SERVUS HISPANIARUM REGIS



sábado, 31 de enero de 2015

50º ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE SIR WINSTON CHURCHILL

Armas de Sir Winston Churchill
Diseño: Heralder

Con motivo de cumplirse los cincuenta años del fallecimiento de Sir Winston Churchill, líder de la resistencia británica al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial, han tenido lugar una serie de actos en la ciudad de Londres.
De entre ellos destacamos el que tuvo lugar en el recinto de la Torre de Londres. En aquel emblemático lugar de la capital británica, una corona de honor, con la letra "V" ("Victory") fue trasladada por tres "Yeoman Warder" desde la Capilla de San Pedro ad Vincula hasta Havergore.

Los Yeoman Warder con la corona
Foto: Tower of London


Entrega de la corona a las fuerzas militares presentes
Foto: Tower of London

Sir Winston Churchill falleció el 24 de enero de 1965. Su cuerpo permaneció en la capilla ardiente en Westminster durante tres días. El funeral se realizó en la Catedral de San Pablo. Fue el primer funeral celebrado en dicha catedral a un hombre no perteneciente a la realeza desde que se le hiciera al mariscal de campo Lord Roberts de Kandahar en 1914. Cuando su féretro fue transportado por el río Támesis, todas las grúas estaban inclinadas en saludo.
 La artillería real hizo diecinueve disparos en su honor, como se hace con los jefes de estado, y dieciséis aviones de la RAF sobrevolaron Londres. El funeral propició la asistencia del mayor número de dignatarios en la historia de Gran Bretaña, contando representantes de más de cien países. Fue también la reunión más grande de jefes de estado hasta el fallecimiento del Papa Juan Pablo II en 2005.
Por petición de Churchill, sus restos fueron enterrados en la tumba de la familia en la iglesia de Saint Martin, Blandon, cerca de Woodstock, no lejos de su lugar de nacimiento en Blenheim.
Tumba de Wiston Churchill y de su esposa

viernes, 30 de enero de 2015

MAFALDA DE SABOYA, UNA PRINCESA VÍCTIMA DEL NAZISMO

S.A.R. la Princesa Mafalda de Saboya

El pasado martes 27 de enero, se celebraba en todo el mundo el "Día del Recuerdo", jornada en la que las naciones de la tierra rememoran la barbarie de la "Shoah", desatada por el IIIº Reich contra los judíos. Miembros de otros grupos étnico-religiosos y político-sociales también fueron perseguidos y, en importantes porcentajes, exterminados a lo largo de la Segunda Guerra Mundial. 
Entre sus víctimas figura una princesa de sangre real italiana, Mafalda de Saboya.

