SERVUS HISPANIARUM REGIS



martes, 31 de octubre de 2017

LA BATALLA DE CHICLANA (1811) Y SUS MEDALLAS (I)

La batalla de Chiclana (conocida como batalla de la Barrosa por los ingleses, y batalla del Cerro del Puerco por los franceses), fue una batalla de la Guerra de la Independencia que tuvo lugar el 5 de marzo de 1811​ cuando las tropas francesas intentaban poner fin al Sitio de Cádiz.
Desde enero de 1810 Cádiz, el mayor puerto aliado de España y sede del gobierno patriota español, había estado bajo el asedio del I Cuerpo de Ejército del mariscal Soult, a su vez bajo el mando del mariscal Victor.​ Aunque inicialmente estaba guarnecida por solo cuatro batallones de voluntarios y reclutas, la decisión del duque de Albuquerque de posponer las órdenes de la Junta Suprema Central de atacar a las fuerzas de Victor, muy superiores en número, permitió reforzar la ciudad con 10.000 hombres. Un refuerzo adicional de 3.000 españoles completó las defensas de la ciudad.​
La Junta, expuesta a la violencia popular, fue obligada a dimitir, y se estableció una Regencia de cinco miembros para gobernar en su lugar. Este consejo de regencia, reconociendo que España sólo podría salvarse con la ayuda de sus aliados británicos, pidió refuerzos a Wellington, y a mediados de febrero de 1810 cinco batallones anglo-portugueses desembarcaron en Cádiz, elevando el número de tropas defensoras hasta 17.000 hombres, lo que, unido a sus espléndidas defensas, hacía inexpugnable la ciudad. Aunque el asedio tenía inmovilizada a esta cantidad de soldados, Wellington lo aceptó como parte de su estrategia, ya que en el bando francés había una cantidad similar de tropas en la misma situación. En enero de 1811 el mariscal Soult ordenó a Victor enviar casi la tercera parte de sus fuerzas en apoyo del asalto a Badajoz, dejando sólo 15.000 hombres sitiando Cádiz. Con esta cantidad de soldados Victor tenía pocas posibilidades de progresar en su ataque contra la ciudad, pero no podía retirarse, ya que en caso de levantar el asedio, la guarnición de Cádiz sería capaz de recuperar buena parte de Andalucía.
SitiodeCadiz.jpg
Plano de Cádiz durante el Sitio (1810-1812)
Los aliados vieron en la reducción de las fuerzas sitiadoras la posibilidad tanto de entablar combate con el mariscal Victor en campo abierto como de liberar Cádiz del asedio. Con este fin, un ejército aliado fue enviado por mar desde Cádiz a Tarifa con la intención de marchar hacia el norte alcanzando la retaguardia francesa. Desde el momento de la salida de Tarifa, el mando de las tropas, compuestas de unos 8.000 soldados españoles y 4.000 británicos, fue encargado al general español Miguel de la Peña. Estaba planeado que el general José Pascual de Zayas y Chacón dirigiría una fuerza de 4.000 españoles en una salida desde Cádiz, a través de un pontón desde la Real Isla de León (actual San Fernando) coincidiendo con la llegada de la fuerza principal de La Peña.
El contingente anglo-portugués, comandado por el teniente general sir Thomas Graham, navegó desde Cádiz el 21 de febrero de 1811. Debido al mal tiempo, las fuerzas de Graham fueron incapaces de tocar tierra en Tarifa y siguieron hasta Algeciras, donde desembarcaron el 23 de febrero. Tras unirse a un batallón del coronel Browne, marcharon hacia Tarifa el 24 de febrero, donde recibieron el refuerzo de las tropas allí guarnecidas. El día 27 se unieron con las fuerzas de La Peña, que había salido por mar tres días después de Graham, y a pesar de haber sufrido el mismo mal tiempo, sí consiguió desembarcar en Tarifa. 
Resultado de imagen de Sitio de Cádiz
Fuerzas británicas en acción
Una fuerza de guerrilleros españoles al mando del general Antonio Begines de los Ríos tenía órdenes de bajar desde las montañas de Ronda para unirse a la fuerza anglo-hispano-portuguesa el 23 de febrero, y en busca de ésta llegó hasta Medina Sidonia. Las escaramuzas con el flanco derecho de Victor obligaron a Begines a retirarse de nuevo hacia las montañas, y el jefe del flanco francés, general Cassagne, pudo advertir de este encuentro al mariscal. Victor ordenó la fortificación de Medina-Sidonia y envió tres batallones de infantería y un regimiento de caballería para reforzar a Cassagne.
Las fuerzas conjuntas marcharon el 28 de febrero hacia Medina Sidonia, al norte, y La Peña ordenó a Begines reunirse con ellos en Casas Viejas. Una vez juntos, los exploradores de Begines informaron que Medina-Sidonia estaba ocupada por un ejército francés mucho más numeroso del que habían previsto. La Peña decidió que en lugar de enfrentar a Victor en Medina-Sidonia, sería mejor que los aliados marchasen campo a través hasta el camino que unía Tarifa, pasando por Vejer y Chiclana, con Cádiz.
