Las primeras referencias de los sajones se remontan entre los siglos III y V, cuando eran una tribu germánica que habitaba al norte del río Elba y que se expandió al sur del río hacia Westfalia y Estfàlia. También se expandieron a orillas del Rhin, y junto con los anglos y los jutos ocuparon las Islas Británicas. En 531 los sajones se aliaron con los francos para destruir el reino vecino de Turingia. Durante el periodo merovingio los sajones mantuvieron su autonomía respecto al Reino franco. El 772, tras la muerte de su hermano Carlomán, Carlomagno inició la conquista de Sajonia. Después de tres décadas de guerra, los sajones quedaron bajo dominio franco y el paganismo germánico fue sustituido por el Cristianismo. De esta manera quedaron incorporados al Imperio Carolingio.
El Ducado de Sajonia
Con la división del Imperio Carolingio por Tratado de Verdún (843) el territorio al este del Rhin pasó a ser el Reino Franco Oriental, que acabaría convirtiéndose en la actual Alemania. Sin un poder central fuerte, las tribus germánicas se tuvieron que valer por sí mismas para defenderse de los ataques de los vikingos en el norte y los eslavos en el este. El cabecilla de la tribu tomó el título de duque. El primer duque sajón fue Otón el ilustre (880-912), de la dinastía liudolfinga (descendientes de Liudolf), que logró extender su poder en Turingia. Su hijo Enrique fue elegido rey de los pueblos germánicos (919-936). Enrique es considerado como el fundador del reino germano. Su hijo Otón I (936-973) fue el primer rey de los pueblos germánicos en recibir la corona imperial por parte del papado (962).
Sajonia pudo nombrar libremente su Margrave y gobernador en la persona del noble Herman Billung, aunque en ningún documento figura que recibiera el título de duque. Su hijo heredó el cargo de su padre y consiguió hacerse reconocer como duque. Después de cinco duques de la casa Billung y uno de la Supplinburg, acabó gobernando la Casa güelfa.
Enrique el León
Con los güelfos el ducado llegó a su máximo esplendor, pero tras la revuelta del duque Enrique el León contra los reyes Hohenstaufen y su derrota en 1180, el ducado fue dividido en tres partes más pequeñas: Westfalia pasó a formar parte de el arzobispado de Colonia, Brunswick y Lüneburg quedaron en manos de los Welf, y el resto del ducado fue entregado a la dinastía ascaniana.
Enrique el León
Con los güelfos el ducado llegó a su máximo esplendor, pero tras la revuelta del duque Enrique el León contra los reyes Hohenstaufen y su derrota en 1180, el ducado fue dividido en tres partes más pequeñas: Westfalia pasó a formar parte de el arzobispado de Colonia, Brunswick y Lüneburg quedaron en manos de los Welf, y el resto del ducado fue entregado a la dinastía ascaniana.
El Electorado de Sajonia
Los Ascanios conservaron el ducado hasta la muerte sin descendencia de Alberto IV en 1423, por lo que el emperador Segismundo III se lo concedió a Federico IV de Meissen, de la casa Wettin, por su ayuda en las guerras contra los Husitas, y éste lo agregó a sus amplios dominios haciendo del Electorado de Sajonia un importante Estado. En la división de los territorios de los Wettin en 1485 (División de Leipzig), el Electorado estaba encuadrado en la herencia de Ernesto (línea Ernestina). Sin embargo, el territorio pasó a la línea Albertina cuando Juan Federico I el Magnánimo se unió a la liga de Esmalcalda en contra del Emperador Carlos V, que derrotó a la liga en la batalla de Mühlberg (1547), arrebató el Electorado a Juan Federico y se lo entregó a su aliado el Duque Mauricio de Sajonia-Meissen por la Capitulación de Wittenberg.
El Elector Juan Federico de Sajonia
El Elector Juan Federico de Sajonia
El Elector Augusto fue un luterano intransigente que desarrolló la economía local y promulgó las Constituciones de 1572, primera legislación constitucional de Alemania. No obstante, sus sucesores se fueron acercando en el siglo XVII al partido católico y, por lo tanto, a Austria. Aunque en un principio el Elector Juan Jorge I se alió con Gustavo Adolfo de Suecia, pronto cambió de bando y llegó a un acuerdo con el Emperador Fernando II, que en el tratado de Praga de 1635 le cedió Lusacia. El Electorado se convirtió en el escenario de la Guerra de los Treinta Años, acabando devastado y despoblado.
