Aunque el Palacio en un principio fue construido como una casa de verano, el arquitecto Eosander de Göthe realizó una ampliación, convirtiéndolo en una morada digna de sus propietarios.
Tras el fallecimiento de su esposa en 1705, Federico I, en honor a ella, le dio al castillo el nombre de Charlottenburg. De 1707 a 1712 se llevó acabo otra ampliación que culminó con su característica y hermosa cúpula.

File:Schloss charlottenburg.jpg

Cuerpo principal y Cúpula de Charlottemburg


Destaca en el Palacio, sin duda, la habitación de ámbar. Fue diseñada por el arquitecto y escultor Andreas Schlüter. La obra la llevó a cabo el especialista danés en piedra ámbar Gottfried Wolffram, que trabajaba al servicio del rey desde 1701. Nunca se supo a qué habitación fue destinado el revestimiento de ámbar y la habitación nunca se completó en Charlottenburg. Se trasladó e instaló en el castillo de la ciudad de Berlín y finalmente en 1716 Federico Guillermo I se lo regaló al zar ruso Pedro el Grande (Pedro I de Rusia).
Después de la muerte de Federico I en 1713, su sucesor Federico Guillermo I descuidó bastante el edificio. Pero debido al sentido económico de su propietario, no lo dejó de lado por completo. Mantenía las instalaciones para tener una temperatura agradable en su interior, cuidaba los muebles y cuadros y tenía muy claro que el castillo le servía para intenciones representativas y actos oficiales.
En 1725 se firmó el tratado de Charlottenburg que le aseguró a la casa de Brandeburgo la más que deseada herencia de Jülich-Cleve.

Blick in den Festsaal

 Salón de Baile y Recepciones

En el año de la muerte de Federico Guillermo, 1740, su sucesor Federico II convirtió a Charlottenburg en su principal residencia. Le tenía un gran cariño al castillo e hizo adaptar el segundo piso para servirle como sus habitaciones privadas. Efectuó otra ampliación en estilo rococó y surgió una nueva nave, que tras la Segunda Guerra Mundial se empezó a llamar Knobelsdorf-Flügel ('Nave de Knobelsdorf').
Los tallados en madera, realizados por Friedrich Christian Glume —casi perdidos en la Segunda Guerra Mundial—, se encuentran en tan buen estado que originalmente se pensaba equivocadamente que pertenecían al siglo XIX.


Archivo:Schloss Charlottenburg Berlin 2007.jpg

Plaza de Armas y fachada principal del Palacio de Charlottemburg


Federico II finalmente perdió el interés en el edificio, en favor del Palacio de Sanssouci en Postdam.
Su forma actual la recibió con la conclusión del Teatro Palatino. Federico Guillermo II lo convirtió en un centro de la literatura alemana. Desde 1795 se han representado en su escenario obras de Goethe y Lessing. El rey se instaló en el primer piso de la nueva nave: en el sur se hizo preparar una habitación de invierno y en el norte una habitación de verano en estilo neoclásico.

Archivo:2003-08-08 Schloss Charlottenburg.jpg

Vista del Palacio desde el Lago


El jardín se empezó a diseñar y elaborar a partir de 1697 por Simeón Godeau en el estilo francés barroco y se continuó en 1788, convirtiéndolo en un jardín inglés. Se creó un paisaje artificial y hubo gran cantidad de propuestas entre ellas planos de Johann August Eyserbeck, Georg Steiners y Peter Joseph Lennés.
Primero se plantó en el patio interior un césped y varias flores y plantas. Las orillas de la laguna se realizaron de manera recta, manteniendo siempre un estilo geométrico que determina todas las instalaciones.


Blick vom Turm in den Schlosspark

Jardines de Charlottemburg

Tras los grandes destrozos de la guerra, fue sobre todo la directora de administración oeste de Berlín, Margarete Kühn, quien defendió la reconstrucción del jardín en un estilo barroco. Su principal argumento era la escasez de dichos jardines en todo el país y la inexistencia de un jardín de estas características en Berlín.
A pesar de las abundantes críticas a esta concepción poco histórica, en 2001 se llevó acabo la restauración según estos planos, al considerar que los planos de 1950 ya forman parte del castillo y su jardín.
En el jardín se encuentran además diversas construcciones: la casita de té Belvedere, construida en 1788 por Carl Gotthard Langhans, el nuevo pabellón que se levantó en 1824/25 como villa napolitana y el mausoleo de 1810 para la Reina Luisa.

Archivo:Teehaus Belvedere im Charlottenburger Schlossgarten.jpg

El Belvedere de Charlottemburg

En su tiempo hubo dos edificios más. La llamada casa de corcho (Korbhaus) de 1790, diseñada por Ferdinand August Friedrich Voß, y la casa de pesca de 1788, por Carl Gotthard Langhans. Ambos edificios tenían una estructura muy débil y se encontraban casi siempre en reparación. En 1849/50 se realizó la última restauración. En 1865 se demolió la casa de corcho y en 1884 la casa de pesca.
El castillo en parte quedó muy dañado a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1945 se volvió a levantar y hoy en día se usa como museo en el que se exponen la habitación de Federico el Grande, insignias de Federico I y su esposa, porcelana y gran cantidad de cuadros (entre otros la colección más importante de pintura francesa del siglo XVIII fuera de Francia). El antiguo teatro del castillo alberga otro museo, éste destinado a la Prehistoria. La colección de porcelana de Berlín en el Belvedere y el nuevo pabellón también se pueden visitar, pero de forma separada.
De 2004 hasta principios de 2006 se instaló de manera provisional el Presidente de la República Federal mientras se restauraba el palacio de Bellevue. El jardín del palacio le ha servido al pueblo de Berlín para pasear, descansar y disfrutar de un entorno bellísimo.

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