El cambio de planes junto con el mal tiempo y la insistencia de La Peña de marchar de noche, dio como resultado un retraso de dos días sobre el plan previsto. La Peña envió un mensaje a Zayas advirtiéndole de la demora, pero éste no recibió el informe. Así, Zayas salió de Cádiz, tal como estaba planeado, el 3 de marzo de 1811. Un batallón destacado cruzó el pontón sobre el caño de Sancti Petri para establecer un atrincheramiento previo a la salida de la totalidad de las fuerzas de Zayas. Sin embargo, a fin de evitar que los cerca de 13.000 soldados que quedaban en Cádiz saliesen a atacar sus líneas, en la noche del 3 al 4 de marzo Victor envió seis compañías de voltigeurs al asalto de estas trincheras, causando 300 bajas españolas y forzando a Zayas a retirar el puente y replegarse.
El mariscal Victor, duque de Belluno
Mientras tanto, Victor supo por los informes de algunos dragones provenientes de Vejer de la presencia del ejército de La Peña. Esta información, junto con las acciones de la guarnición gaditana, le llevaron a intuir que las tropas marchaban hacia Cádiz, y le permitió preparar una trampa a los aliados. Ordenó a una división a cargo de Villatte bloquear el camino de Vejer a la altura del cuello de la península, antes del caño de Sancti Petri y la Real Isla de León. Sus otras dos divisiones, bajo el mando de Ruffin y Leval, se ocultarían en los espesos pinares de Chiclana en posición de atacar el flanco de los aliados cuando de camino a Cádiz fueran detenidos por Villate.
Tras otra noche de marcha, los aliados alcanzaron el Cerro del Puerco, al sureste de La Barrosa el 5 de marzo. Los exploradores informaron de la presencia de las fuerzas de Villatte, y La Peña ordenó a su vanguardia atacarles. Con la ayuda de una partida de tropas de refresco que salió de Cádiz y reforzados por una brigada de la división de Anglona, los españoles forzaron la retirada de Villatte más allá del río Almansa. La Peña rehusó perseguir la retirada de Villatte, por evitar que éste rodeara el Almansa y le cayera por detrás. Mientras tanto, la división de Graham cubría el Cerro del Puerco defendiendo la retaguardia y el flanco derecho de las fuerzas de La Peña.
Habiendo forzado la retirada de Villatte y dejado expedita la ruta a Cádiz, La Peña ordenó a Graham adelantar sus tropas desde el Cerro del Puerco a Torre Bermeja, dejando el cerro sin defensa. Siguiendo las constantes objeciones de Graham de que hacer esto supondría dejar expuestos la retaguardia y el flanco, cinco batallones españoles y un batallón de Browne quedaron manteniendo el cerro, flanqueados en el camino de la costa por tres escuadrones de caballería españoles y otros dos de la King German Legion bajo el mando de Whittingham. Las fuerzas de Graham se movieron entonces al norte, según las órdenes: en lugar de bajar por el escarpado camino, siguieron una senda a través de los pinares al oeste del cerro. El camino a través de los árboles, aunque más corto y práctico para la artillería, hizo que marcharan a ciegas, sin visibilidad en ninguna dirección.
Victor estaba disgustado por el hecho de que Villatte no hubiera podido bloquear el camino a Cádiz durante más tiempo, pero confiaba en que el grueso de sus fuerzas pudiera empujar a los aliados hacia el mar. Vio que la principal fuerza española tomaba posiciones frente a Villatte, y teniendo informaciones de que el cerro estaba despejado, pensó tener una oportunidad de tomar las alturas sin oposición. Ordenó a tres escuadrones de dragones rodear el cerro para tomar el camino de la costa, mientras Ruffin ganaba las alturas y Leval atacaba a Graham en el bosque.
El ataque de Ruffin en el cerro del Puerco bastó para poner en fuga a los cinco batallones españoles que lo cubrían, dejando solo al de Browne en la defensa de la elevación. La caballería de Whittingham se enfrentó a los dragones franceses que habían rodeado el cerro, y decidió retirarse, cubriendo su retirada con un único escuadrón de húsares prestado por Browne. Éste ordenó a su batallón tomar posiciones en las ruinas de una ermita en la cumbre del Cerro del Puerco, pero al ver el avance de seis batallones franceses hacia ellos, y la retirada de la caballería de Whittingham, no tuvo más opción que abandonar la posición y partir a unirse con Graham en el bosque. Los franceses tomaron el cerro sin oposición, como Victor había pretendido, y Ruffin colocó una batería de artillería en la altura.
Thomas Graham en un grabado decimonónico
Mientras tanto, a mitad de camino en su marcha por unirse a de La Peña, Graham tuvo noticias por unos guerrilleros españoles de que las tropas francesas habían avanzado desde su escondite en el bosque de Chiclana y estaban atacando. Al volver la vista vio a los españoles retirándose del cerro, la división de Ruffin subiendo la ladera y la de Leval aproximándose desde el este. Entendiendo que las fuerzas aliadas corrían el peligro de verse rodeadas por los franceses, desobedeció las órdenes que tenía y volvió atrás para atacar el Cerro del Puerco y defenderlo del asalto de Leval. Ordenó a la brigada de Dilkes atacar a Ruffin en el cerro, mientras la brigada de Wheatley fue a vigilar a Leval, que se acercaba desde el este.

