El duque de Angulema
Un 7 de abril de 1823 se producía el inicio de la invasión francesa que ha pasado a la historia como la intervención de los "Cien Mil Hijos de San Luis". Su objetivo era apoyar a Fernando VII frente a los liberales, llegados al gobierno en marzo de 1820 tras el pronunciamiento de Riego, y restablecer el absolutismo en España. Todo ello en virtud de los acuerdos de la Santa Alianza materializados en el Congreso de Verona de 1822.
El ejército francés, denominado de los Cien Mil Hijos de San Luis, estaba comandado por el Duque de Angulema, hijo del futuro carlos X de Francia. Otro de los mariscales al mando de aquél ejército fue Bon Adrien Jeannot de Moncey, y también participó el príncipe Carlos Alberto de Saboya Carignan.
La fuerza, de 95.062 soldados, formados en cuatro cuerpos y uno de reserva atravesó el Bisasoa el 7 de abril de 1823. El ejército español constitucional que se formó para hacerle frente lo formaban unos 130.000 hombres, divididos en cuatro cuerpos de unos 18.000 o 20.000 cada uno y 52.000 hombres apostados en las plazas fuertes. Estaban desmoralizados y mal organizados, sólo ofrecieron resistencia Riego en Málaga, Granada y Jaén, Francisco Espoz y Francisco Espoz y Mina en Cataluña y las Cortes mismas en Cádiz.
A diferencia del gran alzamiento patriótico de 1808, ahora apenas hubo reacción popular de apoyo.
El duque de Angulema durante su intervención en España, por Hyppolite Paul Delaroche
Con el avance de las tropas de Angulema, el Gobierno y las Cortes en Madrid decidieron trasladarse a Sevilla, e instaron a que Fernando VII les acompañase. El ejército francés ocupó la capital de España sin resistencia y siguió hacia Andalucía en persecución de los liberales.
Una vez en Madrid, los absolutistas reunieron al Consejo de Castilla y al Consejo de Indias y acordaron establecer una Regencia en los siguientes términos:
El presidente sería el Duque del Infantado, don Pedro Alcántara de Toledo y Salm Salm. Existírían cuatro vocales: don Antonio Ponce de León Dávila, duque de Montemar, don Joaquín Ibáñez Cuevas, barón de Eroles, don Juan Cavia González, obispo de Osma y don Antonio Gómez Calderón. El Gobierno estaba formado por las carteras de Estado, Hacienda, Guerra, Gracia y Justicia, Marina e Interior de la Península y Ultramar.
Fernando VII recibe el homenaje del duque de Angulema
El día 10 de abril de 1823 llegó la familia real española a Sevilla, y al día siguiente la Comisión Permanente de las Cortes. Hasta el 11 de junio Sevilla fue la capital de facto de España, pero la llegada de las tropas francesas obligó a trasladar la capital a Cádiz, llevándose al monarca con ellos.
Cádiz fue sitiada y bombardeada. La resistencia fue muy fuerte y los franceses no pudieron tomar la ciudad, aunque acabaron con las fortalezas que la protegían, como del Fuerte de Trocadero.
La situación de los sitiados era desesperada, pues no llegaban refuerzos de parte alguna. Al final se llegó a un pacto: Fernando VII saldría de Cádiz bajo la promesa de amnistiar a los liberales, defendiendo algunas conquistas de la Constitución de 1812, y a cambio se rendiría la plaza.
Desembarco de Fernando VII en el Puerto de Santa María el 1 de octubre de 1823, por José Aparicio
Acordado con los franceses, Fernando VII salió de la ciudad y, atravesando la Bahía, desembarcó en el Puerto de Santa María el 1 de octubre de 1823, donde fue recibido por el Duque de Angulema. De forma inmediata se unió al invasor y el mismo día decretó la abolición de cuantas normas jurídicas hubieran sido aprobadas por el Gobierno y las Cortes durante los tres años anteriores. De igual modo comenzó la persecución de los liberales en España. Finalizaba así el Trienio Liberal (1820-1823).
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