lunes, 21 de enero de 2013

LA MEDALLA "PRO DANIA"

Fue creada por deseo de S.M. Christian X, y su gobierno, el 5 de mayo de 1946, para premiar a aquellas personas que se hubieran distinguido de forma extraordinaria en la defensa de Dinamarca durante la Segunda Guerra Mundial, actuando contra la ocupación germana.
Se concedieron un total de 3.100 medallas.
Se conocen ejemplares en plata y en bronce.

La Medalla presenta en su anverso la imagen del rey Christian X de Dinamarca rodeado por la leyenda latina: "Christianus X. Rex Daniae".
























Anverso de la Medalla "Pro Dania"
Fuente:
www.medals.dk

El reverso de la Medalla está ocupado por la incripción latina "Pro Dania" ("Por Dinamarca"), que da nombre a la condecoración. El texto está rodeado por una corona de hojas de roble.
La Medalla se completa con una corona real danesa que enlaza el disco de la condecoración con la argolla que le une a su cinta.


Reverso de la Medalla "Pro Dania"
Fuente: www.medals.dk

La cinta de la Medalla lleva los colores nacionales daneses, rojo y blanco con la disposición rojo-blanco-rojo de igual proporción.
Sir Winston Churchill fue condecorado con esta Medalla Pro Dania en 1946.

La ocupación de Dinamarca por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló desde el 8 de abril de 1940 hasta el 5 de mayo de 1945, como consecuencia de su invasión por el III Reich en el marco de la Operación Weserübung. La ocupación concluyó cuando en mayo de 1945 soldados británicos consiguieron la rendición de las unidades de la Wehrmacht estacionadas en suelo danés, sin afrontar resistencia apreciable.
La ocupación alemana fue relativamente pacífica hacia los daneses en los primeros meses, y a diferencia de lo ocurrido en Holanda o Noruega, Hitler no presionó para que se disolviesen todos los partidos políticos y se estableciese un gobierno títere de nazis daneses. De hecho, el gobierno legítimo continuó operando bajo el mandato del premier Thorvald Stauning aunque debiendo obedecer las órdenes germanas, y el propio Rey Christián X permaneció en el país gozando de sus prerrogativas sin ser tomado prisionero (a diferencia de lo sucedido con Leopoldo III de Bélgica en mayo de 1940).


File:King Christian X in Copenhagen 1940.jpg
S.M. el Rey Christian X pasea a caballo por las calles de Copenhage en 1940

Una posible explicación para este inusual comportamiento nazi puede hallarse en el hecho que, como consecuencia de la propaganda hitleriana sobre la supremacía racial aria, los nazis alemanes apreciaban a Dinamarca como un pueblo nórdico dotado de similar "pureza racial" que el III Reich, y que por lo tanto resultaba totalmente digno de confianza para que manejase sus propios asuntos internos de acuerdo a los dictados alemanes.
También cabe anotar que la posición geográfica de Dinamarca y su pequeña extensión ayudaba a que su defensa fuera relativamente sencilla contra ataques externos, por lo tanto no era susceptible de transformarse en frente de guerra, siendo innecesario un control totalmente nazi del país o una represión militar violenta contra un pueblo que además resultaba étnicamente tan similar al germano.
En la práctica la administración civil continuó en manos de funcionarios daneses, incluyendo los tribunales de justicia, y se llegó a mantener inclusive la vigencia de las leyes de Dinamarca para juzgar delitos de sabotaje, renunciando los alemanes a que los tribunales militares de la Wehrmacht juzgaran tales casos (como sucedía en el resto de la Europa ocupada).
Aunque la pérdida de independencia práctica era difícil de soportar para la población danesa, los líderes políticos determinaron mayoritariamente que las duras circunstancias de la guerra no permitían otra cosa que la cooperación (voluntaria o no) con una triunfante Alemania. Los partidos políticos decidieron eliminar en lo posible sus divergencias ideológicas y presentar un solo frente contra las autoridades alemanas (lo que implicaba incluir en el gabinete a representantes de casi todos los partidos no prohibidos por los nazis), esto impediría que los alemanes utilizaran las discrepancias políticas como medio de desunir a los daneses y generar lentamente una nazificación de Dinamarca bajo el pretexto de preservar el orden.
Los alemanes no procedieron a imponer un carácter nazi a las instituciones civiles y culturales de Dinamarca, y se permitió que la vida política danesa continuara su curso normal. Inclusive los ocupantes nazis se abstuvieron de introducir en Dinamarca los mecanismos de terror propios del Reich (como los tribunales especiales de la SS) y tampoco exigieron en los primeros meses que el gobierno danés pusiera en vigor la legislación antisemita vigente en Alemania. Una temprana excepción fueron los comunistas daneses, quienes empezaron a ser perseguidos por la Gestapo en junio de 1941, tras el inicio de la Operación Barbarroja, mientras el gobierno danés procedía a ilegalizar en esa fecha el Partido Comunista Danés debido a la presión alemana.

