SERVUS HISPANIARUM REGIS



martes, 27 de noviembre de 2018

EL CAPÍTULO DE ISABEL LA CATÓLICA EN SALAMANCA

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Durante los días 23 al 25 de noviembre se han desarrollado en la histórica ciudad de Salamanca, los actos correspondientes a la investidura de nuevos caballeros y damas del Capítulo de Nobles Caballeros y Damas de la Reina Isabel la Católica e ingreso de nuevos académicos de la Academia de la Hispanidad.

El viernes 23 los miembros del Capítulo realizaron una interesantísima visita guiada a los principales monumentos salmantinos, sumergiéndose en el ambiente cargado de historia, arte y ciencia de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.

El sábado 24 se desarrolló la parte central del programa previsto. A primera hora de la mañana, las damas y caballeros del Capítulo franqueaban las puertas del Edificio Histórico de la Universidad de Salamanca para dirigirse al Aula Francisco Salinas. Una vez allí fueron recibidos por el Director de las Conmemoraciones del VIIIº Centenario de la Universidad (1218-2018), quien les dio la bienvenida y explicó el amplio programa de actividades que, con motivo de esa efeméride se estaban realizando, así como de la especial implicación de la Corona de España en la misma.

Debidamente revestidos con las prendas que les son propias y bajo un cuidado protocolo, quedó formado el Capítulo en el Claustro de la Universidad, dirigiéndose hacia la Real Capilla de San Jerónimo para celebrar la Eucaristía.

La Santa Misa fue oficiada por el Capellán del Capítulo, Reverendo Padre José Antonio Calvo, profesor de la Universidad Católica de Ávila y de la Pontificia de Salamanca. Tras la homilía, en la que se glosó el voto inmaculista de la Universidad, se procedió a la ceremonia de investidura de los nuevos caballeros y damas.
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Momento de la Investidura

Finalizado el oficio religioso, el Capítulo se dirigió formado hacia el Aula Francisco Salinas para dar comienzo al Acto Académico, que fue presidido por el Vicerrector de Política Académica y Participación Social de la Universidad de Salamanca, Dr. Don Enrique Cabero. La sesión conmemoró el DXIVº aniversario del fallecimiento de la reina Isabel la Católica en el marco del VIIIº Centenario del Estudio Salmantino.

En primer lugar tomó la palabra el Director de la Academia de la Hispanidad, don Luis Manuel de la Prada, quien, tras recitar los primeros versos de la Oda a Salinas de Fray Luis de León, reflexionó sobre lo que los Reyes Católicos habían aportado a la Universidad de Salamanca y lo que ésta había aportado al Reino. Posteriormente pasó a presentar el curriculum del Prof. Dr. Daniel Jesús García Riol, encargado de realizar el Elogio a la Reina.
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Intervención del Vicedirector de la Academia de la Hispanidad con su Elogio a la Reina

El profesor García Riol, Vicedirector de la Academia de la Hispanidad, pronunció el citado Elogio bajo el título: "Isabel, Madre de la idea de España". En él expuso las claves del proyecto unificador isabelino y las distintas circunstancias que lo fueron matizando. También insistió, en su parlamento, en la naturalidad con la que numerosos autores de finales del siglo XV y principios del siglo XVI hablaban de España como una realidad presente.

Posteriormente la Secretaria Canciller, doña Maria Ángeles Perales Frontelo dio lectura al acta por el que se acordaba el ingreso de dos nuevos miembros a la Academia de la Hispanidad, quienes se acercaron a la mesa presidencial para recibir su medalla y diploma acreditativos de su nueva condición.

El Gran Maestre Emérito, don José María Gómez dio lectura a un soneto de su autoría dedicado a la Universidad de Salamanaca. Así mismo el Capítulo regaló a la Universidad un cuadro cerámico con la efigie de la Reina y el  citado poema alusivo de don José María Gómez.
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Intervención del Gran Maestre Emérito

Intervino también el Gran Maestre, don Raúl Baz Terrón para agradecer la excelente acogida al capítulo por parte de la Universidad, felicitando a los intervinientes. También recordó la estrecha vinculación de la Universidad de Salamanca con la Corona de Castilla "tal y como se puede constatar en la fachada del Edificio Histórico"."Es una institución (en alusión al Estudio Salmantino) a la Monarquía, durante los siglos XV Y XVI, acudió en innumerables ocasiones para pedir consulta y apoyo en la resolución de no pocos problemas de estado", apostilló el Gran Maestre.

