domingo, 15 de enero de 2017

LA IGLESIA MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOTERRAÑA

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Vista del claustro y la espadaña de la iglesia

La iglesia monasterio de Nuestra Señora de la Soterraña se encuentra en la villa de Santa María la Real de Nieva (Segovia)
El monasterio tiene su origen en la aparición de una imagen de la Virgen María en un descampado del entonces municipio de Nieva, que probablemente había sido enterrada a la entrada de los árabes en España. Por ese motivo de hallarse enterrada se la denominó como Virgen de la Soterraña.
Conocedora de este suceso, la reina Catalina de Lancaster mandó edificar una iglesia que acogiera la imagen mariana, contra la opinión del cura de Nieba, que quería llevarla a su pueblo, y de la nobleza de Segovia que optaba por trasladarla a la capital. Persistiendo en su propósito, la Reina obtuvo dos bulas del papa Clemente VII, despachadas en febrero de 1393, para que la iglesia quedara libre de la jurisdicción del cura de Nieva, concediendo además el establecimiento de un prior y seis capellanes para el servicio necesario e indulgencias a los que visitaran el templo ciertos días del año.
La reina Catalina sufragó gran parte de las obras con dinero de la corona, así como también muchos fieles que contribuyeron con dinero y aportaciones personales para la construcción. Dos bulas adicionales del papa Benedicto XII, dadas en 1395 en Aviñón, concedían indulgencia a los que dieran limosna para la construcción.
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La Virgen de la Soterraña en la actualidad
La primitiva iglesia era rectangular, dividida en tres naves y orientada al este. La puerta de entrada de uso cotidiano estaba al norte y al oeste tenía otra que sólo se abría para la entrada de romerías y procesiones ciertos días al año, denominada puerta del perdón.
El 2 de febrero de 1399 en Toledo, la Reina otorga carta de entrega de la imagen y el convento de Santa María a la Orden de Predicadores de Santo Domingo (Dominicos) que se materializó con la aceptación de dicha Orden el 7 de septiembre de ese mismo año.
Para la inauguración se realizó una gran fiesta con una procesión solemne que desde la ermita de Santa Ana, lugar donde se había instalado provisionalmente la Soterraña, hasta la recién construida iglesia siendo llevada por los siete capellanes, con la presencia del obispo de Segovia, don Juan de Tordesillas, religiosos dominicos, autoridades y vecinos de los pueblos próximos. Después de la magna función religiosa, el prelado, en nombre de la Reina fundadora, hizo entrega del templo a los dominicos.
Vista de la cabecera y el lado norte
En 1395 se había fundado, por orden real, la puebla de la villa de Santa María, y en poco tiempo aumentó el censo de vecinos y también el número de romeros que deseaban visitar la imagen, por lo que el templo se quedó pequeño para acoger a tanta gente y entonces se determinó su ampliación. Las fechas de las obras de la iglesia se comenzaron el 23 de enero de 1414, en la festividad de San Ildefonso, y acabaron en 1432.En esta ampliación se le añadió a la iglesia primitiva una nave con un crucero y un ábside, a la par que se construía el monasterio adosado.
La reina Catalina de Lancaster siempre fue la promotora de la construcción con donaciones hasta su muerte. Al fallecer la soberana en 1418, recayó esta tarea en su hijo Juan II. También contribuyeron a sufragar los gastos de las obras las bulas otorgadas por los papas Clemente VII y Benedicto XII, para los que diesen limosna para las obras y además el papa Martín V, en 1425, donó 500 florines de oro y emitió una bula en 1424 como sus antecesores.
El 1 de abril de 1441, estando la reina Blanca I de Navarra de paso en la localidad con objeto de reunirse con los reyes de Castilla, Juan II, y de Aragón, Fernando II, así como con el Príncipe de Asturias don Enrique; falleció la reina, siendo enterrada en la capilla mayor de la iglesia de Ntra. Sra. de la Soterraña. Sus restos permanecieron allí, en contra del deseo expresado en su testamento de ser trasladada a Ujué, y se olvidó su ubicación hasta que la tumba fue descubierta durante unas obras de restauración en 1994.
Sepulcro de doña Blanca I de Navarra
El 28 de octubre de 1473, Enrique IV reunió las Cortes de Castilla en el monasterio de Nuestra Señora de la Soterraña.
Tras la Desamortización de Mendizábal, dejó de considerarse monasterio, dividiéndose su propiedad entre el obispado de Segovia y el ayuntamiento de Santa María la Real de Nieva.
Finalizando el siglo XIX el monumento sufrió dos importantes incendios, el primero en 1899 que afectó al ala sur del monasterio y al año siguiente en el altar mayor de la iglesia.
En 1920 dos de sus elementos fueron declarados monumentos nacionales, la portada de la iglesia y el claustro del monasterio. Desde que se cambió la denominación por la bienes de interés cultural, están catalogados como tales el monasterio y la portada de la iglesia.
El monumento ha sido restaurado en varias ocasiones, la fachada de la iglesia en 1927, y el claustro en 1929, 1954 y 1976.
