martes, 22 de enero de 2013

EL REY CHRISTIAN X DE DINAMARCA

File:Royal Coat of Arms of Denmark (1903-1948).svg
Armas reales de Dinamarca entre 1903 y 1948
Fuente: Sodacan


S.M. el Rey Christián X de Dinamarca nació en  el Palacio de Charlottenlund, en Gentofte, creca de la ciudad de Copenhague el 26 de septiembre de 1870 bajo el nombre de Christián Carlos Federico Alberto Alejandro Guillermo siendo hijo del rey danés Federico VIII y la reina consorte Luisa de Suecia. Su hermano, el príncipe Carlos, sería el futuro rey de Noruega como Haakon VII.
Christian X  fue el tercer monarca danés de la Casa de Glücksburg y el primer miembro de su familia desde el siglo XVI que había nacido en el seno de la familia real danesa, ya tanto su padre como su abuelo nacieron como príncipes ducales alemanes.
En 1898 se casó con la princesa Alejandrina de Mecklemburgo-Schwerin con la que solo tuvo dos hijos:
  • El príncipe Cristián Federico Francisco Miguel Carlos Valdemar Jorge de Dinamarca, futuro Rey de Dinamarca.
  • El príncipe Canuto Cristián Federico Miguel de Dinamarca.
File:Christian and Alexandrine H.jpg
SS.MM. los Reyes Christian X y Alexandrina, aún Príncipes de Dinamarca, junto a su primogénito, el futuro Federico IX, en una imagen del año 1900

Subió al trono danés el 14 de mayo de 1912 a la muerte de su padre Federico VIII y durante su reinado tuvo lugar la Gran Guerra y la Segunda Guerra Mundial, fue en esta última cuando se produjo la ocupación nazi de Dinamarca.
En abril de 1920, Christian X  inició la llamada "Crisis de Pascua", tal vez el acontecimiento más decisivo en la evolución de la monarquía danesa en el siglo XX. La causa inmediata fue un conflicto entre el rey y el gabinete sobre la reunificación con Dinamarca de Schleswig, un antiguo ducado danés, que se había perdido ante Prusia durante la Segunda Guerra de Schleswig. Las reclamaciones danesas sobre la región persistieron hasta el final de la Primera Guerra Mundial, momento en que la derrota de los alemanes hicieron  posible resolver la disputa. De acuerdo con los términos del Tratado de Versalles, el futuro de Schleswig debía ser determinado por dos plebiscitos: uno en el norte de Schleswig (hoy Dinamarca) y el otro en el centro de Schleswig (hoy parte del estado alemán de Schleswig-Holstein). Pero el plebiscito para el sur de Schleswig no se llevó a cabo, ya que estaba dominado por una mayoría étnica alemana.
En el norte de Schleswig, el 75% votó a favor de la reunificación con Dinamarca y el 25% restante a favor de seguir en Alemania. En esta votación, la región fue considerada como una unidad indivisible, y toda ella fue concedida a Dinamarca. En el centro de Schleswig, la situación se revirtió con el voto del 80% en favor de Alemania y el 20% de Dinamarca. A la luz de estos resultados, el gobierno del primer ministro Carl Theodor Zahle determinó que la reunificación con el Norte de Schleswig podía seguir adelante.
Muchos nacionalistas  daneses consideraron que al menos la ciudad de Flensburg, en el centro de Schleswig, debía ser devuelta a Dinamarca, independientemente de los resultados del plebiscito, debido a la considerable minoría danesa al deseo general de ver a Alemania permanentemente debilitada en el futuro. Christian X estuvo de acuerdo con estos sentimientos, y ordenó el primer ministro Zahle que incluyera Flensburg en el proceso de reunificación. Dado que Dinamarca había estado operando como una democracia parlamentaria desde 1901, Zahle sentía que no estaba obligado a cumplir la voluntad de monarca. Por ello se negó a obedecer al Rey y renunció unos días más tarde después de una acalorada discusión con el soberano.
Entonces Christian X cesó al resto del gabinete y lo reemplazó por otro conservador y adicto. El cese del gobierno provocó manifestaciones y una atmósfera casi revolucionaria en Dinamarca, y durante varios días el futuro de la monarquía parecía muy dudoso. En vista de ello, se iniciaron negociaciones entre el rey y los socialdemócratas. Frente a la posibilidad de la caída potencial de la monarquía danesa, Christian X cesó también al gobierno conservador y nombró un gabinete de compromiso hasta que las elecciones volvieron a celebrarse ese mismo año.
Esta fue la última vez que un monarca danés trató de tomar la acción política sin el pleno apoyo del Parlamento. A raíz de la crisis, Christian X aceptó su papel estrictamente constitucional de simbólico jefe de Estado.

File:Christian X of Denmark.jpg
S.M. el Rey Christian X de Dinamarca e Islandia en una fotografía de los años veinte del siglo pasado

A diferencia de su hermano, el rey Haakon VII de Noruega, y la reina Guillermina de los Países Bajos, que se exiliaron durante la ocupación nazi de su país, Christian X permaneció en su capital durante la invasión de Dinamarca, siendo para el pueblo danés un visible símbolo de la causa nacional. A pesar de que hasta que el golpe de estado alemán de agosto de 1943, los discursos oficiales del Rey  reflejaban la política oficial del gobierno de cooperación con las fuerzas de ocupación, esto no le impidió ser visto como el líder de la "resistencia mental" al nazismo.
Durante los dos primeros años de la ocupación alemana, a pesar de su edad y de la situación delicadísima del país, daba un paseo diario en su caballo, "Jubilee", a través de Copenhague, sin la compañía de su guardia. La mayoría de los daneses veían en esta imagen de su Rey a caballo en las calles de la capital como un símbolo de la independencia nacional y la resistencia.

Christian X pasea a lomos de "Jubilee" por las calles de Copenhage el 20 de septiembre de 1940

En 1942, Adolf Hitler envió al Rey un telegrama felicitándolo por su 72 cumpleaños. La respuesta del monarca fue un simple Spreche Meinen besten Dank aus. Chr.. Rex (Le doy mis más expresivas gracias, Rey Christian). Este desaire, conocido como la "Crisis del telegrama",  indignó a Hitler y de inmediato retiró a su embajador en Copenhague y expulsó al embajador danés de Alemania. La presión alemana dio lugar a la destitución del gobierno danés encabezado por Vilhelm Buhl y su sustitución por un nuevo gabinete encabezado por el veterano diplomático Erik Scavenius, del que los alemanes esperaban sería más cooperativo. Pero hoy es un hecho bien conocido, que Scavenius también tenía la plena confianza del rey, y que conocía la creciente amenaza alemana a Dinamarca, cuya independencia había sido capaz de mantener durante los primeros años de la ocupación y que terminó abruptamente con el golpe alemán de agosto de 1943.

Archivo: Kongemærker.jpg
Insignias con la cifra real de Christian X, conocidas como "Kongemaerker", creadas para conmemorar el 70º cumplaños del monarca y símbolo empleado por los daneses durante la IIª Guerra Mundial para expresar su voluntad de resistencia.
Fuente: Heelgrasper

Después de una caída de su caballo, el 19 de octubre de 1942, quedó casi inmovilizado para el resto de su reinado. El papel que había desempeñado en la Crisis de Pascua de 1920, había reducido en gran medida su popularidad, pero sus paseos diarios, la "crisis del telegrama" y la propaganda difundida por la emisora Danish-American, le habían hecho nuevamente popular hasta el punto de ser amado como un símbolo nacional.
Fue el último soberano de Dinamarca proclamado también  Rey de Islandia entre 1918 y 1944, fecha ésta última en la que el territorio insular se independizó como república.
A su muerte en el Palacio de Amalienborg, Copenhague, el 20 de bril de 1947, Christian X fue enterrado junto a otros miembros de la familia real danesa en la catedral de Roskilde. Un brazalete de tela de los usados por los miembros del Movimiento de Resistencia Danés fue colocado sobre su ataúd como homenaje.
Dotado de la enorme altura de dos metros, es considerado como el monarca más popular de la historia contemporánea de Dinamarca.
Fue sucedido por su hijo mayor Federico IX.

File:Ribe St.Katharina - Kirchengestühl 1.jpg
Sitial con la cifra real de Christian X en la Iglesia de Santa Catalina de la ciudad de Ribe
Fuente: Wolfgang Sauber

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