La princesa Mafalda de Saboya (Mafalda Maria Elisabetta Anna Romana di Savoia), “Muti”, sobrenombre que recibió en el seno familiar, nació el 19 de noviembre de 1902 en Roma. Fue la segunda hija de los reyes de Italia Víctor manuel III y Elena de Montenegro y hermana del futuro rey Humberto II.
Recibió, como era costumbre de la época, instrucción de profesores particulares en artes e inglés, francés y alemán, en los amplios salones del Palacio del Quirinal y más tarde, a partir de 1914, en Villa Saboya (antigua Villa Ada, que había pertenecido a los Príncipes Brancaccio y que Víctor Manuel III compró para establecerse con su familia), en las afueras de Roma.
Princess Mafalda of Italy.jpg
Una imagen infantil de la Princesa Mafalda
En 1923, Mafalda conocería en Roma al que se convertiría en su marido: el príncipe y landgrave alemán y sobrino del kaiser Guillermo II, Felipe de Hessse-Kassel (1896–1980), perteneciente a una de las más distinguidas familias de la nobleza alemana.
La esperada boda real se anunció para el 23 de septiembre de 1925, y se llevó a cabo en el Castillo Racconigi de Turín, histórico bastión de los Saboya. 
De vuelta de su luna de miel, en la que recorrieron de incógnito la Riviera italiana y Capri, los recién casados se establecieron en Villa Polissena, que se ubicaba dentro del predio de Villa Saboya y había sido diseñada íntegramente por el príncipe Felipe.
Allí nacieron los cuatro hijos de la pareja, Moritz (1926-2013), Heinrich (1927–1999), Otto (1937–1998) y Elizabetta (1940).
La Princesa junto a sus tres hijos
Ya en la década de los 30, Felipe, que sentía una gran admiración por Mussolini, pensaba que en Alemania era posible establecer un régimen fascista al estilo del italiano; y como muchos nobles alemanes, se afilió al Partido Nacional Socialista y a las S.A.. Dada su posición social, en 1934 fue nombrado gobernador de la provincia de Hesse-Hassau. Mafalda, que no simpatizaba con las ideas fascistas, se opuso al nombramiento porque no quería dejar Italia para instalarse en Alemania.
En 1943, la guerra en Europa entra en su etapa definitiva cuando los aliados invaden Sicilia y obligan a las tropas alemanas a retirarse lentamente hacia el norte. El régimen de Mussolini cae, siendo el Duce depuesto y encarcelado por orden deVíctor Manuel III. Esta situación enfurece a Hitler, que decide poner en marcha la Operación Abeba: la caza y captura de la familia real italiana a cualquier precio.
En esos momentos, Mafalda se encontraba en Sofía (Bulgaria), acompañando a su hermana Juana, Reina de Bulgaria, en el entierro de su marido, el rey Boris III. Se creía a salvo por su matrimonio con un alemán que además era miembro del partido nazi, pero ignoraba que Hitler lo había hecho encarcelar por no haber informado sobre la “traición” de Víctor Manuel III, y que además habían puesto precio a su cabeza; sólo pensaba en volver a Italia para ver a sus hijos.
El 21 de septiembre de 1943, Mafalda llega a Roma, declarada ciudad abierta, y se dirige directamente al Vaticano, donde se encontraban asilados sus hijos, ya que el resto de la familia real había huido hacia el sur. Tras el reencuentro, Mafalda decide abandonar la segura neutralidad que le ofrecía la Santa Sede para trasladarse a Villa Polissena, un error que le costaría la vida.
Al día siguiente, el 22 de septiembre, Mafalda es hecha prisionera y trasladada en avión a Alemania, donde le habían dicho que se encontraría con su marido. Sin embargo, una vez llegada a su destino, Mafalda no sólo no se reunió con su marido, sino que fue acusada de traición y llevada al campo de concentración de Buchenwald, en Turingia y confinada en el barracón nº 15, el "barracón de aislamiento", fuera del campo y oculto en medio del bosque. 
Foto: rete.comuni-italiani.it
El barracón estaba rodeado por un pequeño jardín y éste por un muro de tres metros con alambres de púas en lo alto y doce guardias de las S.S. apostados en el exterior. Se le dio un nombre falso, Frau von Veber, y tuvo absolutamente prohibido dar a conocer su verdadera identidad.
La princesa Mafalda vivía allí de forma privilegiada, en comparación con la gran masa de presos. El barracón tenía diez habitaciones, una cocina y un baño, y estaba destinado a personas socialmente relevantes. Entre la cincuentena de personalidades detenidas allí estaban, por ejemplo, los franceses Edouard Daladier, el general Gamelin, Paul Reynaud, León Blum, las esposas de ex dirigentes sindicales alemanes con sus hijos; y otros, incluyendo la familia del coronel conde Claus von Stauffenberg, autor del atentado fallido contra Hitler y ya ejecutado. 
Mafalda de Hesse compartía una de las habitaciones del barracón con el matrimonio Breitscheid y María Ruhnau, detenida por ser Testifgo de Jehová, y asignada como ayudante para la princesa. La escasa comida que recibían (aunque era aún más escasa para los demás presos) consistía en pan negro, mantequilla, un sustituto del café, sin azúcar, y sopa de carne y cebada.
Sello italiano dedicado a la Princesa 
Permaneció encarcelada en ese barracón hasta el 24 de agosto de 1944, día en que el campo fue bombardeado por aviones aliados. El Sr. Breitscheid murió aplastado por los escombros, su esposa cayó inconsciente pero con vida. Aunque Mafalda se refugió en una trinchera, resultó con heridas de gravedad, sobre todo una en el brazo a la altura del hombro, en la que el hueso le quedó expuesto. Ambas mujeres, asistidas por María Ruhnau, que sobrevivió al campo de concentración, fueron llevadas a la enfermería, y la amputación, urgente, fue retrasada por el médico responsable hasta que su situación se hizo irreversible. La Princesa falleció y fue enterrada en el cementerio de Weimar, fosa 262, como mujer desconocida. Posteriormente, sus restos serían recuperados por la familia y trasladados a una sepultura definitiva.
No fue hasta el 11 de abril de 1945 cuando Radio Londres informó sobre su muerte. Su marido y sus padres, el Rey Víctor Manuel III y la Reina Elena, se enteraron por la prensa unos días después en su exilio egipcio de Alejandría.
El príncipe Felipe debió esperar hasta 1951, cuando el gobierno soviético y el de la RDA (Weimar se encontraba en la Alemania Oriental) autorizaron la exhumación de los restos de Mafalda para poder trasladarlos al mausoleo de los Landgraves de Hesse, en el castillo de Kronberg (Alemania), donde se encuentran desde entonces.
Mafalda como.JPG
Monumento a Mafalda de Saboya

jueves, 29 de enero de 2015

LA MEDALLA DEL CENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA BELGA

Albert Ier (roi des Belges)
Armas del Rey de los Belgas desde 1921
Diseño: Katepanomegas

