SERVUS HISPANIARUM REGIS



miércoles, 19 de septiembre de 2012

LA REAL MAESTRANZA DE CABALLERÍA DE RONDA




A partir de la Edad Media, la dirección de los ejércitos y el servicio de las armas fueron tareas realizadas por la nobleza. En la historia militar y política de Andalucía y, por supuesto, de España, desempeñaron un papel relevante, además de las órdenes militares, las cofradías, maestranzas y otros cuerpos de caballería, institutos fomentados por la corona con la intención de que la nobleza local se ejercitara en el uso de la caballería y de las armas, a fin de poder dar inmediata respuesta a la llamada del rey e intervenir allá donde fuera necesario. En el caso de Ronda, Felipe II no hizo sino sancionar y estimular una práctica que se había acreditado con el tiempo. Se sabe, por ejemplo, que el cuerpo militar de la nobleza de Ronda intervino, ya en 1569, en la guerra contra los moriscos antes, incluso, de que la real cédula del 6 de septiembre de 1572 fundara la propia Maestranza. Por este documento se comprueba, también, que el rey recomendaba vivamente a los caballeros ejercitarse para la guerra mediante la realización de torneos, juegos de cañas, alcancías, anillas y, como no, alanceando toros bravos. El enfrentamiento con el toro era parte del adiestramiento ecuestre además de constituir un espectáculo popular. Unos años después, en 1575, la Maestranza de Ronda recibe unas instrucciones de Felipe II para que los caballeros se esmerasen en la cría de «buenos caballos para la guarda y defensa del Reyno». Aunque el avance de la Europa de las naciones llevase consigo la formación de ejércitos de financiación y dirección estatal, el cuerpo militar de la Real Maestranza de Ronda no abandonó por completo su preparación para la guerra, como pudo demostrarlo cuando se unió con otras fuerzas para hacer frente a la invasión de Napoleón Bonaparte. Concluido su compromiso histórico con el ejército, la Maestranza rondeña continuó manteniendo su escuela de equitación y orientó sus actividades hacia la cultura y la beneficencia. A lo largo, pues, de siglos, los maestrantes de Ronda no dejaron de enfrentarse a toros, de alancearlos y, «si el código del honor obligaba, incluso de enfrentarse a pie, cara a cara, y abatir al animal a espadazos». Este centenario juego con el toro ha sido el fondo del que pudo nutrirse, en Ronda, una tauromaquia señorial y popular capaz de dar paso al moderno toreo a pie. El hecho extraordinario de que en Ronda hayan nacido las dos dinastías de toreros más importantes de su época, –los Romero y los Ordóñez– no se entendería sin la existencia de una institución como la Real Maestranza de Caballería de Ronda.


Armas triunfales de la Real Maestranza de Caballería de Ronda
Las reales maestranzas de caballería nacen a lo largo de un período de tiempo que abarca los siglos XVI al XIX. La cronología de estas instituciones aristocráticas se inician con la fundación de la de Ronda, en 1573, y terminan con la de Zaragoza, en 1824. A lo largo del XVII se fundan las de Sevilla, Granada y Valencia.
Maestranza es término que surge a mediados del XVII en Andalucía, derivación del vocablo maestro que enseñaba el arte de la jineta, estilo de montar de procedencia arábigo-andaluza. Se designa así a una congregación de individuos de calidad para ejercitarse en el manejo de los caballos con destreza. Responden al modelo de instituciones medievales, cofradías de caballeros y guerreros que se ejercitaban para mantenerse en forma para la defensa de fronteras durante la Reconquista, prestos para defender al monarca.
El origen para su creación es una cédula real de Felipe II del 6 de septiembre de 1572, animando a «que en las ciudades, villas y lugares de estos Reinos, los caballeros y hombres principales y de calidad fundasen e instituyesen entre sí algunas Cofradías, Compañías u Orden, debajo de la advocación de algún Santo, con tales Ordenanzas, condiciones y capítulos que para ellos, entre otras cosas, se ordenasen fiestas en algunos días señalados de Justas, Torneos y Juegos de Cañas y otros ejercicios militares».
Los reyes distinguieron a estas instituciones con una serie de privilegios, sobre todo en el siglo XVIII. Así, Felipe V concedió que un miembro de la familia real sería siempre el hermano mayor en cada una, y a partir de un determinado momento, figuraría como hermano mayor el propio rey. Cada una tenía su propio uniforme, y facultad para organizar corridas de toros.
Uniforme de Maestrante de Ronda

En la historia de la Real Maestranza de Caballería de Ronda,
se distinguen los siguientes períodos:
1525-1705. La cédula de Felipe II fue leída en Ronda en el cabildo del martes 22 de septiembre de 1572. El corregidor y demás caballeros presentes, en nombre de la ciudad, siguieron el ritual acostumbrado, se destocaron, tomaron el escrito del monarca en las manos, lo besaron y pusieron sobre sus cabezas en señal de acatamiento. Al tiempo que se acordaba avisar a todos los caballeros que no estuviesen presentes, se determinó, como primer paso, limpiar la carrera pública de la plaza del Pozo, comprar una lanza jineta y unos cascabeles para que los días de fiesta corriesen todos los caballos que se quisieran presentar.

En 1573 se constituyó el germen de la futura Maestranza, como Cofradía del Santo Espíritu, poniendo por ordenanza hacer fiesta de caballos «el día segundo de Pascuas del Espíritu Santo, el de San Juan y el de San Pedro, las Carnestolendas y Pascua de Resurrección, y que todos los jueves los caballeros mozos montasen en la plaza del Pozo, teniendo por patrona a Nuestra Señora de Gracia».