La nave central y el presbiterio
Foto. G. Freihalter
La iglesia es una construcción cuya arquitectura corresponde a los cánones de estructura gótica de finales del siglo XIV y principios del siglo XV. Se ha calificado su estilo de gótico arcaizante, ya que la influencia del románico continuó en Castilla hasta finales del siglo XIV.
El cuerpo principal de la iglesia consta de tres naves, siendo la central más ancha y alta que las laterales. Esta estructura coincide con la iglesia primitiva. Para su construcción se emplearon en su cimentación pilares de sillería de granito que soportaban anchas paredes de mampostería a base de pizarra, y en el interior cuatro parejas de grandes columnas de ladrillo. En la nave central se encuentra el lugar donde apareció la imagen.
Al cuerpo original se le añadió una nave con un crucero y un ábside con dos capillas laterales. Esta obra difiere de la anterior en la mejor calidad de los materiales empleados, granito y caliza de buena cantería, se han contabilizado 22 marcas de talleres distintos, lo que da una idea del número de obreros que trabajaron en ella. Una vez acabada la obra de los nuevos elementos se derribó la fachada este de la iglesia primitiva quedando todo integrado en un sólo edificio.
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Armas de Santa María de Nieva
Diseño: Osado
En la nave central y en la parte posterior de la iglesia, en un segundo piso, se halla el coro en el que hay una hilera de bellas sillas de nogal labradas. El sotocoro tiene un artesonado madera de influencia mudéjar.
Hay una pintura mural en el ala sur aparecida en la restauración del año 1997 de San Crstóbalcon el niño Jesús a cuestas.
Merece especial mención la nueva entrada al templo, abierta al norte de la nave del crucero. Es de estilo gótico y está constituida por diversos relieves y esculturas. Está dividida en dos calles estrechas y una nave central amplia en la que está situada la arcada ojival. La parte superior de la puerta presenta el tímpano con la imagen de Cristo entronizado como parte central, a su derecha e izquierda figuran dos personas, actualmente decapitadas, que bien podrían ser sus fundadores Enrique III y Catalina de Lancaster, acompañados cada uno de ángeles. Por encima el sol y la luna, representando el universo, y unos ángeles sobre nubes observando el conjunto.
Portada norte
Foto: Borja.al
Todas las dependencias del monasterio están configuradas alrededor de su claustro y con acceso al mismo, a saber: en el ala este la sala capitular, un espacio actualmente destinado a exposiciones y en un segundo piso las habitación donde se aposentaba la Reina en sus visitas a la villa y el salón de de la reina, actualmente una biblioteca. En el ala sur, el Salón de Cortes, donde Enrique IV en el año 1473 reunió las Cortes de Castilla, y seguido el refectorio, donde se realizaban las comidas de los frailes. Y en el ala oeste se situaba el lugar de alojamiento de los frailes y el noviciado de la orden. En un segundo nivel y por bajo del refectorio en el ala sur estaba la bodega donde se guardaban los cereales y demás comida y que les era donada para su sustento.
El 6 de diciembre de 1899 se produjo un incendio en el ala sur del monasterio que hizo que desaparecieran varias de sus antiguas dependencias, como eran un segundo claustro más pequeño, la biblioteca, otras estancias de los frailes, cuadras, corrales y una huerta, que no fueron reconstruidos y su terreno posteriormente fue enajenado quedando el monasterio con su configuración actual.
Probablemente la construcción del claustro del monasterio coincidiera con las obras de ampliación de la iglesia ya que las marcas canteriles que figuran en sus piedras coinciden con varias de las existentes en la ampliación de la iglesia. De planta casi cuadrada, está adosado a la iglesia en el ala sur, con la que se comunica por una puerta.
Vista del claustro
Las columnas tienen fustes asemejan dos cilindros unidos por un bisel en una sola pieza que soportan los capiteles labrados. En el cuerpo superior hoy desaparecido había un sobreclaustro, construido posteriormente en tiempos de los Reyes Católicos.
Lo más destacable del claustro son sus capiteles decorados con relieves por sus cuatro caras y que exhiben una visión general de la forma de vida de las gentes de la Edad Media. Los capiteles representan diversos motivos que en su mayoría pueden agruparse en los ámbitos: modos de vida, naturaleza, símbolos religiosos y criaturas míticas, temas bíblicos y heráldica. Las distintas temáticas se encuentran entremezcladas, salvo los capiteles dedicados al año agrícola que están seguidos, todos los demás temas están colocados de forma alterna; pudiendo mezclarse los motivos incluso en el mismo capitel, plasmando un tema por una cara y otro por la contraria, aunque la mayoría de los capiteles representan una misma temática en todas sus caras.
Armas de Enrique III y Catalina de Lancaster en uno de los capiteles del claustro

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