martes, 27 de enero de 2015

DOÑA EULALIA DE BORBÓN, UNA INFANTA INDEPENDIENTE

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La Infanta Doña Eulalia de Borbón, duquesa de Galliera

S.A.R. María Eulalia de Borbón (bautizada con los nombres de María Eulalia Francisca de Asis Margarita Roberta Isabel Francisca de Paula Cristina María de la Piedad), nació en el Palacio real de Madrid el 12 de febrero de 1864.
Fue la hija menor de la reina Isabel II y del rey consorte don Francisco de Asís de Borbón, aunque su verdadera paternidad ha sido disputada. Doña Eulalia se parecía físicamente a su madre, pues era rubia y de ojos azules, aunque tenía buena figura. Su carácter independiente y levantisco provocó numerosos choques con su hermana mayor, la infanta Isabel ("la Chata"), con quien tenía frecuentes disputas.
Vivió en Madrid hasta 1868, cuando su madre fue derrocada por la Revolución Gloriosa. Desde entonces fue educada en privado en París y posteriormente en el Colegio del Sagrado Corazón de la capital francesa. La joven Eulalia se instaló, con su madre y sus hermanas Paz y Pilar en el Palacio de Castilla, situado en la avenida Kléber de París.
Isabel II y sus hijas las infantas: Eulalia, Paz y Pilar en una fotografía de 1875
Tras la restauración de la monarquía borbónica en la persona de su hermano Alfonso XII a finales de diciembre de 1874, la infanta y sus dos hermanas no pudieron regresar a España hasta 1876. En cambio, su hermana mayor, la infanta Isabel, condesa viuda de Girgenti, sí pudo volver a Madrid, donde desarrolló las funciones propias de una reina consorte hasta que el rey contrajese matrimonio. Su madre, la reina Isabel II, siguió haciendo de París su residencia permanente bajo insistencia del gobierno español, aunque con visitas esporádicas a España.
Tras el fallecimiento de Alfonso XII (1885), Eulalia era la única de sus hermanas que permanecía soltera (Isabel era viuda y no deseaba volver a casarse, Paz estaba casada con su primo, el príncipe Luis Fernando de Baviera; y la infanta Pilar había fallecido repentinamente en 1879). Como parte de una promesa que le había hecho al difunto rey, la infanta se casó en contra de su voluntad y por razones de Estado, el 6 de marzo de 1886 en Madrid con su primo carnal, Antonio de Orleáns y Borbón, futuro duque de Galliera, hijo de Antonio de Orleáns, duque de Montpensier, y de la infanta Luisa Fernanda de Borbón, y nieto del rey Luis Felipe de Francia.
La Infanta Eulalia y su esposo, el Duque de Galliera, en 1886
La pareja tuvo dos hijos: Alfonso de Orleáns, famoso aviador militar, y Luis Fernando de Orleáns. Sin embargo el matrimonio de la infanta Eulalia y Antonio de Orleans pronto hizo aguas. Su separación el 31 de mayo de 1900 produjo un escándalo en la corte madrileña, aunque era harto sabido que tanto don Antonio como doña Eulalia tenían amantes. 
En 1893, la reina regente María Cristina le encomendó representar a la Corona española en un viaje oficial a Cuba, Puerto Rico y Estados Unidos (Washington D.C., Nueva York y Chicago). El periplo duró en total ochenta días y fue todo un triunfo personal para la infanta. Su notable savoir faire le ganó los corazones de las gentes de aquellas tierras. Por otra parte, su aguda inteligencia y fino poder de observación le hicieron comprender la inevitabilidad de la próxima pérdida de las últimas colonias españolas en América y la inminencia de la guerra de Cuba.
La Infanta Eulalia retratada por Giovanni Boldini en 1898
Doña Eulalia gustaba de viajar y durante un tiempo estuvo viviendo en París en una residencia para señoras que regenteaba la madre Lóriga, ya que no podía mantener casa. Durante sus viajes por Europa conoció y trató a Carlos I de Portugal (en su libro La infanta republicana el autor José María Zavala sugiere que eran amantes), Nicolás II de Rusia y el Kaiser Guillermo II, al que le unía una gran amistad. Después de que obtuviese el control de su propio dinero y pudiese evitar los despilfarros de su ex marido, que dilapidó una enorme fortuna mientras duró su matrimonio, la infanta pasó los últimos años de su vida en una villa en Irún.
En 1942, el general Franco le concedió coche y chófer de por vida.
La Infanta Eulalia además fue autora de un libro titulado "Au Fil de la Vie" (publicado en 1911 en Francia bajo el seudónimo de 'Condesa de Avila') que fue prohibido en España por su sobrino, el rey Alfonso XIII, por ser una obra de carácter feminista y demasiado modernista. La infanta además publicó un libro de memorias en los años 30. Anteriormente, en 1915, publicó en Inglaterra "Court Life from Within", y en diciembre de 1949 "Cartas a Isabel II (Mi viaje a Cuba y Estados Unidos)" donde se recogen las 60 cartas que la infanta remitió a su madre durante su viaje oficial a Cuba, Puerto Rico y Estados Unidos en 1893.
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La Infanta Eulalia fue una consumada tenista. Fotografía tomada en 1907
Doña Eulalia falleció en Irún el 8 de marzo de 1958 y está sepultada en el Panteón de Infantes del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

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