domingo, 22 de marzo de 2015

LA CATEDRAL DE CEFALÚ

Fachada de la Catedral
Foto: epdlp

La Catedral de Cefalú es uno de los monumentos normandos más importantes de la isla de Sicilia. Está dedicada al Salvador y a la Transfiguración de Jesús. 
Fue consagrada en la fiesta de Pentecostés del año 1131 por encargo del rey Ruggero II de Sicilia. Pensada inicialmente como panteón de los reyes sículo-normandos, los sucesores de Ruggero II, que la concluyeron en 1240, desestimaron su uso como mausoleo dando esta función a la Catedral de Palermo.
De planta basilical, cuenta con tres naves divididas por 16 columnas de granito. La construcción comenzó desde diversos ángulos al mismo tiempo.
Tiene dos campanarios rematados con ventanas de doble ojiva. La cubierta es de madera con vigas policromadas y a dos aguas, mostrando una clara una influencia musulmana.

Cefalù dal monte.JPG
Vista aérea de la Catedral de Cefalú
Foto: Oliver Bonjoch
Hasta el siglo XVI se llegaba a la catedral por una amplia escalinata con tres partes que simbolizaban a San Pedro, Santiago y San Juan (los testigos de la Transfiguración). Esta parte posteriormente fue convertida en cementerio. La fachada tiene dos filas de arcos ciegos, dispuestos sobre un nártex de tres arcos.
En el interior, las columnas que dividen las naves tienen basas de diversa altura ya que el piso está construido en desnivel.
Dado que el rey Ruggero II entregó la catedral al cuidado de los canónigos regulares, se edificó al lado norte una suerte de "Canónica" con su propio claustro.
La presencia de diversas corporaciones de escultores con trabajos claramente reconocibles es una de las características de la catedral. De la más antigua de estas agrupaciones se han podido reconocer las obras, el ambiente cultural y su estilo. Se cree que los escultores de este grupo provenían de Puglia y específicamente de Bari. Realizaron sus obras entre 1131 y 1145, es decir, antes y después de las modificaciones estructurales que fue necesario hacer. El segundo grupo de escultores, era de la zona, y trabajó desde el sexto capitel de la línea central de la nave, caracterizándose por un clasicismo más notorio. También trabajaron los capiteles del claustro y algunos elementos litúrgicos. Se nota la presencia, aunque todavía en sus inicios (es decir antes de 1170), del Maestro del Putti. Un tercer grupo trabajó a inicios del siglo XIII en los ábsides menores.
La nave central
Foto: Pava
Existen en la catedral tres grupos de bestiarios y temas vegetales: uno en el claustro, otro en el interior de la catedral y otro en el exterior. Los temas zoomórficos se encuentran en las ménsulas de las bandas lombardas en los ábsides, con representaciones de toros, bueyes y gatos). Hay también esculturas representando cabezas de un joven y un anciano.
En el interior, hay dos capiteles que se elaboraron tras la muerte del rey Ruggero II. Con decorado fitomorfo en la parte inferior y antropomorfo en la superior. El de la columna norte toca temas relacionados con la muerte y el de la sur con la esperanza. En ese lugar irían, según ellos mismos habían dispuesto, los sarcófagos del Ruggero II y de su hijo Guillermo pero las circunstancias que se dieron tras sus fallecimientos impidieron que se realizaran sus deseos.
Los magníficos mosaicos son de estilo normando-bizantino y fueron encargados por Ruggero II ("Rogerius rex egregius plenis pietatis"), según reza en el texto que aparece bajo ellos:
La labor musivaria se extiende por todo el ábside, los paños de la bóveda de crucería y por las paredes inmediatamente inferiores a ellos. Los temas representados son el Cristo Pantocrator: el más importante, separado y central; la Virgen y arcángeles; los apóstoles y los evangelistas; ángeles, querubines y serafines; profetas, santos y diáconos, santos guerreros y los Padres de la Iglesia oriental y occidental. Cada mosaico tiene su título escrito en griego o en latín y además es independiente sobre un fondo dorado. Las inscripciones informan sobre las fecha de conclusión del trabajo, el año 1148, tres años después de haberlos comenzado.

El célebre Pantocrátor de la Catedral de Cefalú
Foto: José Luiz Bernardes Ribeiro
Los mosaicos del ábside han sido muy elogiados por la crítica desde 1860 cosa que no ha ocurrido con los de la bóveda y de las paredes, además de las discusiones que se han dado en relación con su datación, los agrupamientos, etc. Los temas y técnicas de los mosaicos de las paredes recuerdan más bien la Capilla Palatina y por tanto, son más bien de tiempos de Guillermo I de Sicilia, el hijo y sucesor de Ruggero. Así, los mosaicos de la bóveda y los dos primeros de los paños (los Padres de la Iglesia y los santos diáconos) se habrían hecho en tiempos de Guillermo I y los restantes entre los años 1170 y 1175.
Aun cuando se ha intentado una interpretación de todo el conjunto a partir de un tema eucarístico, prima más bien la interpretación que parte del tema de la Ascensión como en otros conjuntos de mosaicos semejantes.

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