SERVUS HISPANIARUM REGIS



lunes, 23 de septiembre de 2013

ELEFTHERIOS VENIZELOS (I)

Archivo: FirmaDeVenizelos - victoryofvenizel00seliuoft.jpg
Citábamos en la entrada del pasado martes 17 de septiembre al famoso político griego Eleftherios Venizelos como el creador de la Cruz de Guerra 1916-1917. Hoy y mañana dedicaremos este espacio a glosar su biografía. Sin duda un hombre clave y esencial para entender la Grecia del siglo XX.
Nació en 1864 en el poblado de Mournies cerca de La Canea, Creta. Estudió Derecho en la Universidad de Atenas, licenciándose en 1887.
Tras su regreso a la isla, Venizelos fue elegido miembro de la Asamblea local de Creta por el partido liberal. Asociado a los elementos más progresistas de la política local, Venizelos era un acérrimo nacionalista griego y participó activamente en los levantamientos de la isla contra el Imperio Otomano (1889 y 1897) y en el movimiento para lograr la unión con Grecia, "Enosis", que hoy busca la unión de Chipre y Grecia. Tras la rebelión de 1897 participó en la redacción de la constitución de la isla, fue parlamentario de las cortes autónomas cretenses y llegó a ser nombrado ministro de Justicia del gobierno insular.
Archivo: Eleftherios Venizelos.jpg
Fotografía de E. Venizelos tomada a principios de siglo XX


Tras la revuelta de 1897 Creta se hizo autónoma del poder turco: contaba con un gobierno propio y un Alto Comisionado, nombrado por el rey de Grecia sin necesidad de la aquiescencia del sultán otomano; éste no podía vetar la legislación aprobada por el parlamento insular ni participar en la elección de los funcionarios de la isla.