domingo, 29 de octubre de 2017

MANUEL DE OMS Y DE SANTA PAU: EL PRIMER ESPAÑOL Y CATALÁN EN RECONOCER A FELIPE V


Manuel de Sentmenat-Oms de Santa Pau y de Lanuza nació en Barcelona en 1651, ciudad en la que cursó estudios universitarios. Pronto inició una rápida carrera militar y política, siendo nombrado maestre de campo de infantería en 1675, gobernador de Tarragona en 1677, primer Maestre de Campo del Tercio de barcelona en 1678, virrey de Mallorca en 1681 y embajador en Portugal en 1690.
En 1696 el rey Carlos II le otorgó el título de primer marqués de Castelldosríus y dos años más tarde le designó embajador en Francia, por lo que marchó a la Corte de Luis XIV en Versalles.
A la muerte del rey Carlos II de España, de 1 de noviembre de 1700, Luis XIV lo mandó llamar para que reconociera como Rey de España, el 15 de noviembre de 1700, al que luego sería Felipe V.
Don Manuel de Oms y de Santa Pau, marqués de Castelldosríus, reconoce a Felipe V como nuevo rey de España
Manuel de Oms y de Santa Pau, quien pertenecía a una familia de la nobleza catalana partidaria de los Borbones en la Guerra de Sucesión Española (1701-1714), era muy francófilo y tomó también partido por Felipe V durante dicho conflicto. Como premio a sus servicios, el monarca le nombró Virrey del Perú en 1704, aunque no ocupó el cargo hasta 1707.
Desde este puesto mandó una gran suma de dinero (1.600.000 pesos) reclamada por la Corona para sufragar gastos de guerra, cosa que logró en parte gracias al descubrimiento de las minas de Carabaya. Sin embargo, la recaudación mediante tributos provocó malestar y protestas, especialmente de los comerciantes, que además recriminaban a Oms su tendencia a proteger los intereses comerciales franceses. Lo cierto es que durante su gobierno aumentaron considerablemente las importaciones (legales e ilegales) de mercancías francesas, favorecidas por las circunstancias de la Guerra de Sucesión. Por estas causas dichos comerciantes pleitearon con el Virrey repetidas veces en el Tribunal del Consulado.
A Oms se le acusó formalmente de contrabando y corrupción y en 1709 fue destituido del cargo, pero debido a la rapidez con que envió las remesas de dinero y a las gestiones de su hija Catalina, dama de compañía de la Reina de España, lo ocupó de nuevo poco antes de morir. No obstante fueron confiscados sus bienes en Cataluña, aunque devueltos a sus herederos en 1714.
La Catedral de Lima en la primera mitad del siglo XVIII

Para defender el Virreinato del Perú de los ataques ingleses a sus costas, como los de Charles Wager y Thomas Colb (en 1708) y Woldes (desde 1709 a 1711), el Virrey intentó formar una armada reclutando hombres mediante leva.
Oms era un hombre culto y amante de la Literatura. Tradujo los Himnos de Santo Tomás y escribió un drama titulado El mejor escudo de Perseo. Llevó a la corte virreinal de Lima el ambiente, las costumbres y las modas de Versalles, y alentó el cultivo de las artes y las letras. Creó una Academia Familiar (1709) en el propio palacio, a la que acudían artistas, músicos y escritores y donde se celebraban tertulias literarias semanales, y fue mecenas de varios poetas indígenas.
Murió en Lima el 24 de abril de 1710, habiendo sido el vigésimo cuarto Virrey del Perú.

viernes, 27 de octubre de 2017

LA MEDALLA DEL MONUMENTO ECUESTRE DE CARLOS IV EN CIUDAD DE MÉXICO


La Estatua ecuestre de Carlos IV (conocida como "El Caballito") es una obra en bronce diseñada por el escultor y arquitecto Manuel Tolsá y que se encuentra en la plaza que lleva el nombre de su autor en el centro histórico de la Ciudad de México.
La iniciativa del proyecto perteneció a Miguel de la Grúa Talamanca, Marqués de Branciforte, quien era Virrey de Nueva España. Una vez que se obtuvo el permiso para realizar el monumento, se nombraron responsables de la obra y se puso en marcha su construcción. Para tal fin, se limpió la Plaza Mayor (hoy el Zócalo) y se colocó una balaustrada elíptica con cuatro rejas de acceso.
El pedestal para la estatua fue inaugurado con grandes festejos populares y corridas de toros el 8 de diciembre de 1796. Sobre éste fue colocado una estatua provisional de madera y estuco dorado, que también representaba al monarca español.
El caballo fue fundido y vaciado en dos secciones bajo la supervisión de Manuel Tolsá, director de la Academia de San Carlos. Se requirieron 450 quintales​, o quizá más, de bronce en el área cercana al templo de San Pedro y San Pablo. Para la montura, el escultor usó como modelo un equino perteneciente al marqués del Jaral del Berrio llamado Tambor. Tras ser pulido y cincelado, fue llevado al lugar designado y se inauguró el 9 de diciembre de 1803. Las celebraciones y corridas se repitieron con gran júbilo. El barón  Alexander von Humboldt estuvo presente en la inauguración. En su opinión y para éste género, la escultura realizada por Tolsá era solamente inferior a la ecuestre de Marco Aurelio en Roma.
La estatua pesa 8 toneladas y es la segunda estatua de bronce fundido más grande del mundo.
Detalle del retrato ecuestre tras la restauración de los años 2016-2017
Foto: Gobierno de la Ciudad de México

En 1821, con motivo del sentimiento antiespañol generado por la independencia de México, y del deseo de poner otro monumento en su lugar, la estatua fue cubierta con una carpa de color azul. Pronto surgió el deseo de destruir el monumento (para fundir cañones o monedas con el bronce). Fue un agravante el hecho de que, bajo uno de los cascos del corcel, se encontrara un carcaj mexica, interpretada como signo de vasallaje. 
Fue salvada por don Lucas Alamán, quien convenció a Guadalupe Victoria de conservarla en virtud de sus cualidades estéticas.​ Como resultado fue reubicada en 1822 en el patio de la antigua universidad, para evitar que el pueblo la destruyera. En 1824 fue expuesta de nuevo al público.
En 1852, una vez pasados los años y calmados los ánimos, se trasladó al cruce del Paseo de la Reforma y Paseo de Bucareli, aunque protegida de las manifestaciones populares por una reja.​
"El Caballito" en su primitiva ubicación del Paseo de la Reforma a finales del siglo XIX

En 1979 "El Caballito" volvió a cabalgar, siendo colocado en su actual emplazamiento, la Plaza Manuel Tolsá del Museo Nacional de Arte, frente al Palacio de Minería, un entorno más acorde a su estética. 
En el pedestal de la estatua se puede leer la siguiente inscripción: «México la conserva como un monumento al arte».
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Con motivo de la inauguración del pedestal del retrato ecuestre de Carlos IV, en 1796, se acuñaron medallas de oro que presentaban la grandeza del futuro monumento cuando éste estuviera ya completo.
El anverso de esta medalla presenta a Sus Majestades Católicas, los Reyes Carlos IV y María Luisa de Parma, en un bello doble retrato. Luce el monarca de España e Indias indumentaria militar, Toisón de Oro y corona de laurel. La reina, traje de corte. Rodea a la real pareja una inscripción latina que incorpora sus nombres y dignidad regia: "CAROLO. IV. ET. ALOISIAE. HISP(aniarum). ET. IND(iarum). RR. AA".
Bajo los bustos reales los títulos del Virrey, promotor del retrato ecuestre: "MARCH. DE. BRANCIFORTE. NOV(ae). HISP(aniae). PRO. REX. C. F. ET. D(efensor). MEX(ici). AN(nus. 1796".