En 1930 se cumplía el Centenario de la Independencia de Bélgica. La princesa María José contraía matrimonio con el Príncipe Humberto del Piamonte el 8 de enero de ese año. 
El rey Alberto I de los Belgas participó en los principales eventos y celebraciones, mientras impulsaba el desarrollo económico y cultural del país. 
Le roi Albert Ier de Belgique
S.M. el Rey Alberto I de los Belgas

1930 fue para Bélgica no sólo el primer centenario de su independencia nacional, sino también el año de las Exposiciones Universales de Amberes y Lieja. Es, de igual modo,  el momento en que se produce el inicio de los trabajos del Canal Alberto, que unirá el puerto fluvial de Lieja con el puerto de Amberes.
Dentro de las acciones conmemorativas del centenario 1830-1930, se acuñó una medalla de plata con forma octogonal. En su anverso se mostraban las efigies de los tres soberanos belgas desde la independencia (ordenados de fondo a superficie): Leopoldo I, Leopoldo II y Alberto I. Remata el conjunto una corona real que sirve de unión con la anilla de la cinta.
Anverso de la Medalla del Centenario
Foto: militaria-agent.com

El reverso de la Medalla muestra una corona mixta de hojas de laurel y hojas de roble que envuelven por completo las fechas "1830" y "1930".
La cinta es blanca con dos finos listones laterales que portan los colores nacionales belgas: negro, amarillo y rojo.
reverso de la Medalla del Centenario
Foto: militaria-agent.com

martes, 27 de enero de 2015

DOÑA EULALIA DE BORBÓN, UNA INFANTA INDEPENDIENTE

Eulalia of Bourbon, Infanta of Spain.jpg
La Infanta Doña Eulalia de Borbón, duquesa de Galliera

S.A.R. María Eulalia de Borbón (bautizada con los nombres de María Eulalia Francisca de Asis Margarita Roberta Isabel Francisca de Paula Cristina María de la Piedad), nació en el Palacio real de Madrid el 12 de febrero de 1864.
Fue la hija menor de la reina Isabel II y del rey consorte don Francisco de Asís de Borbón, aunque su verdadera paternidad ha sido disputada. Doña Eulalia se parecía físicamente a su madre, pues era rubia y de ojos azules, aunque tenía buena figura. Su carácter independiente y levantisco provocó numerosos choques con su hermana mayor, la infanta Isabel ("la Chata"), con quien tenía frecuentes disputas.
Vivió en Madrid hasta 1868, cuando su madre fue derrocada por la Revolución Gloriosa. Desde entonces fue educada en privado en París y posteriormente en el Colegio del Sagrado Corazón de la capital francesa. La joven Eulalia se instaló, con su madre y sus hermanas Paz y Pilar en el Palacio de Castilla, situado en la avenida Kléber de París.
Isabel II y sus hijas las infantas: Eulalia, Paz y Pilar en una fotografía de 1875
Tras la restauración de la monarquía borbónica en la persona de su hermano Alfonso XII a finales de diciembre de 1874, la infanta y sus dos hermanas no pudieron regresar a España hasta 1876. En cambio, su hermana mayor, la infanta Isabel, condesa viuda de Girgenti, sí pudo volver a Madrid, donde desarrolló las funciones propias de una reina consorte hasta que el rey contrajese matrimonio. Su madre, la reina Isabel II, siguió haciendo de París su residencia permanente bajo insistencia del gobierno español, aunque con visitas esporádicas a España.
Tras el fallecimiento de Alfonso XII (1885), Eulalia era la única de sus hermanas que permanecía soltera (Isabel era viuda y no deseaba volver a casarse, Paz estaba casada con su primo, el príncipe Luis Fernando de Baviera; y la infanta Pilar había fallecido repentinamente en 1879). Como parte de una promesa que le había hecho al difunto rey, la infanta se casó en contra de su voluntad y por razones de Estado, el 6 de marzo de 1886 en Madrid con su primo carnal, Antonio de Orleáns y Borbón, futuro duque de Galliera, hijo de Antonio de Orleáns, duque de Montpensier, y de la infanta Luisa Fernanda de Borbón, y nieto del rey Luis Felipe de Francia.
La Infanta Eulalia y su esposo, el Duque de Galliera, en 1886
La pareja tuvo dos hijos: Alfonso de Orleáns, famoso aviador militar, y Luis Fernando de Orleáns. Sin embargo el matrimonio de la infanta Eulalia y Antonio de Orleans pronto hizo aguas. Su separación el 31 de mayo de 1900 produjo un escándalo en la corte madrileña, aunque era harto sabido que tanto don Antonio como doña Eulalia tenían amantes. 
En 1893, la reina regente María Cristina le encomendó representar a la Corona española en un viaje oficial a Cuba, Puerto Rico y Estados Unidos (Washington D.C., Nueva York y Chicago). El periplo duró en total ochenta días y fue todo un triunfo personal para la infanta. Su notable savoir faire le ganó los corazones de las gentes de aquellas tierras. Por otra parte, su aguda inteligencia y fino poder de observación le hicieron comprender la inevitabilidad de la próxima pérdida de las últimas colonias españolas en América y la inminencia de la guerra de Cuba.
La Infanta Eulalia retratada por Giovanni Boldini en 1898
Doña Eulalia gustaba de viajar y durante un tiempo estuvo viviendo en París en una residencia para señoras que regenteaba la madre Lóriga, ya que no podía mantener casa. Durante sus viajes por Europa conoció y trató a Carlos I de Portugal (en su libro La infanta republicana el autor José María Zavala sugiere que eran amantes), Nicolás II de Rusia y el Kaiser Guillermo II, al que le unía una gran amistad. Después de que obtuviese el control de su propio dinero y pudiese evitar los despilfarros de su ex marido, que dilapidó una enorme fortuna mientras duró su matrimonio, la infanta pasó los últimos años de su vida en una villa en Irún.
En 1942, el general Franco le concedió coche y chófer de por vida.
La Infanta Eulalia además fue autora de un libro titulado "Au Fil de la Vie" (publicado en 1911 en Francia bajo el seudónimo de 'Condesa de Avila') que fue prohibido en España por su sobrino, el rey Alfonso XIII, por ser una obra de carácter feminista y demasiado modernista. La infanta además publicó un libro de memorias en los años 30. Anteriormente, en 1915, publicó en Inglaterra "Court Life from Within", y en diciembre de 1949 "Cartas a Isabel II (Mi viaje a Cuba y Estados Unidos)" donde se recogen las 60 cartas que la infanta remitió a su madre durante su viaje oficial a Cuba, Puerto Rico y Estados Unidos en 1893.
FeminaNo161octobre1907.jpg
La Infanta Eulalia fue una consumada tenista. Fotografía tomada en 1907
Doña Eulalia falleció en Irún el 8 de marzo de 1958 y está sepultada en el Panteón de Infantes del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

