EXCLUSIVA: INVESTIDURA DE LA ORDEN DEL ÁGUILA DE GEORGIA EN PORTUGAL

El pasado 16 de abril tuvo lugar en la histórica ciudad portuguesa de Guimaraes la solemne ceremonia de investidura de nuevos caballeros de la Orden del Águila de Georgia y de la Túnica Inconsútil de Nuestro Señor Jesucristo.

La ciudad de Guimaraes se halla íntimamente unida al nacimiento de la identidad nacional portuguesa en el siglo XII y a la figura de su primer monarca, el Rey Alfonso I Enríquez.

Alfonso I Enríquez. Escultura en bronce. Castillo de Guimaraes.

Padrao do Salado, erigido en honor de la participación portuguesa en la victoria cristiana de la Batalla del Salado junto al Rey Alfonso XI de Castilla (1340)

Castillo de Guimaraes

Armas municipales de Guimaraes

El acto fue presidido por S.A.R. Davit Bagrationi, Jefe de la Casa Real de Georgia y Gran Maestre de la Orden del Águila. Asistieron al mismo S.A.R. el Infante don Miguel, Duque de Viseu, el Sultán Charif de la Gran Comora, Luc Cheikh Mohamed Saïd, Jefe de la Casa Real de Comores y S.E. Ulisses Rolim, Conde de Rolim y Reigada, Gran Prior de la Real Cofradía de San Teotonio de Portugal, el Mayor Silva Duarte, Su Eminencia el Obispo Emérito de Sao Tomé y Príncipe y otros destacados invitados.

Aspecto parcial del Salón donde tuvo lugar la ceremonia

S.A.R. Davit Bagrationi, el Maestro de Ceremonias y dos Heraldos de la Real Cofradía de Sao Teotonio

Momento de la investidura de uno de los nuevos caballeros

Otra instantánea de la Investidura de manos del Jefe de la casa Real de Georgia. En los extremos de la imagen, S.A.R. el Duque de Viseu (izquierda) y S.E. el Conde de Rolim (derecha)

De igual modo se produjo el ingreso de caballeros y damas en la Real Cofradía de San Teotonio según estaba previsto. Recordemos que esta noble Cofradía se halla bajo la protección de la Casa Real de Georgia.




Nuestra enhorabuena a los nuevos caballeros y damas ingresados tanto en la Orden del Águila de Georgia como en la Real Cofradía de San Teotonio. Que Dios ilumine sus pasos y sean valerosos testigos, y ejemplo ante el mundo, de los nobles ideales que impulsan la vida de la Orden y la Cofradía.