Para finalizar el acto académico tomó la palabra el Vicerrector Cabero quien se declaró ferviente isabelino, destacando el honor de celebrar un acto tan relevante como es la investidura de nuevos caballeros y damas, y el nombramiento, por primera vez, de un comendador por Salamanca de este Capítulo y la incorporación de nuevos académicos.

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De izquierda a derecha: el Director del VIIIº Centenario, el Gran Maestre, el Vicerrector de política Académica, el gran Maestre Emérito y la Presidenta de Alumni
Subrayó también la amabilidad de haber designado a la Universidad de Salamanca, inmersa en la conmemoración de su VIIIº Centenario, como sede para celebrar unos actos que cada año tienen lugar coincidiendo con el aniversario fallecimiento de la reina Isabel.

Para finalizar, el gran Maestre entregó la Medalla de Plata del Capítulo a la Universidad, correspondiendo ésta con el obsequio de la última edición del libro sobre El Cielo de Salamanca, obra pictórica singularísima del pintor Fernando Gallego.
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El Capítulo pasa junto a la Casa de las Conchas

Concluido el acto académico, los caballeros y las damas, en número de unos ochenta, se dirigieron a la Plaza de Monterrey para realizar una ofrenda floral ante el monumento del Príncipe don Juan, Príncipe de Asturias y Señor de Salamanca. Ante la imagen escultórica, el Gran Maestre Emérito, don José María Gómez, dio lectura a un Romance de su autoría en el que se glosaba la vida y muerte del único hijo varón de los Reyes Católicos.

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Ofrenda de la corona de laurel al Príncipe don Juan y lectura de su Romance

Regresados los participantes al recinto universitario, quedó disuelto el Capítulo y sus miembros se dirigieron al almuerzo de hermandad celebrado en los salones del Hotel Alameda Palace, resultando éste muy animado y que contó con la presencia del Vicerrector don Enrique Cabero, a quien se despidió a los postres con el canto del Gaudeamus Igitur.
El Capítulo transita por las históricas calles salmantinas

El domingo 25 los capitulares realizaron una visita guiada al Monasterio de San Esteban, joya arquitectónica de la ciudad de Salamanca. Entre sus gloriosos muros contemplaron la majestuosa iglesia, la tumba del Gran Duque de Alba, el confesionario de Santa Teresa, el Claustro de Colón y el Claustro principal. Se evocaron las grandes figuras de los dominicos de la Escuela de Salamanca como Francisco de Vitoria o Domingo de Soto, así como se recordó la presencia de Cristóbal Colón ante la comisión que juzgó en primera instancia su proyecto de viaje.

Posteriormente el grupo se dirigió a la Catedral Vieja de la ciudad para asistir a la Santa Misa en la Festividad de Cristo Rey. La ceremonia religiosa fue presidida por el Deán del Cabildo y concelebrada por el Capellán del Capítulo. Tras la foto de familia en las gradas del altar mayor, los capitulares entonaron el “Christus vincit” y culminaron la jornada con la visita del Claustro y sus dependencias.

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Foto de familia del Capítulo en la Real Capilla de San Jerónimo

Magníficas jornadas en las que la causa isabelina ha brillado con luz propia gracias a la Universidad de Salamanca y al Capítulo, institución con casi cincuenta años de historia entregada a perpetuar la memoria la reina Isabel la Católica y trabajar por su beatificación.