Anverso de la Medalla
El reverso muestra el monumento completo con el retrato ecuestre incluido, el pedestal (con medallones, inscripciones y trofeos) y la verja. Todo ello es acompañado varias inscripciones latinas, siendo la principal en homenaje a Carlos IV y que dice: "CAROLO. IV. PIO. BENEF(icus). HISP(aniarum). ET. IND(iarum). REGI."
A derecha e izquierda del pedestal del monumento nuevas referencias al Virrey de Nueva España, marqués de Branciforte. En el exergo la fecha de la inauguración del pedestal: "Año 1796".
Reverso de la Medalla

lunes, 23 de octubre de 2017

NUEVA JUNTA DIRECTIVA DE LA ACADEMIA DE LA HISPANIDAD


El pasado sábado 21 de octubre tuvo lugar en el Salón de Actos de la Casa de Castilla-La Mancha de Madrid, la convocatoria electoral para renovar los cargos directivos de la Academia de la Hispanidad, brazo cultural del Capítulo de Caballeros y Damas de Isabel la Católica y la Muy Noble, Imperial y Coronada Villa de Madrigal de las Altas Torres.
El acto comenzó a las 11´30 de la mañana con unas palabras de apertura pronunciadas por el Gran Maestre del Capítulo, don Raúl Baz Terrón; tomando a continuación la palabra el Director de la Academia saliente, don Arturo Vinuesa, quien realizó un balance de sus cinco años de mandato.
A continuación se procedió a realizar la votación llamando a los académicos presentes y recogiendo de igual modo los votos delegados.
Finalizado el escrutinio, quedó proclamada la lista más votada que pasaba así a convertirse en la nueva Junta Directiva de la Academia de la Hispanidad:

DIRECTOR: D. Luis Manuel de la Prada Hernández
VICEDIRECTOR: D. Daniel J. García Riol
SECRETARIO: D. Enrique de la Morena García
VOCALES: D. Claudio Becerro de Bengoa Callau
                     D. Blas Camacho González
                     Dª. Natividad Cepeda Serrano
                     D. Cipriano García-Lubén de Cos
                     D. Armando Ruiz de Arriaga
                     Dª. Juana Sánchez-Gey Venegas

El Dr. de la Prada Hernández dando lectura a su discurso de toma de posesión

Proclamados los resultados, que serán comunicados al Obispado de Ávila, el Director saliente felicitó a la nueva Junta y le deseó muchos éxitos en su gestión.
El nuevo Director, Dr. de la Prada Hernández procedió a dar lectura a su discurso de toma de posesión que fue seguido de las intervenciones de varios miembros de su Junta, los doctores Daniel García Riol, Enrique de la Morena y don Cipriano García Lubén de Cos.
Finalizado el acto, los asistentes se reunieron en un almuerzo de trabajo en las mismas dependencias de la Casa de Castilla-La Mancha.

De izquierda a derecha don Cipriano García Lubén de Cos (Vocal), don Luis Manuel de la Prada Hernández (Director), don Daniel Jesús García Riol (Vicedirector) y don Enrique de la Morena García (Secretario)


Los fines de la Academia de la Hispanidad son los siguientes:
Promover y difundir las investigaciones y estudios culturales y artísticos sobre la Reina Isabel la Católica y su proyección universal a través del hecho de la Hispanidad.
Divulgar por todos los medios de comunicación, actos culturales y artísticos, el conocimiento ejemplar de la biografía de la Reina Isabel I de Castila y su relación con las naciones hispanoamericanas.
Recopilar bibliografía y crear una amplia biblioteca de temas isabelinos y de la Hispanidad.
Organizar actos culturales: Conferencias, discursos, seminarios, jornadas, mesas redondas, premios, conciertos educativos y musicales y cuantos se estimen oportunos para el cumplimiento de sus fines.

Recabar la colaboración y patrocinio de instituciones y entidades públicas y privadas, así como de particulares  que puedan ayudar al cumplimiento de estos fines.
Buscar o incrementar la colaboración con asociaciones y entidades a nivel nacional e internacional que tengan fines similares a los del Capítulo interesadas por la causa de beatificación de la Reina Isabel La Católica. 


La revista Madrigal,órgano oficial de la Academia de la Hispanidad

viernes, 20 de octubre de 2017

IIº COLOQUIO INTERNACIONAL SOBRE LA NOBLEZA



Organizado por la Fundación Cultural Hidalgos de España, hoy viernes 20 y mañana sábado 21 de octubre, tendrá lugar en las dependencias del Colegio Mayor Universitario "Marqués de La Ensenada" de Madrid (c/ Séneca nº 18), el IIº Coloquio Internacional sobre la Nobleza. En las diferentes sesiones se abordarán temas relacionados con: la Nobleza, la Heráldica y los heraldos en los países monárquicos y republicanos. Evolución histórica e interpretación del concepto de nobleza en la sociedad multimedia. Nueva visión del asociacionismo nobiliario. Validez y fiabilidad científicas de las publicaciones, almanaques, nobiliarios y elencos de nobles; entre otras.
Entre los muchos especialistas españoles y extranjeros que intervendrán, destacamos las ponencias de. don José Manuel Huidobro Moya, don Luis Valero de Nernabé, don Feliciano barrios Pintado, don Carlos Evaristo, don Javier Alvarado Planas, don Manuel Pardo de Vera y Díaz, don Pier Felice degli Uberti.

