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domingo, 7 de mayo de 2017

EL MONASTERIO DE SANTO TORIBIO DE LIÉBANA

Panorámica del Monasterio
Foto; Francisco Díez Martín
Hace escasas fechas quedó abierto un nuevo Año Jubilar Lebaniego (23 de abril de 2017 - 22 de abril de 2018), razón que nos impulsa a dedicar la entrada de hoy domingo a este afamado cenobio cántabro.
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El Monasterio de Santo Toribio de Liébana es un monasterio franciscano localizado en el municipio de Camaleño y próximo a Potes, en la comarca de la Liébana (Cantabria).
El origen del monasterio es oscuro. Su fundación es atribuida a un obispo de Palencia del siglo VI llamado Toribio, quien se retiró junto con algunos de sus acólitos para seguir una vida de acuerdo con la regla benedictina. En un primer momento, al ser fundado el monasterio fue consagrado a San Martín de Turieno, para cambiar a Santo Toribio de Liébana posteriormente.
Durante el reinado de Alfonso I, comenzó la repoblación de la Liébana a mediados del siglo VIII. La primera referencia del Monasterio de Turieno, bajo la advocación de Santo Toribio, data del año 1125.
Nave central de la Iglesia monacal
Foto: Rubén Ojeda
Probablemente durante el siglo VIII el cuerpo de otro obispo, Toribio de Astorga, fue trasladado al monasterio junto con las reliquias que había traído de Tierra Santa, para protegerlas de la invasión musulmana. La más importante de estas reliquias es el Lignum Crucis, el trozo de la cruz de Cristo más grande que aún perdura según la Iglesia Católica. Por ello, el 23 de septiembre de 1512, S.S. el papa Julio II otorgó, mediante Bula, el privilegio de celebración del Año Jubilar Lebaniego, lo que convirtió al Monasterio en un importante centro de peregrinación, siendo uno de los lugares santos más importante del catolicismo romano en Europa, junto a otros importantes lugares como Roma, Santiago de Compostela, Urda, Caravaca de la Cruz y Asís.
El venerado Lignum Crucis en su relicario
Foto; Francisco Díez Martín
El monasterio fue además el lugar donde en el siglo VIII el monje Beato de Liébana escribió e ilustró sus libros, entre los que destaca sus célebres Comentarios al Apocalipsis. 
Beato de Don Fernando y Doña Sancha
El monasterio fue originalmente una posesión real, pero Alfonso VIII lo donó a los condes Don Gómez y Doña Emilia, los cuales lo entregaron al Monasterio de san salvador de Oña (Burgos), junto con otras propiedades en Liébana y en provincias vecinas. En 1837 la comunidad monástica tuvo que abandonar forzosamente el monasterio tras la desamortización eclesiástica de sus bienes, pero fue refundado en 1961.
El edificio más importante es la Iglesia, de estilo gótico, cuya construcción empezó en 1256, aunque se ha remodelado varias veces desde entonces. Fue construida sobre un edificio prerrománico y románico. El templo sigue las directrices del gótico monástico de influencia cisterciense, con la claridad de líneas y de espacios y la sobriedad decorativa que caracteriza a la arquitectura de San Bernardo.
La iglesia tiene planta basilical, que proporciona un espacio diáfano, con tres naves y una torre prismática al pie de la central, más ancha, y tres ábsides poligonales. No obstante han desaparecido construcciones que cerraban el atrio y proporcionaban un aspecto más recoleto al monasterio.
Sus puertas en el muro meridional son de estilo románico y posiblemente anteriores al interior del edificio. La puerta principal, la Puerta del Perdón, solo se abre durante el Año Santo Jubilar.
La Puerta del Perdón
Foto: Rubén Ojeda
El Lignum Crucis está recogido en una capilla abovedada de estilo barroco diseñada en 1705 por Pedro Martínez de Cardeña, en el muro norte de la iglesia, vigilado por una efigie del fundador de la capilla, Francisco Gómez de Otero y Cossío (1640-1714), Arzobispo de Santa Fe de Bogotá, nacido en esta tierra lebaniega. 
El claustro se terminó de completar en el siglo XVII y actualmente recoge una exposición en forma de miniaturas sobre los Comentarios del Apocalipsis. La cúpula presenta un gran trabajo de cantería con una decoración profusa de guirnaldas, amorcillos y una representación de los evangelistas. En las hornacinas de la iglesia se pueden ver diferentes esculturas de apóstoles y santos.
El Año Jubilar comienza el año en el que la festividad de Santo Toribio, 16 de abril, coincide en domingo. La reliquia del Lignum Crucis empezó a ser conocida y comienza a ser venerada desde su llegada al Monasterio en el s.VIII. Como dijimos, en el siglo XVI, los papas Julio II y también León X instauran el jubileo. En 1967 el papa Pablo VI amplió el plazo para ganar el jubileo durante un año.
Desde 1181 existe en el Monasterio una Cofradía de la santa Cruz que celebra su fiesta cada 3 de mayo.
Escultura de Santo Toribio de Liébana.jpg
Escultura yacente en madera de Santo Toribio de Liébana (S.XV)
Relacionado con lo anterior subsiste la tradición de "La vez". Esta costumbre antiquísima se pierde en la tradición popular y su origen es incierto. Dos hombres de cada pueblo lebaniego van a venerar la cruz un día de la semana según la vez. Antiguamente la gente salía de casa de madrugada en ayunas e iban en peregrinación hasta el monasterio durante toda la noche.
El Monasterio de Santo Toribio fue declarado Monumento Nacional el 11 de agosto de 1953.
En las proximidades del recinto monacal se hallan la Cueva Santa (prerrománica), las ruinas del Santuario de santa Catalina, la Ermita de san Juan de la Casería (S.XVI) y la Ermita de San Miguel (S.XIII).
Monasterio SToribio Liebana Ermita SCatalina.JPG
Ermita de Santa Catalina
Foto: Cruccone

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