lunes, 26 de enero de 2015

LAS MEDALLAS DEL MATRIMONIO DEL PRÍNCIPE HUMBERTO DE SABOYA Y MARÍA JOSÉ DE BÉLGICA

Principi-Piemonte-1931-1935.jpg
El 8 de enero de 1930, en la Capilla paulina del Palacio del Quirinal de Roma, tenía lugar la boda entre S.A.R. Humberto de Saboya, Príncipe del Piamonte y S.A.R. María José, Princesa de Bélgica.
Según la creencia popular se trataba de un matrimonio por amor, aunque en realidad eran notorias las diferencias culturales, políticas y de formación recibidas.
La Princesa lució un bello vestido blanco con mantilla y una espectacular diadema; el Príncipe vestía el uniforme de gala de coronel de infantería.
Tras la ceremonia religiosa, ambos esposos se desplazaron al Vaticano para ser recibidos en audiencia por Su Santidad el Papa Pío XI, una muestra más del reciente restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Italia y la Santa Sede con los recién firmados Pactos de Letrán (1929).
El matrimonio tuvo cuatro hijos:
La princesa María Pía, nacida en 1934. El Príncipe Víctor Manuel, Duque de Saboya, nacido en 1937. La Princesa María Gabriela, nacida en 1940; y la Princesa María Beatriz, nacida en 1943.
La Princesa María José nunca aceptó el régimen fascista italiano de Mussolini, a quien se opuso. Por la abdicación de su suegro, el Rey Víctor Manuel III, ocurrida en 1946, se convierte en Reina de Italia junto a su marido Humberto II. Sin embargo su reinado fue efímero puesto que duró sólo 33 días debido al plebiscito en que el pueblo italiano optó por la república. 
Bundesarchiv Bild 102-09783, Mailand, Italienisches Kronprinzenpaar.jpg
SS.AA.RR. los Príncipes Humberto y María José durante una visita a Milán
Abandonó Italia con la familia real para ir al exilio, primero en Portugal, luego en Suiza. María José fue conocida como la Reina de Mayo, debido a la brevedad de su reinado como consorte.
Poco tiempo antes de su muerte, el `parlamento italiano aprobó un decreto por el que se permitía a la última reina regresar definitivamente a Italia. La Reina María José no aceptó esa invitación formulada por el primer ministro italiano, alegando que no volvería a Italia si no se cambiaba la ley de la Constitución Política que prohibía el retorno de los varones descendientes del último rey al territorio italiano. 
La Reina María José falleció el 27 de enero de 2001 en Ginebra, siendo sepultada en la Abadía de Santa María de Hautecombe, en la Saboya Francesa, junto a su esposo, Humberto II, fallecido en 1993.
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La boda real tuvo su reflejo en la falerística de la época con la acuñación de una medalla conmemorativa.
Se trata de una pieza circular, existente en versiones de plata y de bronce, en cuyo anverso se muestran las efigies de los entonces Príncipes Humberto y María José, acompañados de una leyenda latina que dice: "HUM(BERTUS) SAB(AUDIAE) PEDEM(ONTIS) PRIN(CEPS) MARIA IOS(E) BELG(ICAE) PRIN(CIPESA)" ("Humberto Príncipe de Saboya-Piamonte. María José Princesa de Bélgica".

