sábado, 14 de junio de 2014

LUIS ANTONIO DE ARTOIS, DELFÍN DE FRANCIA Y DUQUE DE ANGULEMA

Armas del Duque de Angulema como Delfín de Francia (1824-1830)
Diseño: Sodacan

Hablábamos el pasado jueves del Duque de Angulema como comandante supremo de los Cien Mil Hijos de San Luis; hoy nos vamos a interesar por su biografía.
Luis Antonio de Francia (Louis-Antoine de France) nació en Versalles el 6 de agosto de 1775. Era hijo de Carlos Felipe de Borbón, Conde de Artois, hermano menor del entonces joven rey Luis XVI y de María Teresa de Saboya.
Fue bautizado en la Capilla Real del Palacio de Versalles, siendo sus padrinos de bautismo SS.MM.CC. los Reyes de Francia Luis XVI y María Antonieta.
El Duque de Angulema en un retrato de su infancia
Abandonó Francia con sus padres en 1789, debido a los acontecimientos revolucionarios, y pasó gran parte de su vida en el exilio. Contrajo nupcias con su prima hermana María Teresa de Francia, con quien no tuvo sucesión, aunque años más tarde la pareja crió como hijo a su sobrino Enrique de Artois, Duque de Burdeos y conde de Chambord. 
Durante la Guerra de Independecia estuvo en España en el Estado Mayor de Wellington. Regresó a Francia cuando cayó el Imperio Napoleónico en 1814 y su tío, Luis XVIII, ascendió al trono.
Durante los Cien Días logró levantar un pequeño ejército pero no pudo enfrentarse al bonapartismo de nuevo triunfante y marchó al exilio para regresar tras la definitiva derrota de Napoleón en 1815.
Retrato del Duque de Angulema
En 1823 encabezó el ejército de los Cien Mil Hijos de San Luis, enviado a España para ayudar a Fernando VII a restablecer la monarquía absoluta. La expedición no encontró ninguna oposición militar importante, salvo a la hora de sitiar Cádiz, donde salió victorioso de la Batalla del Trocadero, y representó un considerable éxito para los absolutistas al liberarse el Rey. 
Fernando VII le ofreció el título de Príncipe de Trocadero, que el Duque de Angulema rechazó, diciendo que lo juzgaba "poco digno de un Hijo de Francia"
En una carta llevada a su primo el Rey Fernando VII por medio de Louis Justin Marie de Talaru, embajador de Su Majestad Cristianísima en Madrid, recriminaba en términos muy duros al monarca los excesos de su reinado y le conminaba a redimirlos, una vez recuperado el poder absoluto.
El 16 de septiembre de 1824, al ascender su padre al trono como Carlos X, se convirtió en Delfín de Francia y heredero de la corona.
Corona del Duque de Angulema como Delfín de Francia, realizada en 1824
El 30 de julio de 1830 en el ámbito de la Revolución de Julio en París, Carlos X fue depuesto. El 2 de agosto de 1830, Carlos abdicó sus derechos en favor de su nieto el duque de Burdeos, Enrique de Artois y, veinte minutos más tarde, Luis Antonio también renunció sus derechos en favor de dicho duque, por lo que "fue" y es considerado por los monárquicos Luis XIX de Francia y Navarra.
El Duque de Angulema retratado por el pintor Lawrence
La familia real hubo de marchar al exilio mientras el duque de Orleans y Lugarteniente General de Reino fue elegido por las Cámaras y proclamado rey de los franceses como Luis Felipe I.
En sus años de exilio empleó el título de Conde de Marnes. Al morir su padre en Praga, en 1836, una parte de los legitimistas le consideraron como nuevo rey con el nombre de Luis XIX, por considerar inválidas las abdicaciones de 1830. No obstante, se mantuvo apartado de la política y nunca quiso adoptar esta denominación.
Murió en el exilio en 1844. Está enterrado en la cripta de la iglesia del monasterio franciscano de Kostanjevica en Nova Gorica (Eslovenia).
Tumba del Duque de Angulema con la cifra real de Luis XIX de Francia

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