 El Coloquio comenzará a las 9´30 de la mañana en el Auditorio "Infante don Carlos" con la conferencia: "Príncipe de la Paz y Príncipe de Vergara, dos excepciones en el Derecho Nobiliario Español" y que correrá a cargo de don José Manuel Huidobro Moya.

miércoles, 18 de octubre de 2017

FUNERAL EN SUFRAGIO POR EL ALMA DEL MARQUÉS DE ALMAZÁN


Hoy miércoles 18 de octubre de 2017, a las 20 horas, en la Iglesia de San Jerónimo el Real de Madrid (c/ Moreto nº 4), tendrá lugar un solemne funeral por el eterno descanso del que fuera XLIXº Gran Maestre de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén, Excmo. Sr. don Carlos Gereda de Borbón, marqués de Almazán. 
Rogamos a todos los caballeros y damas lazaristas se unan a esta piadosa Eucaristía en sufragio por su alma.
Siempre en nuestra memoria. Atavis et Armis

lunes, 16 de octubre de 2017

16 de octubre de 1793: LA REINA MARÍA ANTONIETA SUBE AL CADALSO

La reina María Antonieta prisionera en La Conciergerie

Tras la desastrosa "Fuga de Varennes", la popularidad de la monarquía de Luis XVI había caído en picado. El 10 de agosto de 1792, girondinos, jacobinos y sans coulottes desencadenaban un golpe de estado triunfante contra la Asamblea Legislativa, que obligó al monarca constitucional a pedir amparo a los diputados. Luis XVI fue depuesto, la monarquía abolida el 21 de septiembre de 1792 y la familia real encarcelada en la Torre del Temple de París.
Tras un polémico proceso judicial,l 21 de enero de 1793, Luis XVI era ejecutado en la guillotina por orden de la Convención.
La Reina, ahora conocida como la "Viuda Capeto", quedó sumida en un profundo duelo. Aún mantenía la esperanza que su hijo Luis, a quien el conde de Provenza reconoció como nuevo rey (Luis XVII) desde el exilio, algún día gobernara Francia. A lo largo de su encarcelamiento y hasta su ejecución, María Antonieta pudo contar con la simpatía de las facciones conservadoras y grupos social religiosos que se habían vuelto contra la Revolución, y también con acaudalados personajes listos para corromper a los funcionarios republicanos con el fin de facilitar su huída.​ Sin embargo, todos esos planes fracasaron. Presos en el Temple, María Antonieta, el delfín Luis y la princesa Isabel, fueron insultados, y vejados, llegando incluso algunos guardias a fumar en la cara de la antigua reina. Se tomaron estrictas medidas de seguridad para asegurar que María Antonieta no pudiese comunicarse con el mundo exterior; pero, a pesar de estas medidas, varios de los guardias hicieron de puentes de conexión entre ella y sus aliados en el exterior.
Después de la ejecución de Luis XVI, el destino de María Antonieta se convirtió en una cuestión central para la Convención Nacional. El 27 de marzo de 1793, Robespierre pregunta, por primera vez, delante de la Convención por la suerte de la reina. Mientras que algunos abogaron por su muerte, otros propusieron su intercambio por prisioneros de guerra franceses o por un rescate del Sacro Imperio Romano Germánico. Thomas Paine abogó por su exilio a Estados Unidos. 
En abril de 1793, durante el reinado de "El Terror", se formó un Comité de Salvación Pública dominado por Robespierre, y hombres como Jacques Hébert presionaron por procesar a María Antonieta.
Con la idea de reformar el pensamiento del joven delfín Luis, de ocho años de edad, el 13 de julio de 1793 es separado de su madre y confiado al zapatero Antoine Simon, tras vanos intentos de la Reina por retener a su hijo. Hasta su traslado desde la prisión, María Antonieta pasó largas horas intentando ver, infructuosamente, a su hijo.
La noche del 1 de agosto, a la 1 de la mañana, María Antonieta fue trasladada desde el Temple hacia una celda aislada en la prisión de la Conciergerie, como "prisionero n° 280". Al salir de la torre, se golpeó la cabeza contra el dintel de la puerta, por lo que uno de los guardias le preguntó sobre si estaba herida, a lo que ella respondió: "No, ahora nada puede hacerme daño".