El tercer hijo del rey Jorge I, el príncipe Jorge, había sido nombrado "Alto Comisionado de Creta" y Venizélos ministro de Justicia, pero las relaciones entre ambos no fueron buenas. Venizelos dimitió, acusando al príncipe de tratar de detentar atribuciones en realidad no le correspondían y llevando a cabo acciones que retrasaban la unión de la isla con el Reino de Grecia.
En la primavera de 1905 Venizelos encabezó una rebelión contra el príncipe, proclamando en vano la unión con Grecia. Las potencias aplastaron la revuelta en noviembre de 1905, manteniendo la situación original de amplia autonomía cretense, pero impidiendo la unión. 
En septiembre de 1906, ante su clara impopularidad, el príncipe Jorge abandonó la isla, siendo reemplazado en su puesto por Alexandros Zaimis, varias veces primer ministro. La revuelta, aunque fracasó, dio a conocer a Venizelos, convertido en héroe nacional, en los territorios con población de lengua griega.
Archivo: Comité de rédaction de la Constitución crétoise 1906-1907.jpg
Miembros de la Comisión para la redacción de la Constitución de Creta
Mientras tanto, en Atenas, ante la sensación de estancamiento de las reformas que la Liga Militar estaba imponiendo a los sucesivos gobiernos desde el verano de 1909; a comienzos de 1910 los militares decidieron llamar a Venizelos para solicitar su consejo.
Venizelos, que había apoyado el golpe militar de 1909 convenció a los militares para convocar una Asamblea Constituyente que diera lugar a la formación de una Asamblea Nacional. 
Las elecciones a la asamblea supusieron una gran victoria para Venizelos que, sin partido propio, reunía en torno a sí a los candidatos independientes, mayoritarios entre los diputados elegidos. 
Tras regresar brevemente a Creta para dimitir de sus cargos, el 18 de septiembre de 1910 volvió a Atenas, recibido por una gran multitud.
Venizelos impuso el carácter reformista y no revolucionario de la nueva Asamblea Constituyente: no debía redactar una constitución, sino limitarse a reformar la existente. Paulatinamente Venizelos moderó su actitud: de crítico de la dinastía y revolucionario pasó a mostrar un perfil reformista, ganando seguidores.
Dimitido el anterior primer ministro, el rey decidió sorprendentemente encargar la formación del nuevo gobierno a Venizelos el 19 de octubre de 1910.
Ante la obstrucción de los antiguos partidos, Venizelos logró el respaldo real para convocar elecciones, que los dirigentes opositores decidieron ignorar, conscientes de su segura derrota. Durante la campaña se fue formando el nuevo partido de Venizelos, el Liberal (Komma Fileleftheron). Gracias a la creciente popularidad de Venizelos y a la abstención de los partidos tradicionales las elecciones de 1910 fueron un gran triunfo del cretense, que obtuvo 300 de los 362 escaños. Gran parte de los diputados carecían de experiencia previa y el poder de los antiguos partidos fue eliminado, como deseaban los reformistas.
Venizelos procedió entonces a reformar la constitución (junio de 1911), aprobar legislación reformista y reforzar las fuerzas armadas del país.
Al igual que había moderado su actitud frente a la Corona, Venizelos se mostró cauto respecto a la anexión de Creta, consciente de la oposición de las potencias y de la insuficiente preparación militar del país para enfrentarse a los otomanos. En 1911 y comienzos de 1912 evitó declararse favorable a la enosis de la isla.
La idea de la Enosis mueve la política griega
Habiendo acabado sus tareas reformistas la Asamblea Constituyente dio paso a unas elecciones generales el 24 de marzo de 1912, que se saldaron con una gran victoria de Venizelos.
Ante el continuo descrédito de los partidos tradicionales Venizelos pudo seguir gobernando sin una oposición parlamentaria efectiva. La moderación y sus reformas debilitaron también a los reformistas más radicales, como socialistas y agrarios, que perdieron temporalmente apoyo.
Con las reformas comenzadas pasó a concentrarse en los objetivos de expansión territorial que habían sido el objetivo principal de las acciones de la Liga Militar. Venizelos había nombrado al que luego sería uno de sus rivales políticos, el ultramárquico pero hábil oficial, Ioannis Metaxáscomo su edecán y consejero en asuntos militares, a la vez que había impuesto el regreso del diádoco Constantino como jefe de las fuerzas armadas como gesto conciliador. A pesar de la oposición de la familia real y de sus más allegados políticamente, insistió, sin embargo, en traer una misión militar francesa para dirigir la reforma del Ejército.
La derrota otomana en la Guerra Italo-Turca del otoño de 1911 animó a los países balcánicos a olvidar temporalmente sus rivalidades y aliarse en contra del Imperio Otomano.

Unidos en la Liga Balcánica, atacaron al Imperio en octubre de 1912, mostrando rápidamente su superioridad militar.
El príncipe Constantino comandaba el Ejército griego que el 8 de noviembre de 1912 tomó Salónica, horas antes de la llegada de las unidades búlgaras a la ciudad macedonia, ambicionada por ambos aliados. En marzo de 1913 capturaban también la capital del Epiro, Ioanina.
Por el Tratado de Londres el Imperio Otomano cedía todo su territorio europeo a excepción de Albania y los alrededores de Constantinopla. Grecia recibía finalmente Creta, mientras que las islas del Mar Egeo y Albania quedaban por repartir según el criterio de las potencias.
Archivo: Manifestación en Grecia durante los Balcanes Wars.jpg
Manifestación de apoyo a Venizelos durante las Guerras Balcánicas
Las desavenencias de los miembros de la Liga por el reparto de Macedonia llevaron al enfrentamiento entre ellas en la Segunda Guerra Balcánica, que acabó con la derrota de Bulgaria. Tras esta segunda contienda, Grecia logró Creta, el sur de Epiro y gran parte de Macedonia, incluyendo Salónica, creciendo un 64% en territorio y un 67% en población.
Archivo: Balkan Wars Boundaries.jpg
Gracias a Venizelos y a sus reformas, el país se había mostrado preparado para los enfrentamientos militares de 1912-1913. El periodo de 1910-1915 pasó a ser considerado una época dorada del país, caracterizada por las reformas, las victorias militares y la expansión territorial, dirigidas por el gran hombre de estado.

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