SERVUS HISPANIARUM REGIS



miércoles, 1 de junio de 2011

1º DE JUNIO, 38 AÑOS DE REPÚBLICA EN GRECIA

Hoy hace 38 años el Gobierno de los Coroneles declaró que Grecia era una República.
La monarquía en la Grecia moderna se remontaba a la independencia nacional helena frente al dominio turco. En 1832 los griegos habían aceptado su primer monarca en la persona de Otón I. No obstante la Casa Real Griega desde la segunda mitad del s.XIX es la de Glüksburg, iniciada con Jorge I en 1863.
Ciento diez años después, la Casa Real era despojada de la corona por una dictadura militar.



Bautismo de S.A.R. el Príncipe Heredero Pavlos, primogénito de Constantino II, en la Catedral Ortodoxa Griega de Atenas (29 de junio de 1967). De izquierda a derecha: S.M. la Reina Federica de los Helenos, S.A.R. la Princesa Sofía de España, S.M. la Reina Ana María (con elPríncipe Heredero en brazos), S.A.R. la Princesa Irene, S.M. el Rey Constantino II de los Helenos y S.A.R. la Princesa Alexia de Grecia.

Constantino II ocupaba el trono desde el 6 de marzo de 1964 como Rey de los Helenos.  
Tras una serie de tensiones políticas en las que el monarca intervino personalmente se habían convocado unas elecciones generales para el 27 de mayo de 1967, pero un grupo de militares derechistas de ideología nacionalista dirigidos por Georgios Papadopoulos dieron un golpe de estado el 21 de abril. Los oficiales tenían puestos secundarios en el ejército (la mayoría eran coroneles). En la mañana del 21 de abril, las tropas detuvieron a todos los líderes políticos, incluso al primer ministro, tomaron el control del gobierno, del parlamento, del ministerio de defensa y de los principales medios de comunicación, e impusieron la ley marcial. Rodearon con tanques la residencia real de Tatoi, para evitar la resistencia del Rey.
Al día siguiente, Constantino visitó el Ministerio de Defensa, donde se encontraban reunidos los líderes golpistas y el primer ministro Kanellopoulos, que se encontraba bajo arresto. Después de una discusión, el monarca aceptó colaborar y tomar juramento al nuevo régimen dictatorial, a condición de que la junta militar aceptase colocar en el gobierno a cierto número de políticos civiles, entre ellos un monárquico, Konstantinos Kollias, como primer ministro, a lo que los militares accedieron. En los días siguientes, unas 10.000 personas fueron detenidas arbitrariamente sin juicio.
Constantino siempre mantuvo que su breve colaboración con el golpe de los coroneles fue una maniobra táctica que le permitiría ganar tiempo para organizar un contragolpe. El depuesto primer ministro Kanellopoulos declaró en el juicio a los coroneles de 1975 que había suplicado a Constantino que no prestara juramento, dado que este acto equivalía a legitimizar el régimen golpista. Constantino declaró más tarde que lo hizo a fin de evitar un baño de sangre.
Archivo:1967-4-21 greece01.jpg

Los blindados golpistas en las calles de Atenas (21 de abril de 1967)

Las relaciones con la Junta no serían sin embargo buenas. Constantino, acostumbrado como su padre a tener un papel activo en la política, no parecía muy dispuesto a permanecer como una figura decorativa. Aunque los coroneles eran anticomunistas y dispuestos a colaborar con la OTAN y las potencias occidentales, la opinión pública internacional se mostraba temerosa de la situación en Grecia. En esa situación, el rey Constantino visitó Washington en el otoño de 1967, donde se entrevistó con el presidente Lyndon B. Johnson.
El 13 de diciembre de 1967, Constantino II decidió lanzar un contragolpe contra el régimen dictatorial. Como Atenas estaba bajo el control de la junta militar, el rey viajó en la madrugada hacia la ciudad de Kavala, al norte del país, acompañado de toda su familia y del primer ministro Kollias. En Kavala, Constantino pretendía reunirse con tropas leales a la monarquía, organizar una fuerza, y avanzar hacia Salónica, tomar la ciudad, y crear ahí un gobierno paralelo. En Kavala, Constantino fue bien recibido. Las fuerzas armadas destacadas en esa ciudad estaban bajo el mando de un general leal a él. La fuerza aérea y la armada, ambas dirigidas por generales realistas que no habían estado involucrados en el golpe de estado, se mostraron decididas a apoyar a Constantino, mientras que otros oficiales cortaron la comunicación entre Atenas y el norte de Grecia.