La película "Los chicos de San Petri" narra las acciones de resistencia de un grupo de jóvenes daneses durante la ocupación alemana

No obstante, la ocupación alemana se expresó en el estacionamiento permanente de divisiones de la Wehrmacht y la llegada de agentes de la Gestapo para "colaborar" con la policía danesa, exigiendo además una férrea censura de prensa (impidiendo toda crítica contra Alemania o el nazismo) junto con la explotación total de la economía danesa en favor del III Reich. Evidentemente esto significó el rompimiento de toda relación diplomática con los enemigos de Alemania. Dinamarca fue también obligada a adherirse al Pacto Antikomintern, lo cual hizo en noviembre de 1941 pese a protestas en Copenhague por esta visible subordinación al III Reich. Pese a estas presiones externas, aún era visible que Dinamarca sería bien tratada por los alemanes (al menos en comparación con el resto de países ocupados) mientras colaborase con el esfuerzo de guerra alemán.
También se estableció un comisario del Reich como autoridad con poder de decisión y de veto frente al gobierno danés, cargo para el que se nombró a Cecil von Renthe-Fink (último embajador germano en Copenhague), junto con el establecimiento de una autoridad militar conferida al jefe de las tropas germanas estacionadas en Dinamarca, el general Luetke de la Wehrmacht. Cuando las demandas alemanas de mayor cooperación danesa (permitir reclutamiento de daneses para servir en la SS y poner en vigor la legislación antisemita) fueron en aumento en noviembre de 1942, el gabinete se opuso tajantemente a estas nuevas concesiones en la ya perjudicada independencia del país.
No obstante, bajo fuerte presión de Renthe-Fink (y la amenaza de ocupación militar total), el gabinete danés se reorganizó y nombró ministro al diplomático Erik Scavenius, quien cedió a las demandas de Alemania. Renthe-Fink fue reemplazado por el nazi alemán Werner Best y la autoridad militar se transfirió al general de la SS von Hanneken; pese a ello se mantuvo el proyecto de tratar bien a Dinamarca y se impidió la instalación de la maquinaria represiva típica de la SS, manteniendo en funcionamiento el gobierno danés.
Esta política benévola duró hasta fines de 1942, cuando los desastres militares de Stalingrado y El Alamein impusieron a Alemania la urgencia de controlar cada vez más a la población civil de Dinamarca mediante terror policíaco. Como resultado alimentaron la hoguera de la resistencia danesa, y los actos de sabotaje y disturbios se incrementaron exponencialmente.
Para intentar tranquilizar a la población y ganar su apoyo, los alemanes realizaron una elección parlamentaria el 23 de marzo de 1943 (única concesión semejante que el III Reich permitió a un país ocupado), donde resultaron victoriosos los partidos anti-alemanes mientras los nazis daneses apenas alcanzaron el 2% de votos, lo cual evidenciaba su escasa popularidad; este hecho causó que los alemanes desistiesen definitivamente de imponer un gobierno títere formado por nazis locales, aunque les permitieron a éstos formar organizaciones paramilitares y enviar contingentes daneses para luchar junto a la Wehrmacht contra los soviéticos. En adelante los alemanes desalentaron al movimiento nazi danés respecto de cualquier ambición política y lo motivaron para actuar solamente en el reclutamiento de contingentes auxiliares para el Frente Oriental.


Imagen de disturbios callejeros en Copenhague durante la ocupación alemana
La población civil protesta por la ocupación del país
Fuente: http://kids.denmark.dk