Se iniciaba así el período más duro de su confinamiento, donde estuvo bajo vigilancia constante, sin privacidad. Durante su estancia contó con la presencia de Rosalie Lamorlière, una mujer que se preocupó de atenderla y hacerle compañía en su celda. También, al menos una vez, recibió la visita de un sacerdote católico.
La primera celda de María Antonieta en La Conciergerie fue instalada en la antigua sala de reunión de los carceleros (una celda humilde con un catre, un sillón de caña, dos sillas y una mesa). La celda tenía una estrecha y pequeña ventana que daba al jardín de las mujeres. A finales de agosto se realizó el llamado "Complot del clavel" (Le complot de l'œillet), dirigido por Alexandre Gonsse de Rougeville, para ayudarla a escapar; aunque el plan fue frustado prontamente debido a que no todos los guardias de la prisión fueron convencidos de participar. ​ A consecuencia de ello, María Antonieta fue llevada a una segunda celda, donde un simple biombo la separaba de los guardias que la custodiaban. (Durante la Restauración, Luis XVIII hizo cerrar con una pared esta segunda celda y construir una capilla. La mitad oeste fue anexionada a la capilla real por medio de un local en el que se asegura que Maximilien de Robespierre pasó sus últimas horas antes de ser guillotinado).
La Reina ante el tribunal revolucionario
El 14 de agosto de 1793, María Antonieta es puesta a disposición judicial ante el Tribunal Revolucionario, presentándose como acusador público Fouquier-Tinville. 
Si en el juicio de Luis XVI se había intentado guardar las apariencias de una cierta equidad, no se hizo así con el proceso a María Antonieta. El dossier, preparado a toda prisa; es, a todas luces, incompleto.
Para exagerar la acusación, Tinville hace declarar contra su madre al Delfín, manipulado por sus guardianes revolucionarios. Delante del tribunal, el niño acusa falsamente a su madre y a su tía, Madame Isabel, de haberle incitado a la masturbación y de haberle obligado a participar con ellas en ciertos juegos sexuales. Indignada, María Antonieta pide a las mujeres del público que la defiendan: «La naturaleza rechaza semejante acusación hecha a una madre. Apelo a todas las madres presentes en la sala». El motín es evitado por poco.
Se la acusa, asimismo, de entenderse con las potencias extranjeras. Como la reina lo niega, Herman, presidente del Tribunal, la señala como «la instigadora principal de la traición de Luis Capeto», lo cual presupone un proceso por alta traición. El preámbulo del acta de acusación declara asimismo: "...Examinados todos los documentos presentados por el acusador público resulta que, a semejanza de las Mesalinas, Brunegilda, Fredegunda y Médicis, que fueron calificadas como reinas de Francia y cuyos nombres, para siempre odiosos, no figurarán en los anales de la Historia, María Antonieta, viuda de Luis Capeto, ha sido, después de su paso por Francia, la plaga y la sanguijuela de los franceses..."
La Reina María Antonieta en su prisión
Las declaraciones de los testigos de cargo resultaron poco convincentes y María Antonieta contestó siempre: "...No fui más que la esposa de Luis XVI, fue él el que cometió los errores y yo acepté su voluntad..."
Fouquier-Tinville pidió la pena de muerte, afirmando ser la acusada: «enemiga declarada de la nación francesa». Los dos abogados de María Antonieta, Tronçon-Ducoudray y Chauveau-Lagarde, jóvenes e inexpertos, desconociendo el dossier, sólo pudieron leer, en voz alta, algunas notas que habían redactado.
Cuatro preguntas se dirigen al jurado:
1.- ¿Se tiene constancia de que hayan existido maniobras y contactos con las potencias extranjeras u otros enemigos exteriores de la República? Las mencionadas maniobras y contactos ¿tenían como objetivo proveer ayudas monetarias, darles entrada al territorio francés y facilitarles la compra de armas?
2.- ¿Tiene conciencia María Antonieta de Austria (…) de haber cooperado en estas maniobras y contactos?
3.- ¿Se tiene constancia de que existe un complot y una conspiración para conducir a una guerra civil en el interior de la República?
4.- ¿Está convencida María Antonieta de haber participado en este complot y esta conspiración?
A estas cuatro preguntas el jurado responde que sí. María Antonieta es condenada a la pena capital dos días después del inicio del juicio, acusada de alta traición. De madrugada escribe una carta a Madame Isabel, la hermana de Luis XVI: "...Acabo de ser condenada, no a una muerte honrosa, sino a la que se reserva sólo para los criminales, pero voy a reunirme con vuestro hermano...".
Ejecución de la Reina María Antonieta (16 de octubre de 1793)

Al mediodía del día 16 de octubre de 1793, María Antonieta es guillotinada, sin haber querido confesarse con el sacerdote constitucional que le habían propuesto. El día de su ejecución, mientras el pueblo le abucheaba e insultaba, María Antonieta se tropezó subiendo al cadalso y pisó al verdugo que estaba a punto de guillotinarla. Ella le dijo: «Disculpe, señor, no lo hice a propósito.»
Fue enterrada en el cementerio de la Madeleine, calle de Anjou-Saint-Honoré, con la cabeza entre las piernas. Su cuerpo fue exhumado posteriormente el 18 de enero de 1815 y transportado con todos los honores al Panteón de los Reyes de Francia en la Basílica de Saint Denis tres días más tarde.
Monumento funerario de los reyes Luis XVI y María Antonieta en Saint Denis
Foto: Calvin Kramer

viernes, 13 de octubre de 2017

13 DE OCTUBRE DE 1843: TODOS BAJO LA MISMA BANDERA


MINISTERIO DE LA GUERRA: Siendo la Bandera Nacional él verdadero símbolo de la monarquía española, ha llamado la atención del Gobierno la diferencia que existe entre aquella, y las particulares de los cuerpos del ejército. Tan notable diferencia trae su origen del que tuvo cada uno de esos mismos cuerpos; porque formados bajó la denominación e influjo de los diversos reinos, provincias o pueblos en que estaba antiguamente dividida, la España; cada Cual adoptó los colores ó blasones de aquel que le daba nombre. La unidad de la monarquía española y la actual organización del ejército y demás dependencias del Estado exigen imperiosamente desaparezcan todas las diferencias que hasta ahora han subsistido sin otro fundamentó que el recuerdo de esa división local, perdida desde bien lejanos tiempos. Por tanto , el Gobierno provisional, en nombré de S. M. la Reina Doña Isabel II, ha venido en decretar lo siguiente: 
Art. 1°: Las banderas y estandartes de todos los cuerpos e institutos que componen el ejército , la armada y la Milicia nacional serán iguales en colores a la bandera de guerra española, y colocados estos por el mismo orden que lo están en ella. 
Art. 2.°: Los cuerpos que por privilegio u otra circunstancia llevan hoy el pendón morado de Castilla usarán en las nuevas banderas una Corbata del mismo color morado y del ancho de las de San Fernando, única diferencia que habrá entre todas las banderas del ejército, a excepción de las condecoraciones militares que hayan gana do o en lo sucesivo ganaren. 
Art. 3º: Alrededor del escudo de armas Reales, que estará colocado en el centro de dichas banderas y estandartes, habrá uña leyenda que expresará el arma, número y batallón del regimiento. 
Art. 4º: Las escarapelas que en lo sucesivo usen los que por su categoría o empleo deben llevarlas, cualquiera que sea la clase a que pertenezcan, serán de los mismos colores que las expresadas banderas. 
Art. 3º: Los adjuntos modelos se circularán por todos los ministerios a las respectivas dependencias, para que por todos los individuos del Estado sean conocidas y Observadas las disposiciones contenidas en este decreto. 
Dado en Madrid a 13 de Octubre de 1843. = Joaquin María López , Presidente.=El Ministro de la Guerra, Francisco Serrano.
S.M. la Reina doña Isabel II en su menor edad