Anverso de la Medalla
Foto: www.ebay.it
El reverso muestra los escudos de armas del Príncipe Heredero (Saboya con lambel) y de Bélgica, ambos compartiendo la corona de Príncipes del Piamonte. Les rodean los "nudos de Saboya" y la data latina: "ROMA. VIII DIE IAN(UARIUS) MCMXXX". ("Roma 8 de enero de 1930). La cinta es de color azul Saboya.

Reverso de la Medalla
Foto: www.ebay.it

También fueron acuñadas otras medallas de diferentes estilos y calidades que mostramos a continuación como complemento a la entrada de hoy.
Foto: www.ebay.it

MEDAGLIA-COMMEMORATIVA-CON-MARIA-JOSE-E-UMBERTO-II-DI-SAVOIA-A201
Foto: www.ebay.it

Foto: www.ebay.it

domingo, 25 de enero de 2015

LA IGLESIA MEMORIAL DEL KAISER GUILLERMO

Una imagen de la Iglesia del Kaiser en 1900
La iglesia evangélica luterana Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche (Iglesia en recuerdo del emperador Guillermo), coloquialmente conocida como Gedächtniskirche (iglesia del recuerdo), se encuentra en la plaza Breitscheidplatz, en el distrito berlinés de Charlottemburg.
El kaiser Guillermo II ordenó la construcción del monumento religioso para honrar a su abuelo Guillermo I, el monarca de la Unificación de Alemania. La iglesia se construyó entre 1891 y 1895 de acuerdo a los planos de Franz Schwechten, con un estilo arquitectónico neorrománico, inspirándose en los modelos de diversas iglesias románicas de Renania, y en especial de la catedral de Bonn, de estilo románico tardío.
Ceremonia de inauguración de la Iglesia del Kaiser en 1895

El edificio original causaba gran impresión por sus cinco torres. La torre principal alcanzaba los 113 metros, siendo la más alta de la ciudad. En su interior, mosaicos de gran valor recordaban la vida y hazañas del kaiser Guillermo I.

Fragmento de uno de los mosaicos con las imágenes de Guillermo II y Augusta Victoria
Foto: Kuebi

Durante la Batalla de Berlín (1945) sufrió numerosos bombardeos, quedando en un estado semi-ruinoso. El Ayuntamiento de Berlín Occidental decidió su conservación como memorial y protegió lo que quedaba del monumento.

Vista de las ruinas en 1954
Foto: Budesarchiv

Se pensó construir dentro de las ruinas de la iglesia demolida por los bombardeos una iglesia de cristal. Pero tras un concurso, se eligió la idea del arquitecto Egon Eiermann, quien propuso un compendio entre la ruina y una construcción moderna. Se mantuvo así la ruina de la torre, de una altura de 71 metros, asegurada arquitectónicamente, como monumento conmemorativo contra la guerra, rodeada por un conjunto de cuatro partes que se construyeron entre 1951 y 1961. La parte moderna de la Iglesia, por su singular forma y la de la torre se denomina, cada una de sus partes, "la polvera" y "el lápiz de labios".

