Torcuato Luca de Tena Brunet, marqués de Luca de Tena, nació en Madrid el 9 de junio de 1923, en el seno de una conocida familia de periodistas monárquicos. Era nieto del fundador de la revista Blanco y Negro (1891) y de ABC (1903), don Torcuato Luca de Tena y Álvarez-Osorio, hijo de Juan Ignacio Luca de Tena, que dirigió este periódico entre 1929 y 1936, y hermano del también periodista Guillermo Luca de Tena.
Fue un activo dramaturgo y diplomático y perteneció a la Real Academia Española entre 1946 y 1974. Pasó unos años en Chile, donde su padre fue nombrado embajador. Allí cursó tres años de Derecho y publicó su primer libro de versos cuando contaba apenas dieciocho años, Albor. Se licenció en Madrid e inició su andadura en el periodismo. Fundó la edición aérea de ABC.
Durante la Segunda Guerra Mundial ejerció como corresponsal de ABC en Londres y en 1952 asumió la dirección del diario, cargo del que fue destituido en 1953 a causa de sus fricciones con el Ministro de Información, el falangista Gabriel Arias Salgado. En menos de un año el diario sufrió once expedientes por causas tan nimias como usar la denominación de "Jefe del Estado" en lugar del término "Caudillo", y tuvo que aguantar las permanentes intromisiones de la censura en cuestiones tan banales como sustituir el nombre de Alfonso X por el de Cervantes para evitar la propaganda encubierta de las ideas monárquicas.
Al año siguiente, en 1954, se presentó junto a Josquín calvo Sotelo, Joaquín Satrústegui y Juan Manuel Fanjul, en la candidatura a las elecciones a concejal en Madrid, como alternativa a la del Movimiento, y que fracasó al no contar, en ese momento, con el beneplácito del "Jefe del Estado". Actuó como corresponsal también en Washington, Oriente Medio y México. Volvió luego a ocupar la dirección de la empresa familiar ABC entre 1962 y 1975. Durante esos años mantuvo una estrecha relación con políticos tecnócratas tan destacados como Gonzalo Fernández de la Mora, a quien incorporó como editorialista y jefe de colaboraciones de ABC cuando ejerció por vez primera la dirección del diario, o como Laureano López Rodó, quien promovía la conveniencia de aplicar la Ley de Sucesión y la designación del príncipe Juan Carlos en el entorno de Carrero Blanco.
Intervino en política como Procurador en Cortes desde 1964, si bien con una cierta actitud de distanciamiento irónico que revelaba en las crónicas parlamentarias que como periodista escribía también.
En 1967, al desarrollarse la Ley Orgánica del Estado, alcanzó en el Consejo Nacional uno de los puestos designados directamente por Franco. Su fidelidad a la persona de don Juan de Borbón fue tal que emitió en las Cortes de 1969 un voto negativo al ser nombrado el príncipe Juan Carlos sucesor por Franco sin respetar el orden dinástico.
Miembro de número de la Real Academia Española (1973), tras ser desahuciado por los accionistas de la dirección de ABC marchó a México y se consagró a la literatura. Entre 1976 y 1999 publicó diez novelas, tres comedias, y un libro, Poemas para después de muerto, el más conmovedor de los suyos. Realizó una antología poética de poesía religiosa cristiana clásica que se publicó en 1999 bajo el título La mejor Poesía Cristiana. El testamento espiritual de Torcuato Luca de Tena. En silla de ruedas en sus últimos años, murió al lado de su esposa Blanca en 1999.
Dentro del Franquismo empezó siendo un monárquico legitimista para después ser considerado uno de los llamados en la jerga de la época: evolucionistas del régimen, es decir, entre quienes aceptaban sin discusión la autoridad de Franco pero admitían la conveniencia de promover algunos cambios para el porvenir. En los últimos tiempos estuvo en la órbita de Manuel Fraga Iribarne como miembro de Alianza Popular.
Falleció en Madrid el 1 de junio de 1999.
En la actualidad el título del Marquesado de Luca de Tena está en posesión de su hijo don Torcuato Luca de Tena y Benjumea.
Entre sus obras destacan Los hijos de la lluvia o La brújula loca, pero sus mayores éxitos los cosechó con sus dos grandes novelas: Edad prohibida (1958), sobre la adolescencia, y Los renglones torcidos de Dios (1979), sobre la locura.
Se acercó también a la novela histórica con La otra vida del capitán Contreras (1953) y escribió ensayos como La prensa ante las masas (1952), Los mil y un descubrimientos de América (1968), América y sus enigmas y Franco sí, pero... con el que obtuvo el premio Espejo de España. También se acercó al teatro estrenando tres obras: Hay una luz sobre la cama (1969), El triunfador (1971) y Visita inmoral o la hija de los embajadores (1975).
Muchas de sus novelas han sido adaptadas al cine: La otra vida del Capitán Contreras (1955), Embajadores en el infierno (1956), La mujer del otro y Los reglones torcidos de Dios (1982).
Obtuvo el Premio Nacional de Literatura en 1955, el Premio Planeta en 1961, el Premio Fastenrath de la Real Academia Española, el Premio Espejo de España en 1993 y el Premio de la Sociedad Cervantina de Novela.
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