Excmo . Sr . : S. M. la Reina Doña Isabel II, que tan fundadas esperanzas hace concebir de un. reinado feliz y glorioso según el entrañable amor que ha manifestado a todos los españoles y el entusiasmo que le inspiran las glorias de las armas nacionales , sé ha dignado significarme su deseo dé regalar al primer batallón o escuadrón de cada arma o instituto del ejército, armada y Milicia nacional la nueva bandera que deben llevar en lo sucesivo según se previene en el decretó expedido con esta fecha por el Gobierno provisional. Y viendo el mismo Gobierno en tan patriótico deseo de S. M. una nueva prueba del interés que le inspiran los valientes que con tanto denuedo han sabido defender el trono y las instituciones del país, se ha servido resolver se haga público por los medios de costumbre la noticia y satisfacción del ejército y de todos los españoles que ven asegurado en su Reina el venturoso porvenir de la Nación. Lo que de Orden del Gobierno digo a V. E . para su conocimiento y efectos correspondientes. Dios guarde a V. E. muchos años. Madrid 13 de Octubre de 1843.=Serrano.

jueves, 12 de octubre de 2017

DÍA DE LA FIESTA NACIONAL DE ESPAÑA




Hoy es un día de fiesta grande en España y en las Américas. La gesta colombina nos llena de emoción y orgullo con el sagrado nombre de HISPANIDAD. La misma lengua, la misma fe, comunes esperanzas. La posibilidad de llamar hermanos, pues lo son, a millones de personas que viven al otro lado del Atlántico.

SS.MM. los Reyes, Don Felipe VI y Doña Letizia, la princesa de Asturias Doña Leonor, la Infanta Doña Sofía y el agradecido recuerdo a SS.MM. Don Juan Carlos y Doña Sofía, presidirán los actos conmemorativos del Día de la Fiesta Nacional en Madrid...

...acompañados por autoridades gubernamentales, militares y de otras diversas instituciones, cuerpo diplomático acreditado; arropados por el pueblo madrileño y, a través de la televisión y de Internet, por el resto de España y del mundo.


Y, como cada año, los pliegues rojo y gualda de nuestra bendita Bandera, flotarán en lo más alto del mástil de las Plazas de Colón y de Neptuno, elevándose con honor y gloria sobre el cielo de Madrid.


Y volveremos a rendir honores a los que entregaron su vida por la Patria a lo largo de los tiempos, sabiendo, a ciencia cierta, que "La muerte no es el final".


Desfilarán las unidades del los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire. Nos volveremos a emocionar con la singularidad de los Regulares de África...


...y, por supuesto, quedaremos nuevamente electrizados con el paso heroico de La Legión Española.


La Guardia Civil, que también celebra a su excelsa Patrona la Virgen del Pilar, recibirá sonoras ovaciones por velar, como vela, por la tranquilidad de todos los españoles.


Ojalá en este día todas las gentes de bien izen sus banderas y muestren colgaduras con los colores nacionales en toda la geografía española y allí donde lata un corazón español a lo largo y ancho del planeta.
El patriotismo no es una moda pasajera sometida a resultados victoriosos, es sentimiento perenne de amor a España, a nuestra Familia Real, a nuestros Ejércitos, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a todo un pueblo, lleno de esperanzas, del que formamos parte.
Muchos alegarán que es un valor antiguo, pasado de moda. Yo les respondo que tienen razón, es muy antiguo. Tan antiguo como que acompañó a las huestes medievales en la Reconquista, a los Tercios por toda Europa, a nuestros marinos en los mares y océanos, a nuestros pilotos sobre los cielos de España.


Resultará antiguo y caduco para quienes creen que la modernidad es el olvido sectario del pasado, para quienes desean ver arrancados de cuajo los valores supremos que construyeron y mantuvieron cohesionada nuestra Patria. Y todo ello no significa, ni mucho menos, un ejercicio de nostalgia con olor a naftalina. No. Queremos el progreso, la paz, las libertades, la convivencia armoniosa; todo ello bajo el imperio de la Ley y de la Justicia. Deseamos combatir el relativismo, la inmoralidad, el clientelismo, la corrupción, la estupidez...; porque como a los hombres del 98: "nos duele España" y la queremos próspera, honrada y feliz. De ahí la necesidad del Patriotismo, eso que causa hilaridad entre los de la malentendida modernidad, eso tan "antiguo".
Antiguo y noble, porque conlleva entrega, sacrificio, renuncia, heroísmo, y porque muchas veces no es recompensado por los poderosos.
Pero no importa. Seguimos aquí, fieles a Dios, a una Bandera y a un Rey; como tantos millones de españoles, hombres y mujeres que nos precedieron a lo largo de los tiempos en la fascinante aventura de amar con fervor a esa unidad inquebrantable, receptáculo de la tradición, solar de los nuestros y tierra que un día nos cubrirá que es: ¡ESPAÑA!.




¡VIVA ESPAÑA!.
¡VIVA ESPAÑA!.
 ¡VIVA SIEMPRE ESPAÑA!


"PORQUE ESPAÑA Y YO, SOMOS ASÍ"

lunes, 9 de octubre de 2017

CONGRESO INTERNACIONAL: "CIEN AÑOS DE LA REVOLUCIÓN RUSA"



Organizado por el Instituto de Estudios Históricos de la Universidad CEU San Pablo de Madrid y el Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Valladolid, hoy lunes día 9 de octubre, a las 10 de la mañana, comenzarán las sesiones académicas del Congreso Internacional "Cien años de la Revolución Rusa", que cuenta con la colaboración del Real Instituto Elcano y la editorial La Esfera de los Libros.

