El ejército imperial ruso entra en París (30 de marzo de 1814)
Derrotado Napoleón y exiliado a la isla de Elba, los aliados se reunieron en la capital francesa para regular la paz. En efecto, el Tratado de París fue firmado el 30 de mayo de 1814, suponiendo el final de la guerra que había enfrentado a Francia con la Sexta Coalición,formada por el Reino Unido, Rusia, España, Austria, Suecia, Portugal y Prusia. Este tratado ratificaba la abdicación de Napoleón y reconocía la restauración de los Borbones en Francia en la figura de Luis XVIII.
Alegoría de la Restauración: Luis XVIII levanta a Francia de sus ruinas
Los términos firmados fueron poco severos con Francia, para evitar un descontento popular que amenazase la restauración monárquica. Se permitió conservar a Francia las fronteras de 1792, incluyendo unos 8.495 km² de territorio ocupado entre 1790-1792, destacando la ciudad de Avignon y el Condado Venesino. La mayoría de las colonias que Francia había perdido durante el transcurso de la guerra le fueron devueltas, con la excepción de Malta, Tobago, Santa Lucía y la Isla Mauricio, que fueron transferidas a los británicos. No obstante, las fuerzas victoriosas fueron conscientes de la posibilidad de que Francia llegase a tener otra vez acuerdos con otros estados, y con esto en mente, los territorios circundantes a Francia fueron reforzados.
Los actuales países de Bélgica y Holanda fueron unidos bajo la Casa de Orange para formar un estado más fuerte, el Reino de los Países Bajos. Similares previsiones impliocaron la consolidación del Reino de Piamont- Cerdeña. Una provisión secreta, marcaba que Venecia podría ser transferida a Austria. El vacío creado en los estados alemanes con el colapso del Sacro Imperio Romano Germánico y su sucesora napoleónica, la Confederación del Rhin; fue sustituido por una federación de estados independientes. Los estados italianos fueron restaurados y se garantizó la independencia a Suiza. El tratado también contemplaba que Francia debería abolir gradualmente la esclavitud en un periodo de cinco años, con incentivos económicos y territoriales de los británicos.
También se acordó la celebración de un Congreso en la ciudad de Viena para resolver los temas europeos pendientes, y que dio comienzo el 18 septiembre de 1814.
El hábil Talleyrand negoció la nueva situación de Francia
En la década de 1820, James Mudie creó una colección de cuarenta medallas que conmemoraban los triunfos militares británicos en el periodo de las guerras napoleónicas.
De entre ellas, presentamos hoy la que corresponde a la Primera Paz de París de 1814.
Se trata de una pieza circular, acuñada en bronce, que muestra en su anverso la alegoría de Britania. Una cabeza femenina de trenzados cabellos, tocada con casco griego, decorado con un león y rematado con un penacho. El casco se corona con el laurel de la victoria. Le acompaña la inscripción: "BRITANNIA".
Anverso de la Medalla
El reverso presenta una escena de sabor mitológico con la figura de Hércules, aquí encarnación de los ejércitos británicos, que deja reposar su clava sobre el suelo. El semidiós está pisando un estandarte imperial francés (un águila napoleónica). Le rodea una inscripción en lengua inglesa que dice: "THE REPOSE OF HERCULES MDCCCXIIII". Un reposo que pronto se vería interrumpido por el retorno de Napoleón desde la isla de Elba a Francia al año siguiente.
Reverso de la Medalla
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