Archivo:Kavala Castle.jpg

Kavala, la capital del fracasado contragolpe de Constantino II

En lugar de organizar una movilización rápida, Constantino prefirió reunir una fuerza lo suficientemente grande para avanzar hacia Salónica. Antes de que eso pasara, los generales leales a Constantino fueron arrestados por oficiales de segundo orden proclives al régimen militar, y éstos pusieron en marcha una fuerza que marchó a Kavala para arrestar al rey. Habiendo fracasado su intento de contragolpe, el monarca decidó marcharse al exilio a bordo del avión real, con toda su familia y su primer ministro. El 14 de diciembre de 1967 la familia llegó a Roma. Constantino no regresaría a Grecia durante todo el resto del gobierno militar, y de hecho nunca regresaría como rey.
El coronel Georgios Papadopoulos asumió él mismo como primer ministro y Georgios Zoitakis fue designado como Regente Provisional.
Al año siguiente, el gobierno de la dictadura envió intermediarios al rey para negociar los términos de su regreso al país. Constantino por su parte insistió en la restauración de la democracia como requisito para regresar. En noviembre de 1968, el régimen promulgó una nueva constitución que mantenía la monarquía en Grecia, pero le quitaba todos sus poderes al monarca. El gobierno entonces fijó una Regencia que actuaría hasta que el Rey aceptara el nuevo orden.
En 1973 la dictadura militar, que nunca había sido apoyada por el pueblo griego, se había vuelto más impopular aún, y en mayo hubo un intento de golpe de manos de militares monárquicos de la Armada, sin el apoyo de Constantino. En venganza, Papadopoulos declaró a Grecia como República el 1 de junio, decisión que fue refrendada por un plebiscito el 29 de julio, en el que participaron inclusive las facciones opuestas a la dictadura, tras lo cual Papadopoulos se proclamó a sí mismo como presidente, pero en noviembre ocurrió un golpe dentro de la misma junta militar organizado por Dimitrios Ioannides, quien colocó al general Phaedon Gizikis como nuevo presidente.
En julio de 1974, la dictadura militar perdió credibilidad después de promover un golpe de estado en Chipre, y terminó por caer. Ese mismo año regresó del exilio Constantinos Karamanlis y se convirtió en el primer ministro de un gobierno provisional hasta la celebración de elecciones democráticas. La nueva administración encontró ilégitima la Constitución del régimen militar y restableció por decreto la de 1952, que establecía la forma de gobierno de Grecia como una monarquía constitucional, lo que permitía pensar que Constantino II sería reconocido nuevamente como monarca.

Archivo:Karamanlis-konstantinos2.jpg

Constantinos Karamanlis
El Rey permaneció en Londres, confiado en que se le invitaría a regresar a Grecia.
Después de la victoria de Karamanlis en las elecciones parlamentarias de noviembre de 1974, en las que su partido Nueva Democracia obtuvo 54.4 % de los votos, al mes siguiente se puso en marcha el referéndum sobre si Grecia debía ser una monarquía o una república. Aunque Karamanlis era el líder tradicional del partido conservador monárquico, la derecha votó por la república, lo mismo que el centro. Reprochaban a Constantino II su intromisión en la vida política más allá de sus prerrogativas constitucionales, y las indebidas influencias políticas ejercidas por otros miembros de la familia real que no tenían un papel constitucional. Constantino era también criticado por su apoyo a la junta militar en 1967 y su negativa a cortar relaciones con la Junta durante su exilio, su papel en la dimisión de Papandreu en 1965 y su rechazo entonces a convocar elecciones, lo que según muchos había conducido al golpe de estado de abril de 1967.
El voto a favor de la monarquía representó sólo el 31 %. En 1985, el líder de Nueva Democracia, Constantinos Mitsotakis, declaró que el referéndum había sido poco limpio, porque Karamanlis no le permitió al Rey realizar en persona una campaña política en Grecia. Se le había permitido sólo dirigirse al pueblo griego por televisión desde Londres, mientras los grupos monárquicos se encargaban de su campaña en Grecia. El resultado del referendum fue aclamado en todo el país por manifestaciones de alegría. Constantino reconoció sus errores pasados y afirmó sus intenciones democráticas de cara al futuro; también prometió que tendría a la reina madre alejada de la vida política del país.
Aunque Constantino II no fue formalmente exiliado después del referéndum, no regresaría a su país en mucho tiempo. Primero se estableció en Roma, con su familia y allí nació su tercer hijo, Nicolás. Tras vivir un corto tiempo en Roma, regresó a Londres, donde nacerían su últimos hijos, Teodora y Felipe. La primera vez que pisó suelo griego tras su partida fue en 1981, de manera fugaz, para asistir a los funerales de su madre la reina Federica, que se llevaron a cabo en el cementerio familiar del Palacio de Tatoi.
Posteriormente, se sucedieron disputas legales entre Constantino y el gobierno griego, porque aquél no había pagado los altos impuestos de sus propiedades en Grecia. En 1992, Constantino llegó a un acuerdo con el primer ministro Constantinos Mitsotakis, que consistió en que el monarca cediera una parte de sus bienes a fundaciones no lucrativas a cambio de obtener de nuevo la propiedad de Tatoi, así como el derecho de sacar de Grecia varias pertenencias, que incluían tesoros de los palacios reales.