Ante la negativa del gobierno danés de reprimir a la población que protestaba en las calles contra el empeoramiento de la economía, el 29 de agosto de 1943 las autoridades alemanas disolvieron el gobierno y se estableció la ley marcial, se disolvió también el recién formado Parlamento danés y se arresto en masa a los oficiales del ejército aún libres, además de introducir funcionarios alemanes en toda la administración pública. Al mismo tiempo se realizaron operaciones militares de asalto que trajeron como resultado la captura de la flota mercante y militar danesa.
Una vez que Alemania obtuvo el control absoluto de Dinamarca, se iniciaron a mediados de 1943 los arreglos para la inmediata deportación de los judíos aún residentes en suelo danés hacia los campos de exterminio, al no existir ya tribunales daneses independientes que los defendieran. Sin embargo, la noticia fue dada a conocer clandestinamente y la gran mayoría de los 8000 judíos daneses escaparon exitosamente hacia Suecia con ayuda de la resistencia danesa. Como consecuencia, sólo 450 judíos daneses fueron capturados por la Gestapo y deportados. El "estado de sitio" no se suspendió hasta el fin de la guerra y se instalaron tribunales especiales de la SS y la Gestapo para juzgar daneses acusados de apoyar a la resistencia antinazi, en otros casos se prefirió simplemente asesinar, sin juicio, a tales sospechosos.
Desde inicios de 1944 los nazis daneses, organizados en el llamado Cuerpo de Schalburg (formado por unos 10.000 nazis daneses) procedieron a operaciones de "contrasabotaje" en cooperación con la SS, destruyendo propiedades privadas danesas (granjas o casas) cada vez que se descubriese un sabotaje de la resistencia local. Finalmente, el 19 de septiembre de 1944 ocurrió otra represión masiva, donde los alemanes disolvieron lo que restaba de la policía danesa para reemplazarla completamente por la Gestapo y empezaron a fusilar a los daneses que habían participado en huelgas contra la explotación económica de su país.


File:DanishResistanceAC2795.jpg
Curioso automóvil blindado empleado por la Resistencia Danesa en los combates finales contra los alemanes en mayo de 1945

La situación económica danesa se agravó en el último año de la guerra cuando en febrero de 1945 el país dejó de recibir envíos de carbón desde la región germana de Silesia, atacada por tropas soviéticas, lo cual paralizó gran parte de la industria y los sistemas de calefacción, junto con ello aumentaron las requisas alemanas de alimentos hasta niveles alarmantes que amenazaban la subsistencia de los civiles daneses. Pese a ello, como consecuencia de la evacuación de Prusia Oriental, Alemania exigió que Dinamarca alojase y alimente a refugiados civiles germanos (unas 300,000 personas) procedentes de dicha región. A la vez se intensificó el terror policial de la Gestapo contra la resistencia antinazi y sus simpatizantes.
La mayor parte de las tropas germanas habían sido remitidas a los frentes de combate y solo quedaron en Dinamarca unas pocas divisiones de escasa fuerza; además tales unidades quedaron aisladas del resto de la Europa ocupada a fines de abril de 1945 debido al avance aliado, y luego desmoralizadas por el resultado de la Batalla de Berlín. En ese contexto, el 5 de mayo de 1945, el famoso general inglés Bernard Montgomery penetró en territorio danés con sus tropas y liberó Dinamarca, si bien las islas Bornholm habían sido ocupadas desde fines de abril de 1945 por tropas del Ejército Rojo. Los soldados alemanes estacionados en Dinamarca capitularon casi sin resistencia y la ocupación terminó.

 Imagen del día de la liberación en Copenhague. Miles de personas aclaman a los soldados ingleses
Escena de la liberación de Dinamarca
Fuente: http://kids.denmark.dk

En total durante toda la guerra murieron 850 miembros de la resistencia danesa. También perecieron 900 civiles daneses por distintos motivos como represalias nazis, bombardeos aliados o disturbios civiles. Un total de 43 soldados daneses murieron durante la invasión de 1940 y la represión nazi de 1943. Otros 100 daneses fallecieron luchando como soldados aliados junto con 1.850 marineros, la mayoría tripulación de los barcos daneses que escaparon hacia Reino Unido o Estados Unidos y luego cayeron víctimas de los submarinos germanos.
Unos 6.000 civiles daneses fueron arrestados por los alemanes y enviados a campos de concentración, muriendo 600 de ellos (el 10% de los presos). Cuando en septiembre de 1944 los nazis disolvieron la policía danesa, unos 2000 agentes fueron arrestados y deportados a Alemania, muriendo allí 90 de ellos.
Después de la guerra, 78 daneses culpables de colaboracionismo con los alemanes fueron sentenciados a muerte por traición, pero sólo 46 de ellos resultaron efectivamente ejecutados. Los distintos integrantes de la resistencia que pertenecían a algún partido político, como socialistas y liberales, volvieron a sus puestos, mientras que en las elecciones celebradas después de la guerra, los comunistas daneses sólo obtuvieron 1/8 (12,5%) de los votos.

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