A principios del siglo XVIII, el Electorado había recuperado la prosperidad, y el Elector Federico Augusto I rivalizó con Brandeburgo en el dominio de Alemania. Convertido al catolicismo, se enfrentó a Carlos XII de Suecia en la Guerra del Norte por el trono de Polonia, lo que llevó a la conquista de Sajonia por los suecos en 1706. Federico Augusto convirtió la capital, Dresde, en una de las ciudades más bellas de Europa e introdujo en Meissen la industria de la porcelana. Federico Augusto II se alineó con Austria en contra de Prusia, lo que originó los desastres de la Guerra de los Siete Años en la capitulación de Pirna, 1756, y la pérdida del trono polaco.
Sajonia volvió a recuperarse con Federico Augusto III; el ejército pasó de 18.000 a 30.000 soldados, y en general participó de la política prusiana. Se vio obligado a entrar en la Cuarta Coalición antifrancesa durante la Revolución Francesa, pero tras la derrota en la Batalla de Jena (1806) contra Napoleón, concertó la paz con Francia y le fue otorgado el título real por el Emperador, formándose el Reino de Sajonia con su último Elector convertido en el Rey Federico Augusto I.
El Reino de Sajonia
Napoleón otorgó además a Federico Augusto I el título de Duque de Varsovia (su abuelo había sido rey de Polonia).
S.M. Federico I Augusto, Rey de Sajonia y Duque de Varsovia
Se convirtió así en aliado fiel de Napoleón. Las tropas de sus dos estados participaron en las principales batallas, y se encontraban a su lado cuando fue derrotado en la Batalla de Leipzig (16 al 19 de octubre de 1813), siendo prácticamente el único estado alemán en el bando napoleónico. Los aliados consideraron que Federico Augusto I había perdido su trono, por lo que pusieron el reino bajo ocupación y administración rusas. Probablemente, esto era más debido al deseo prusiano de anexionarse Sajonia que a cualquier posible crimen cometido por Federico Augusto I, y el destino de Sajonia fue uno de los puntos principales del Congreso de Viena. Al final perdió el 40% de sus territorios, incluyendo el históricamente significativo Wittenberg, origen de la Reforma Protestante, que fueron anexionados por Prusia, pero Federico Augusto I recuperó el trono y su reino, que todavía incluía las ciudades principales de Dresde y Leipzig. El reino se unió a la Confederación Alemana del Norte, organización que reemplazó al Sacro Imperio y a la Confederación del Rhin.
Su forma de gobierno era la monarquía constitucional hereditaria, con dos cámaras que se reunían cada dos años. La segunda cámara contaba con 82 diputados. El reino de Sajonia tenía cuatro portavoces en el Consejo Federal. Su constitución, que databa del 4 de septiembre de 1831, fue modificada posteriormente el 20 de abril de 1892.
Durante la Guerra Austro-Prusiana de 1866, Sajonia se alía con Austria, y el ejército sajón fue el único aliado en prestar ayuda sustancial a la causa de Austria, abandonando la defensa de la propia Sajonia para unirse al ejército de austriaco en Bohemia. Esta eficacia permitió probablemente que Sajonia escapara al destino de otros estados alemanes del norte que se aliaron con Austria (principalmente el Reino de Hannover), y que fueron anexionados por Prusia tras la guerra. Los austriacos insistieron como punto de honor que Sajonia debía salvarse, y Prusia accedió.
Sajonia, no obstante, se adhirió a la pro-prusiana Confederación Alemana del Norte al año siguiente. Con la victoria de Prusia sobre Francia en la Guerra Franco-prusiana de 1871, los miembros de la Confederación fueron organizados por Otto von Bismarck en el Segundo Reich, con Guillermo I como Káiser (Emperador). Juan I de Sajonia, como Rey titular, se vio subordinado y debía lealtad al Emperador, aunque él, como los otros príncipes alemanes, conservó las prerrogativas de un soberano, incluyendo la capacidad de establecer relaciones diplomáticas con otros estados. En aquel momento Sajonia era, de todos los estados alemanes, el de mayores renta per cápita y desarrollo industrial.