En la inauguración (10 horas) participará, entre otras personalidades, el embajador de la Federación de Rusia en España, Yuri Korchagin. La conferencia inaugural ‘La Revolución a los cien años’ correrá a cargo del doctor en historia Stephane Courtois (10´30 horas). Por su parte, la doctora Jung Chang impartirá la conferencia extraordinaria ‘Crecer en la China de Mao’ (19 h).

El Congreso cuenta también con las ponencias de Mira Milosevich-Juaristi, investigadora principal del Real Instituto Elcano; Mikhail Rossiyskiy, primer consejero de la embajada de la Federación Rusa en España; de Guillermo Solana Díez, del Museo Thyssen-Bornemisza, y del catedrático de Historia Contemporánea Ricardo Martín de la Guardia, además de 20 comunicaciones.
Tanto las conferencias de Stephen Courtois como de Jung Chang serán todo un acntecimiento en España.

Stephane Courtois nació en Francia en 1947. Es doctor en Historia, especializado en los movimientos y regímenes comunistas. Autor de ‘El libro negro del comunismo. Crímenes, terror y represión’ (1997). Courtois es además director de investigación del CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique); profesor del Institut Catholique d'Études Supérieures (ICES) de La Roche-sur-Yon; y director de la revista universitaria Communisme.

Jung Chang nació en China en 1952. Es autora de ‘Cisne salvaje. Tres hijas de China’ (1991), una biografía de tres generaciones de mujeres en la China del siglo XX: su abuela, su madre y ella misma. Desde 1978 reside en Inglaterra, siendo la primera china en doctorarse por una universidad británica. Ha sido investida Doctor Honoris Causa por la Universidad de Buckingham, de York, de Warwick y la Open University.

Las actividades del Congreso se prolongarán hasta la tarde del martes 10 de octubre.

viernes, 6 de octubre de 2017

DON JOSÉ MARÍA DE MONTELLS INGRESA EN EL ATENEO DE ILUGO Y CEDE SU COLECCIÓN DE PRENDAS DE CABEZA MILITARES AL MUSEO DE LA BATALLA DE BAILÉN




Hoy viernes 6 de octubre a las 20´30 horas, en el Museo Jacinto Higueras de la localidad de Santisteban del Puerto (Jaén), se va a producir el ingreso de nuestro admirado y dilecto amigo don José María de Montells y Galán, en el Ateneo de Ilugo de aquella población.

Su conferencia de ingreso lleva por título: "La emblemática militar: el uniforme". Una excelente oportunidad para disfrutar con el verbo y la ciencia de uno de los más preclaros especialistas en la materia en España.

Se da la circunstancia de que don José María cederá también hoy viernes a las 13 horas, al Museo de la Batalla de Bailén, su magnífica colección de prendas de cabeza militares, que pasará a engrosar los fondos expositivos de dicho centro bajo el nombre de "Colección Montells" y cuyo bello y cuidado catálogo ofrece una descripción técnica y fotográfica de cada una de ellas.

¡Enhorabuena!.

SOBRE MI COLECCIÓN DE CUBRECABEZAS, por JOSÉ MARÍA DE MONTELLS
Era yo un mozuelo imberbe cuando mi padre me llevaba de la mano al Museo del Ejército de Madrid. Aquellas visitas matinales y domingueras incendiaron mi imaginación. Mi padre, que tenía la palabra pronta y precisa, me hablaba de la Historia de España, de sus Reyes y de sus generales y, yo siempre me emocionaba con su cháchara, tan apasionada y patriótica que, en ocasiones parecía, que había toma de Valencia o que había ayudado al general Primo de Rivera en el desembarco de Alhucemas. Y es que mi padre tenía en sus decires el don de la convicción.De aquellas jornadas me viene, digo yo, la admiración por los hechos de armas, por nuestros héroes y mártires, por los soldados españoles que una vez se enseñorearon del mundo. No hay, que yo sepa en este cansado planeta que nos ha tocado vivir, gesta tan legendaria y fabulosa como la conquista y posterior colonización de América por España. Nuestras victorias militares y, también nuestras derrotas, nos hicieron grandes. No fue fácil, hizo falta que todo un pueblo se desengrase en la consecución de un sueño, pero se logró. Con esfuerzo y voluntad. Así, llevamos nuestra bandera y nuestra fe a los cinco continentes donde todavía se escucha el eco de nuestra presencia en los más diversos escenarios. 
Quizá por todo esto y por más cosas que tienen que ver con mi devoción por la bandera ondeando al viento, los grandes desfiles, la vida militar, en suma, comencé, hace demasiados años ya, a coleccionar cuenta prenda de cabeza caía en mis proximidades. Primero fue una gorra de plato de un oficial de regulares, luego un ros, más tarde un casco colombiano, así hasta poseer la colección que he cedido al Museo de la Batalla de Bailén. Son 65 piezas que espero que sirvan de reclamo para que, cada vez más, este Museo sea conocido por más personas. No en balde es el Museo donde se recuerda la victoria de un ejército español sobre el invasor francés que inició, nada menos, que la decadencia del imperio de Napoleón. 
Me gusta pensar que mi modesta contribución al conocimiento de la uniformidad militar, mi pequeña colección de prendas de cabeza será parte integrante del recorrido por un Museo único que conmemora una gran gesta española de la época moderna.
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Para mi tengo que, ante la actual manipulación de nuestra Historia, ante la explicación de la conquista y colonización de América como un genocidio, ante la supuesta convivencia de las tres culturas, ante los mitos fraudulentos que confunden a nuestros jóvenes, deberíamos responder con la verdad. Museos como este de Bailén contribuyen al conocimiento de lo que ocurrió en el pasado sin tergiversaciones interesadas. Pienso que debemos esmerarnos en la conservación de testimonios que den fe de los hechos históricos y transmitirlos intactos a las generaciones venideras. Eso es lo que, en la medida de mis posibilidades, he pretendido.