La Iglesia Memorial en la actualidad
Foto: GerardM
Las paredes de las nuevas salas de la iglesia se caracterizan por tener más de 20.000 cristales coloreados que sumergen el interior en una luz azulada. Aparte de ello, la construcción de doble pared aísla el interior del ruido del tráfico de las cercanías.
Interior de la iglesia moderna
Foto: Johann H. Addicks

sábado, 24 de enero de 2015

NUEVA SERIE DE SELLOS DE S.M. EL REY DON FELIPE VI

Sello Felipe VI
El sello de correos con valor de cinco euros, guarda la sorpresa de la "realidad aumentada"

El pasado lunes 19 de enero, Correos puso en circulación una nueva serie básica de sellos con la imagen de S.M. el Rey Felipe VI, la segunda desde la proclamación del monarca y la  primera que se hace anualmente para atender las necesidades postales. La imagen que aparece en los nuevos efectos se corresponde con la del retrato oficial de S.M. el Rey.
La emisión consta de seis sellos, cinco de ellos impresos en offset, con valores de 1; 4 y 10 céntimos de euro, y de 1 y 2 euros, respectivamente, y otro de mayor tamaño, con valor postal de 5 euros, que está impreso en calcografía, con corona de estampación, y que incorpora por primera vez a esta serie dos novedades: el sello es autoadhesivo e incluye Realidad Aumentada (RA).
Gracias a ello, cuando se captura la imagen con un dispositivo que disponga de la aplicación “RA” de CORREOS, aparece una animación con un emoticono que da acceso a un video con más información sobre la figura de S.M. el Rey y su presencia en la Filatelia española. Además, todos los valores cuentan con la singularidad de incluir la “ñ” perforada en una esquina del sello, como signo identificativo de los efectos filatélicos de España.
Esta serie se completa con la “prueba de artista” del sello de calcografía realizada en oro de 24 quilates que recubre una base de plata de 999 milésimas, pensada para satisfacer el interés de los coleccionistas.
La serie completa

La serie básica, llamada también “serie general” o “definitiva”, tiene por finalidad cubrir una amplia gama de valores faciales para atender las necesidades de franqueo. En los países monárquicos, la serie se ilustra con un retrato del monarca, como es el caso de Gran Bretaña, Suecia o España, mientras que en las repúblicas se recurre a imágenes conocidas del país o a figuras alegóricas, como “la Marianne” en Francia.


Generalmente, la serie presenta algunas características propias, como hacer tiradas muy extensas o ilimitadas; reproducir durante años la misma imagen con distintos colores y valores faciales; tener períodos de vigencia y circulación prolongados, o utilizar diversos dentados así como diferentes sistemas de impresión. Valga como referencia que durante el reinado de don Juan Carlos I se han puesto en circulación más de 150 sellos de la serie básica. En total, se han emitido seis tipos de series básicas claramente diferenciadas entre sí, en las que la imagen del monarca ha ido variando con el paso de los años.
FUENTE: CORREOS

viernes, 23 de enero de 2015

EL VUELO DEL "PLUS ULTRA"

Itinerario del Plus Ultra
Diseño: Jarke
Plus Ultra (en latín «Más allá», es el lema de España) fue el hidroavión de nuestro Ejército del Aire que realizó por primera vez un vuelo entre España y América, siendo su destino Buenos Aires, capital de Argentina.
El vuelo del Plus Ultra siguió aproximadamente la ruta tomada en 1922 por los aviadores portugueses Sacadura Cabral y Gago Coutinho, en la primera travesía aérea del Altántico sur, de Lisboa a Río de Janeiro
Despegó el 22 de enero de 1926 frente al Monasterio de la Rábida en Palos de la Frontera (Huelva), emulando la salida de Colón en 1492.