Tenía una superficie de 14.993 km² y su población era de 2.556.244 habitantes en 1871 y de 4.202.216 en 1900. Su capital era Dresde, llamada la Florencia del Elba (546.800 habitantes en 1910, 515.000 en 1905).
El nieto de Guillermo I, Káiser Guillermo II de Alemania, abdicó en 1918 como resultado de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. El Rey Federico Augusto III de Sajonia lo siguió en la abdicación y el Reino de Sajonia se convirtió en el Estado Libre de Sajonia dentro de la recién formada República de Weimar, cerrando así su breve historia como Reino.
S.M. Federico Augusto III, último Rey de Sajonia
El Reino de Sajonia
Napoleón otorgó además a Federico Augusto I el título de Duque de Varsovia (su abuelo había sido rey de Polonia).
S.M. Federico I Augusto, Rey de Sajonia y Duque de Varsovia
Se convirtió así en aliado fiel de Napoleón. Las tropas de sus dos estados participaron en las principales batallas, y se encontraban a su lado cuando fue derrotado en la Batalla de Leipzig (16 al 19 de octubre de 1813), siendo prácticamente el único estado alemán en el bando napoleónico. Los aliados consideraron que Federico Augusto I había perdido su trono, por lo que pusieron el reino bajo ocupación y administración rusas. Probablemente, esto era más debido al deseo prusiano de anexionarse Sajonia que a cualquier posible crimen cometido por Federico Augusto I, y el destino de Sajonia fue uno de los puntos principales del Congreso de Viena. Al final perdió el 40% de sus territorios, incluyendo el históricamente significativo Wittenberg, origen de la Reforma Protestante, que fueron anexionados por Prusia, pero Federico Augusto I recuperó el trono y su reino, que todavía incluía las ciudades principales de Dresde y Leipzig. El reino se unió a la Confederación Alemana del Norte, organización que reemplazó al Sacro Imperio y a la Confederación del Rhin.
Su forma de gobierno era la monarquía constitucional hereditaria, con dos cámaras que se reunían cada dos años. La segunda cámara contaba con 82 diputados. El reino de Sajonia tenía cuatro portavoces en el Consejo Federal. Su constitución, que databa del 4 de septiembre de 1831, fue modificada posteriormente el 20 de abril de 1892.
Durante la Guerra Austro-Prusiana de 1866, Sajonia se alía con Austria, y el ejército sajón fue el único aliado en prestar ayuda sustancial a la causa de Austria, abandonando la defensa de la propia Sajonia para unirse al ejército de austriaco en Bohemia. Esta eficacia permitió probablemente que Sajonia escapara al destino de otros estados alemanes del norte que se aliaron con Austria (principalmente el Reino de Hannover), y que fueron anexionados por Prusia tras la guerra. Los austriacos insistieron como punto de honor que Sajonia debía salvarse, y Prusia accedió.
Sajonia, no obstante, se adhirió a la pro-prusiana Confederación Alemana del Norte al año siguiente. Con la victoria de Prusia sobre Francia en la Guerra Franco-prusiana de 1871, los miembros de la Confederación fueron organizados por Otto von Bismarck en el Segundo Reich, con Guillermo I como Káiser (Emperador). Juan I de Sajonia, como Rey titular, se vio subordinado y debía lealtad al Emperador, aunque él, como los otros príncipes alemanes, conservó las prerrogativas de un soberano, incluyendo la capacidad de establecer relaciones diplomáticas con otros estados. En aquel momento Sajonia era, de todos los estados alemanes, el de mayores renta per cápita y desarrollo industrial.
Tenía una superficie de 14.993 km² y su población era de 2.556.244 habitantes en 1871 y de 4.202.216 en 1900. Su capital era Dresde, llamada la Florencia del Elba (546.800 habitantes en 1910, 515.000 en 1905).
El nieto de Guillermo I, Káiser Guillermo II de Alemania, abdicó en 1918 como resultado de la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. El Rey Federico Augusto III de Sajonia lo siguió en la abdicación y el Reino de Sajonia se convirtió en el Estado Libre de Sajonia dentro de la recién formada República de Weimar, cerrando así su breve historia como Reino.
S.M. Federico Augusto III, último Rey de Sajonia
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