sábado, 10 de noviembre de 2018

MINDAUGAS II, UN REY PARA LITUANIA

Wappen des Herzogs von Urach.svg
Armas de Mindaugas II
Diseño: urachermensch

Su Alteza Serenísima Príncipe Guillermo de Urach, Conde de Württemberg, 2.º Duque de Urach (Guillermo Carlos Florestán Gero Crescencio); nació en Mónaco el 30 de mayo de 1864.
Era el hijo mayor de Guillermo I, duque de Urach (Jefe de una rama morganática de la Casa Real de Würtemberg) y de su segunda esposa, la princesa Florestina de Mónaco, que actuaba ocasionalmente como Regente del Principado como hija que era de Florestán I, príncipe de Mónaco.
A los cuatro años, Guillermo sucedió a su padre como duque de Urach. Pasó gran parte de su infancia en el Palacio de los Grimaldi en Mónaco, donde su madre, la princesa Florestina, a menudo se encargaba del gobierno, mientras su sobrino, el príncipe Alberto I de Mónaco, salía a largas exploraciones oceanográficas. Guillermo era culturalmente francófono.
Guillermo de Urach y su familia
A través de su madre, Guillermo era el segundo en la línea de sucesión al Trono de Mónaco. El primo de Guillermo, Alberto I tenía un solo hijo, Luis, que era soltero y no tenía hijos legítimos. La República Francesa, sin embargo, se mostraba reacia a ver a un gobernante alemán en Mónaco. Por ello, y bajo presión francesa, el principado aprobó una ley, en 1911, en la que reconocía a la hija ilegítima de Luis, Carlota, como heredera, siendo adoptada en 1918 por su abuelo, Alberto I de Mónaco. De este modo, Guillermo fue relegado al tercer puesto en la línea de sucesión, después de Luis y Carlota. En julio de 1918 Francia y Mónaco firmaron un tratado en el que se exigía que todo futuro Príncipe de Mónaco debía ser ciudadano francés o monegasco, debiendo además contar con el beneplácito del gobierno francés.​ Después de la subida al trono del príncipe Luis II en 1922, Guillermo renunció a sus derechos en favor de unos primos lejanos franceses, los condes de Chabrillan, en 1924.
En 1913, Guillermo estuvo entre los príncipes elegibles para ocupar el trono de Albania, siendo apoyado por los grupos católicos del norte de aquel país. Sin embargo, en 1914, Guillermo de Wied fue elegido en su lugar.
En 1917 se especuló con la posibilidad de que fuera creado duque de Lorena una vez que terminara la Gran Guerra. 
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Guillermo de Urach, Mindaugas II
Militar de carrera desde 1883, participó en la primera Guerra Mundial. Hasta noviembre de 1914 formó parte del asalto alemán contra Francia y Bélgica. En diciembre de 1914 su división luchó en la batalla para cruzar el río Bzura en Polonia. De junio a septiembre de 1915 se trasladó desde el norte de Varsovia a las posiciones cerca del río Niemen, un avance de cientos de kilómetros en la campaña en que Polonia fue ocupada. Entre octubre y noviembre de 1915 participó en la ocupación de Serbia. Posteriormente operó en Ypres, Bélgica, entre diciembre de 1915 y julio de 1916. Su división fue destruida, en gran parte, en las batallas de Somme de agosto a noviembre de 1916, sosteniendo el Reducto Schwaben. Finalmente se retiró como general de división el 5 de enero de 1917.
El 4 de junio de 1918, recibió la invitación del Consejo de Lituania para reinar en el recién independizado país como Mindaugas II.​ Guillermo aceptó y fue elegido monarca de los lituanos el 11 de julio de 1918, Su elección puede explicarse por varios factores: era católico (religión mayoritaria en Lituania). Pertenecía a la Casa de Grimaldi reinante en Mónaco, siendo príncipe desde la cuna. No era miembro de la Casa de Hohenzollern, la familia a la que pertenecía el emperador alemán Guillermo II que deseaba que Lituania fuese una monarquía en unión personal con Prusia. Había desempeñado una excelente carrera militar. Finalmente, si los Imperios Centrales ganaban la guerra, Lituania podría esperar protección de Alemania en caso de futuras intrusiones por parte de Rusia.
Según el acuerdo de Guillermo con el Consejo de Lituania él tenía que residir en el país y hablar el lituano.
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Fotografía de Mindaugas II con los atributos reales lituanos
Desde sus comienzos el reinado de Guillermo fue controvertido. El Gobierno Alemán no reconoció la elección de Guillermo como Rey y nunca tuvo la oportunidad de viajar Lituania,​ permaneciendo en el Castillo Liechtenstein, su residencia al sur de Stuttgart. A pesar de ello empezó a aprender el idioma lituano. Sin embargo, a​ los pocos meses de su elección quedó claro que Alemania perdería la Primera Guerra Mundial, y el 2 de noviembre de 1918, el Consejo de Lituania cambió su decisión optando por proclamar la república.
Guillermo falleció en la localidad italiana de Rapallo el 24 de marzo de 1928. Sus restos reposan en la Iglesia del Palacio de Ludwigsburg (Alemania).