El Plus Ultra en Palos de la Frontera
Los cuatro tripulantes del hidroavión fueron: el comandante Ramón Franco, el capitán Julio Ruiz de Alda, el teniente de navío Juan Manuel Durán y el mecánico Pablo Rada, todos ellos españoles.
La primera etapa se inicia en Palos de la Frontera (Huelva) en el muelle de la Calzadilla, elevándose el hidroavión frente a La Rábida en la desembocadura del río Tinto y termina ocho horas más tarde, cuando —al atardecer— el hidroavión se posó en el Puerto de la Luz, en la bahía de la ciudad insular de Las Palmas de Gran Canaria. El día 26, desde la bahía de Gando, en el municipio de Telde (Las Palmas), costa oriental de la isla, despega el Plus Ultra rumbo a Praia, en la isla de Santiago (Cabo Verde), final de la segunda etapa que dura nueve horas cincuenta minutos.
En la etapa que debía realizarse entre las Islas de Cabo Verde y Pernambuco, de acuerdo a lo establecido, fuertes vientos contrarios hicieron desviar de su ruta al Plus Ultra, situación que mantuvo desvelado al mundo entero durante largas y angustiosas horas, y obligaron a hacer descender al al hidrovión en la isla Fernando de Noromha. Cuando se revisaron los depósitos de combustible, se comprobó que los mismos sólo contenían lo suficiente para volar unos pocos minutos más. Posteriormente se completó el tramo de dicha etapa tal cual había sido programado.
Monumento a los héroes del Plus Ultra en Palos de la Frontera subvencionado por Argentina
Foto: Miguel Ángel, fotógrafo
El día 31 se salvan los 540 km que separan la isla, de Pernambuco (Brasil), en tierra firme, y no sin peligro, pues cuando faltan más de cien kilómetros la hélice posterior se rompe y es preciso arreglarla en pleno vuelo. Ello alarga en más de una hora el tiempo previsto para la travesía.
En Pernambuco la tripulación descansa para realizar reparaciones. El 4 de febrero se llega hasta Río de Janeiro (2.100 km) en doce horas y quince minutos. El recibimiento tributado a los aviadores fue apoteósico. El día 9, Montevideo; al día siguiente, Franco, Ruiz de Alda, Durán y Rada llegan a Buenos Aires entre aclamaciones de muchedumbres de argentinos y españoles.
La llegada de los españoles se recordará durante mucho tiempo. Los grandes diarios porteños exaltaron la hazaña del piloto Franco y sus compañeros.
En total el Plus Ultra recorrió 10.270 km empleando 59 horas y 39 minutos. Desde el punto de vista técnico el vuelo fue un éxito rotundo, tanto para el primer piloto Ramón Franco, como para el segundo de a bordo, el Capitán Julio Ruiz de Alda. Para España, el vuelo del Plus Ultra fue de suma trascendencia.
El rey Don Alfonso XIII donó el Plus Ultra a la Armada Argentina, donde sirvió como avión correo hasta ser retirado del servicio. Actualmente se exhibe en el Complejo Museográfico Provincial "Enrique Udaondo" de la ciudad de argentina de Luján.
El Plus Ultra en el Museo de Luján
Foto: Fer31416
A fines de la década de los ochenta fue enviado a España para realizar una restauración general, con el objeto de reeditar la hazaña de 1926. Sin embargo, el estado general del Plus Ultra era tan malo que era necesaria una reconstrucción casi completa. Por ese motivo, se procedió a hacer una restauración general orientada a su exhibición en un museo.
Una réplica está expuesta en el Museo del Aire de Madrid (Aeródromo de Cuatro Vientos).
Los tripulantes del hidro con S.M. el rey Alfonso XIII,el embajador de Argentina a bordo del " Cataluña " .
S.M. el Rey Don Alfonso XIII y el Embajador de la República Argentina junto a los "Héroes del Plus Ultra"