En paralelo, se adoptaron ordenanzas sobre la cría y conservación de la raza del caballo en Ronda, labor a la que se dedicaron desde las primeras fechas. Durante este tiempo fue «una institución educativa, una verdadera escuela de instrucción militar, cuyo catecismo se cifraba en el arte gallardo de la jineta y de la esgrima de la lanza, ostentada en públicas fiestas de días señalados, cuyos ejercicios y cuya designación venían a constituir sus primeras y únicas ordenanzas» (Juan Pérez de Guzmán, La Casa del Rey Moro, Madrid 1920)


El legendario "Tajo de Ronda"

1706-1750. El nacimiento en algunas ciudades de cuerpos nobiliarios, a partir del último tercio del siglo XVII, y la aceptación del término maestranza para designarlos, propiciará el cambio de denominación de la antigua Cofradía del Santo Espíritu. Sus medios y sus fines permanecen inalterables, pero se acomete la estructura de su organización interna para adecuarse a las nuevas épocas.
El 17 de octubre de 1706 se celebra una histórica reunión en el recinto de la iglesia de Nuestra Señora de Gracia. Se independizan del Ayuntamiento de la ciudad y se admiten nuevos maestrantes siempre hábiles y dispuestos para el servicio del rey.
En este período son de destacar circunstancias históricas como la Guerra de Sucesión (1701-1730), con la pérdida de Gibraltar, la defensa de las costas y las prerrogativas de Felipe V de 1730 a las maestranzas, ratificadas por Fernando VI. A partir de aquí, recibiría la denominación de Real Maestranza de Caballería de Ronda, como se la conoce.
1750-1850. Este período está considerado como el de máxima brillantez de la corporación. En este sentido de proyección, se distinguen dos factores:

-  El que se refiere al fenómeno social de la nobleza.
- El relativo a los toros, con la construcción de la plaza y el auge de la tauromaquia.

La Maestranza conoce un incremento de los individuos, se establece la yeguada para la cría caballar (iniciativa que acabaría con la Guerra de la Independencia), se acomete la redacción de las ordenanzas y se crea una Academia de Ciencias Menores para los hijos de los miembros.

Se traslada el escenario de justas y torneos de la Carrera del Pozo a la Plaza de Santa María la Mayor. Dependiendo de la conmemoración que se celebraba en la plaza, presidida por un retrato del rey o del infante, cuando los juegos finalizaban se daba las gracias a la patrona, Nuestra Señora de Gracia, en la cercana ermita de su nombre. Como colofón, en la casa del Teniente de Hermano Mayor se obsequiaba a los hermanos con un refrigerio, calificado siempre de espléndido, y baile hasta el amanecer.



Placa de Maestrante de Ronda


En este período se suceden acontecimientos como la Guerra de la Independencia, en los que la Maestranza conocerá sus propias vicisitudes. Tras la abdicación de Carlos IV, el advenimiento al trono de su hijo Fernando VII se había solemnizado con grandes funciones por la Maestranza. Las cuatro maestranzas fueron reclamadas para exhibir sus habilidades con motivo del previsto encuentro del rey con Napoleón I. El levantamiento popular contras las tropas francesas del 2 de mayo impediría la demostración, y daría lugar al Batallón de la Maestranza, que participó en la batalla de Almonacid.
1850-2000. La Maestranza de Caballería de Ronda continúa en este período hasta nuestros días, y acentúa su colaboración con su ciudad matriz, en forma de donaciones y ayudas para obras públicas, sanidad y otros, además de ceder su plaza para fines diversos. Son éstas sus funciones principales, conservar la plaza de toros y contribuir a obras de carácter social y cultural.


La famosa Plaza de Toros de la Real Maestranza de Ronda

Históricamente la Real Maestranza de Caballería de Ronda centra sus actividades en dos campos muy delimitados: los toros y la equitación.
Propietaria de la plaza de toros de Ronda desde su construcción en 1785. La utilizó en un principio como lugar donde realizar juegos de cañas y ejercicios de jineta en honor de los Reyes y Hermanos Mayores del Cuerpo. Desde 1789 gozó del privilegio de celebrar dos corridas de toros anuales cuyos productos destinaba al mantenimiento de la Corporación, y en 1793 SM. el Rey determina que sea el Teniente de Hermano Mayor del Cuerpo la máxima autoridad durante la celebración de los festejos taurinos. Actualmente la explotación de su plaza no se realiza directamente, pero si asiste cuanto en ella tiene lugar la famosa corrida goyesca de Ronda.


Los diestros Enrique Ponce y Francisco Rivera en la corrida goyesca de Ronda (año 2010)

Por lo que respecta a la equitación está íntimamente ligada a ella ya que nace con el fin de fomentar esta disciplina entre los caballeros jóvenes de la ciudad. La celebración de ejercicios ecuestres se encuentra entre uno de sus fines y los caballeros maestrantes estaban obligados a la posesión de dos caballos con su respectivas guarniciones y, así mismo, fue propietaria de una yeguada contribuyendo al fomento de la cría caballar. En la actualidad mantiene una prestigiosa Escuela de Equitación de doma clásica.


Bellas espectadoras de la Corrida Goyesca de Ronda (año 2008)

Además señalar que como entidad eminentemente benéfica trata de apoyar a cuantas entidades o particulares acuden a ella en demanda de ayuda económica. Por último destacar la labor que realizan en nuestros días el Departamento Cultural, su museo, así como su importante archivo y biblioteca.

FUENTE: http://www.rmcr.org/

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