jueves, 8 de noviembre de 2018

CONFERENCIA EN MADRID


La Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía y la Cancillería de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo culminan en el día de hoy su Ciclo de Conferencias sobre la "Realidad actual de las Órdenes Militares y de Caballería", y que se ha venido desarrollando desde el pasado mes de febrero.
La conferencia de hoy jueves 8 de noviembre tendrá lugar en la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense de Madrid y será pronunciada por la Ilma. Sra. Dra. doña Ángela Madrid Medina, Directora de la Revista de las Órdenes Militares y Académica de Número, electa, de la Real y Matritense de Heráldica y Genealogía.
El título de su intervención será: "El ayer y el hoy de las Órdenes de Caballería españolas".
La conferencia dará comienzo a las 19 horas en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias de la Documentación de la Universidad Complutense de Madrid, c/ Santísima Trinidad 37, Madrid.


martes, 6 de noviembre de 2018

ENRIQUE I, REY Y CARDENAL, ÚLTIMO MONARCA PORTUGUÉS DE LA CASA DE AVÍS

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Armas de Enrique I de Portugal
Diseño: Heralder
Enrique I de Portugal, apodado el Piadoso y el Casto,​ y también llamado Enrique «el Cardenal» o el Cardenal-Rey nació en Lisboa el 31 de nero de 1512.
Fue hijo del rey Manuel I "El Afortunado" y de la infanta María de Aragón y hermano menor del rey Juan III de Portugal. Como hijo menor de la familia, no se esperaba que llegara nunca al trono portugués. Ya de joven, Enrique tomó las órdenes sagradas para promocionar las relaciones entre Portugal y la Santa Sede, dominadas en ese momento por España. 
Su carrera eclesiástica fue muy rápida, convirtiéndose en arzobispo de Braga con tan sólo 22 años, ocupando luego las sedes de Évora y Lisboa y la dignidad de Gran Inquisidor de Portugal. Su ascenso se culminó con su promoción al cardenalato en 1545 a los 33 años. 
Enrique decidió llevar a los jesuitas a Portugal y utilizarlos como evangelizadores y gestores en el imperio colonial portugués.
Actuó como regente de su sobrino-nieto Sebastián I  entre 1557 y 1568, y le sucedió como rey el 28 de agosto de 1578,​ tras desaparecer Sebastián en la batalla de Alcázarquivi. Enrique intentó renunciar a sus votos eclesiásticos con el fin de encontrar una esposa y asegurarse la continuación de la dinastía, pero el papa Gregorio XIII, aliado de los Habsburgo, no le dispensó de los votos.​
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Enrique I de Portugal
El rey-cardenal murió en Aleirim el 31 de enero de 1580 antes de que el Consejo de Regencia hubiera escogido a su sucesor. Su fallecimiento provocó una crisis sucesoria en la que varios pretendientes intentaron hacer valer sus derechos al trono portugués. Mientras el Trono estuvo vacante, se encargó del gobierno una Junta formada por Jorge de Almeida, Francisco de Sá de Meneses, João de Mascarenhas, João Telo de Meneses y Diogo Lopes de Sousa.
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Otro retrato del rey Enrique I
El 19 de junio de 1580 Antonio, prior de Crato, hijo bastardo de Luis de Portugal y nieto de Manuel I se proclamó rey con el apoyo del pueblo llano. Ante estos hechos, Felipe II de España, uno de los principales pretendientes a la Corona lusa, envió al duque de Alba al frente de un ejército para que derrotara al prior de Crato. Tras la victoria española en la batalla de Alcántara, Lisboa cayó con rapidez y Felipe fue elegido rey de Portugal (como Felipe I) con la condición de que el reino y sus territorios de ultramar no se convertirían en provincias castellanas.
Tras lograr su reconocimiento por las Cortes de Tomar y derrotar a los últimos partidarios del Prior de Crato, Felipe II ( Felipe I de Portugal) ordenó que los restos de Enrique I, último de los monarcas de la Casa de Avís, fueran trasladados a la Iglesia del Monasterio de los Jerónimos de Lisboa en 1582
Tumba del rey don Enrique I en los Jerónimos de Lisboa
Foto: Diego Delso