lunes, 8 de octubre de 2018

UNA MEDALLA BRITÁNICA DE LA PAZ DE AQUISGRÁN

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Green Park fue el escenario de los Reales Fuegos de Artificio inmortalizados por G.F. Händel con motivo de la Paz de Aquisgrán

El segundo Tratado de Aquisgrán, firmado en 1748, puso fin a la Guerra de Sucesión Austriaca iniciada en 1740. Las negociaciones comenzaron en Aquisgrán (Aix la Chapelle), entonces una ciudad imperial libre dentro del Sacro Imperio Romano Germánico, el 24 de abril y el acuerdo se suscribió finalmente el 18 de octubre. Los principales negociadores fueron Gran Bretaña y Francia, quienes habían dirigido los dos bandos enfrentados en la guerra, y los Países Bajos (Provincias Unidas).
Entre las principales clausulas destacaban:
  1. La mayoría de las conquistas realizadas durante la contienda fueron restituidas a sus dueños originales. El Gobierno francés se comprometió a evacuar los Países bajos Austriacos y algunas plazas holandesas que había ocupado durante la contienda, además de devolver Madrás, en la India, a los británicos. Éstos, por su parte, devolvieron la fortaleza de Luisburgo ( Cabo Bretón, Canadá) a los franceses.
  2. La emperatriz María Teresa de Austria cedió los ducados de Parma, Plasencia y Guastalla, en el norte de Italia, a Felipe, hijo del rey Felipe V de España e Isabel de Farnesio. Otros territorios del oeste de Lombardía fueron entregados al rey Carlos III Manuel de Cerdeña y Saboya.
  3. Las fronteras del Ducado de Módena y la República de Génova fueron restauradas en su trazado original.
  4. España revalidó con Gran Bretaña el derecho de asiento de esclavos negros y el permiso a este país para enviar un barco mercante al año a las colonias españolas en América. Ambos puntos habían sido acordados previamente en 1713 en el Tratado de Utrecht
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Portada de la versión española del Tratado
La mayor parte del Tratado se limitó a estipular una vuelta al statu quo ante bellum. Aunque aseguró la paz en Italia (algo a lo que también contribuyó la llegada al trono español de Fernando VI, mucho menos interesado en recuperar la antigua Italia española que su padre), el tratado no terminó con la rivalidad entre Francia y Gran Bretaña en la India y América del Norte, que volvería a estallar en la Guerra de los Siete Años ( 1756-1763).
El Tratado creó un especial descontento en Francia, donde se había dado por sentado que los Países Bajos Austriacos serían anexionados al país después de haber sido conquistados en una brillante campaña militar dirigida por el conde Mauricio de Sajonia. Su restitución a la Corona Austríaca dio lugar a la popularización del dicho bête comme la paix ("estúpido como la paz") en las calles de París.
El Reino Unido, satisfecho por las consecuencias económicas y territoriales del Tratado, acuñó una medalla que ahora les presentamos.
Se trata de una pieza de bronce circular en cuyo anverso se muestra la efigie del rey Jorge II. Lleva peluca de corte ornada con una corona de laurel y viste armadura con banda y placa. Le rodea la inscripción latina con sus títulos: "GEORGIUS II. D(ei) G(ratia). MAG(nae) BR(itaniae) FR(anciae) ET HIB(erniae) REX".

Anverso y reverso de la Medalla

Foto: statusinternational


El reverso presenta una alegoría de los beneficios de la paz en la que Britania recibe de Mercurio los frutos de un cuerno de la abundancia, mientras progresa la navegación, el comercio y los descubrimientos geográficos. Ilustra el conjunto la expresión latina alusiva a la prosperidad: "HAE TIBI SUNT ARTES".

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