jueves, 22 de enero de 2015

EL GENERAL MARTÍNEZ CAMPOS

General Martínez Campos (Segunda Parte de la Guerra Civil. Anales desde 1843 Hasta el Fallecimiento de don Alfonso XII) .jpg
Arsenio Martínez-Campos Antón nació en Segovia el 14 de diciembre de 1831. En 1852 ingresó en el Estado Mayor del Ejército. Participó en la Guerra de África (1859-1860) y en la expedición anglo-hispano-francesa contra México en 1862, en ambas ocasiones bajo las órdenes de Juan Prim
Tras la Revolución de 1868  fue destinado a Cuba donde acababa de empezar la Guerra de los Diez Años. Regresó a España en 1872 como brigadier por méritos de guerra. Una vez en la Península, recibió el mando de una brigada para luchar en Cataluña contra los carlistas. En 1873, el presidente de la Iª República, Nicolás Salmerón, le encargó someter los cantones de Almansa y de Valencia, lo que consiguió sin mucha dificultad.
El 2 de enero de 1874, el general Manuel Pavía dio un golpe de estado y disolvió las Cortes, el final de la Primera República estaba cerca.
Martínez Campos era partidario de la Restauración de los Borbones en el trono, pero al contrario que Cánovas del Castillo, no estaba dispuesto a esperar a que la campaña política pacífica acabara por devolver a España la monarquía.
El general Serrano, jefe del poder ejecutivo de la Nación, que sospechaba de Martínez Campos, había decidido desterrarle. Enterado, simuló dirigirse a Ávila, pero fue directamente a Sagunto, requerido por los alfonsinos valencianos para que se pronunciara. Mientras, el brigadier Luis Dabán y Ramírez de Arellamo, Jefe de la brigada Segorbe, trasladó parte de su tropa hasta este mismo lugar. El 29 de diciembre de 1874, con los soldados formando un cuadro, Martínez Campos se dirigió a ellos y proclamó al príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, como Alfonso XII, Rey de España. El gobierno no pudo hacer nada por impedir el movimiento. Cánovas del Castillo ocupó la presidencia de un Ministerio-Regencia a la espera de la llegada del joven monarca.
Pronunciamiento de Sagunto (29-XII-1874)
Con Alfonso XII ya en España, se otorgó a Martínez Campos el mando de las tropas que luchaban contra los carlistas en Cataluña y Navarra. En marzo de 1875 ocupó Olot (la "capital" carlista de Cataluña) y poco después sitió Seo de Urgel, que cayó en agosto. Tras acabar con las últimas posiciones que resistían, el levantamiento carlista en Cataluña quedó definitivamente controlado el 19 de noviembre. El ejército concentró entonces todo su esfuerzo en Navarra, último reducto carlista. El 28 de febrero de 1876, Alfonso XII, el Pacificador entraba en Pamplona. Tras el final de la contienda, Martínez Campos fue ascendido por méritos de guerra a Capitán General.
Fue diputado a Cortes por el distrito de Sagunto en las elecciones de 1876, aunque en noviembre renunció al cargo para ser sustituido por Eduardo Castañón. Ese mismo año fue destinado de nuevo a Cuba. Como Capitán General de la isla estaba al mando de las tropas que luchaban contra los rebeldes desde hacía ocho años.
Al mando de unos 20.000 hombres derrotó a los insurrectos en Santiago de Cuba y Las Villas. Poco después, dándose cuenta de que una guerra tan larga había conseguido debilitar a ambos contendientes y perjudicaba a toda la población de la isla, y, como era favorable a una política de tolerancia, Martínez Campos inició una serie de contactos con los insurgentes. Entonces declaró una amnistía total para todos aquéllos que abandonasen las armas. Los rebeldes, cansados de la guerra, comenzaron a abandonar la lucha.
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El general Martínez Campos, Gobernador General de la Isla de Cuba
El 7 de febrero de 1878 sostuvo un encuentro secreto con Vicente García González, jefe de los insurrectos y le transmitió sus condiciones para que abandonaran las armas. Finalmente, el 10 de febrero se firmó la Paz de Zanjón, con la que se ponía fin a diez años de guerra. Se dio una mayor autonomía a Cuba y se abolió la esclavitud.
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Martínez Campos entra triunfalmente en La Habana (1878)
En 1879 regresó a la Península. Senador por derecho propio, el 7 de marzo, a instancias de Cánovas del Castillo, ocupó el cargo de Presidente del Consejo de Ministros y de Ministro de Guerra por el Partido Conservador. El 9 de diciembre fue sustituido por el propio Cánovas. Al darse cuenta de que había sido instrumentalizado por Cánovas, abandonó su partido y se pasó al Partido Liberal de Sagasta.
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El general como ministro en el gobierno de Sagasta de 1881 a 1883
Formó parte del gobierno de Sagasta de 1881 a 1883, de nuevo como Ministro de Guerra. Mientras estaba en el cargo se ocupó de la creación de la Academia Genera Militar. El 20 de febrero de 1882 se publicó el decreto fundacional, firmado por el rey y por Martínez Campos, por el que se creaba la Academia en el Alcázar de Toledo.
En 1893, ocupando el cargo de capitán general de Cataluña y mientras presenciaba un desfile militar con motivo de las fiestas de la Merced en Barcelona, fue objeto de un atentado anarquista del que salió ligeramente herido.
Recreación del atentado anarquista contra Martínez Campos
Desde 1890, los choques entre las tropas españolas de Melilla y las tribus rifeñas de la zona iban en aumento. El 2 de octubre fueron asesinados un grupo de soldados españoles y unos presidiarios que trabajaban en la construcción de un fuerte a las afueras de la ciudad. La situación fue empeorando hasta que, el 27 y 28 de octubre de 1893, fue atacado el fuerte de Cabrerizas Altas, en el cual el gobernador militar de Melilla, general de división Juan García Margallo murió junto con una parte de sus hombres. El gobierno español organizó inmediatamente un ejército de 20.000 soldados al frente de Martínez Campos.
Ante el temor a una guerra, el sultán Hassan I mandó a su hermano con tropas para controlar a las tribus del Rif. El 5 de marzo de 1894, Martínez Campos firmó con el sultán un Tratado por el que se acabó el conflicto.
El General Martínez Campos leyendo al sultán las bases del nuevo TRATADO Entre España y Marruecos, de Simonet.jpg
Martínez Campos lee al Sultán de Marruecos las condiciones del Tratado de 1894
En 1895, al estallar otra vez la guerra en Cuba, fue nuevamente nombrado Gobernador General de la Isla. Pero esta vez sus intentos pacificadores no dieron mucho resultado y, al no querer endurecer las medidas contra los insurgentes, fue relevado al año siguiente por el general Valeriano Weyler, regresando a la península.
La Gaceta de Madrid publicó el 19 de enero de 1896 su nombramiento como presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina, cargo del que dimitió apenas un mes después. Falleció el 23 de septiembre de 1900 en la villa guipuzcoana de Zarauz.
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Monumento a Martínez Campos en el Parque de El Retiro de Madrid
Foto: Gellerj