Archivo:TATOI PALACE.JPG

Vista del Palacio Real de Tatoi

En 1993, cuando Constantino había reaparecido de manera constante en los medios de comunicación griegos, realizó su primer viaje de larga duración a Grecia. El ex-monarca y su familia viajaron a través del país y recibieron muestras de simpatía entre algunos sectores de la población. El gobierno le pidió entonces que se marchara de Grecia, y optó por nacionalizar en 1994 sus posesiones en el país. También le denegaron el pasaporte griego mientras no tuviera un apellido como lo exige la ley a todo ciudadano griego, lo que Constantino interpretó como una denegación de la nacionalidad griega.
Constantino sostuvo que al descender de la Casa Real Danesa nunca ha llevado el apellido de su dinastía, Glücksburg, de conformidad con la tradición. El gobierno griego lo admitió y le propuso escoger cualquier apellido de su elección, pero Constantino se negó alegando que no tenía. Entonces demandó al gobierno griego ante la Corte Europea de Derechos Humanos, reclamando el derecho a disponer de un pasaporte griego, y 550 millones de euros por la incautación ilegal de sus bienes. A esta reclamación también se sumaron su hermana Irene y su tía Catalina. Constantino ganó parcialmente, obteniendo del gobierno la suma de 4 millones de euros, y una suma más pequeña para su hermana Irene. Sin embargo, el gobierno no fue obligado a restituirle sus tierras. La Corte Europea también reconoció la legitimidad de la ley griega que obliga a tener un apellido para disponer de un documento de identidad, por lo que desestimó la demanda interpuesta en ese sentido y recomendó a la antigua Familia Real que se hiciese con un apellido. Hasta 1994, su pasaporte griego lo identificaba como "Constantino, antiguo Rey de los Helenos". Desde 1999 su pasaporte lo identifica como "Constantino de Grecia".



Armas de S.M. Constantino II de Grecia
Constantino ha repetido en varias ocasiones que reconoce a la República como forma de gobierno en Grecia, y que su intención no es restaurar la monarquía, en respeto a la decisión del pueblo griego. Continúa identificándose como "Rey Constantino", aunque ya no utiliza el título de "Rey de los Helenos".
En ocasiones, es llamado por la prensa griega y en algunos círculos políticos como "Sr. Glücksburg" o "Constantino Glücksburg". Esa denominación fue utilizada por los opositores a la constitución monárquica, quienes destacaban de esa manera que la Familia Real no era de origen étnico griego. Constantino nunca ha aceptado Glücksburg como apellido, argumentando que es únicamente el nombre de una localidad.
Constantino no aceptó tampoco que se tomara "De Grecia" como su apellido (posibilidad sugerida por el gobierno griego), argumentando que es su título real. La constitución griega de 1975 prohibió los títulos nobiliarios, y considera que Constantino es un ciudadano como cualquier otro, sin más prerrogativas que las protocolarias reservadas a los antiguos Jefes de Estado. Fuera de Grecia, Constantino es también Príncipe de Dinamarca por derecho propio.



S.S.M.M. los Reyes Constantino II y Ana María de Grecia


A principios de la década de 2000, Constantino recuperó ciertas propiedades en Grecia y ha comenzado a viajar nuevamente a ese país de manera cada vez más frecuente en compañía de su familia. Utiliza un pasaporte danés con el nombre "Constantino De Grecia" en español. Recientemente ha comprado tierras en la costa, al sur de Atenas, y supuestamente planea establecer ahí su residencia permanente.
El 24 de diciembre de 2004, Constantino y Ana María, junto con otros miembros de la familia real griega, visitaron al presidente Konstandinos Stephanopoulos en el palacio presidencial (antiguo palacio real).
En la actualidad, Constantino y su familia viven en Londres, donde han logrado cultivar una amistad con la familia real británica. Constantino es amigo del Príncipe Carlos y padrino del Príncipe Guillermo de Gales. Su familia asiste a la mayor parte de los eventos sociales de la realeza europea, y él y su esposa son reconocidos como Sus Majestades los Reyes Constantino y Ana María de Grecia.
También pasan temporadas en España, al igual que sus hijos, pues S.M. la Reina Doña Sofía es hermana del Rey Constantino II a quien profesa un gran cariño.

Archivo:Royal Coat of Arms of Greece.svg

El bello Escudo de Armas de la Casa Real Griega

1 comentario: