SERVUS HISPANIARUM REGIS



martes, 6 de noviembre de 2012

LA MEDALLA A LA FIDELIDAD DE LA CIUDAD DE PIZZO CALABRO

File:Coat of arms of the Kingdom of the Two Sicilies.svg


Esta rara y cotizada medalla fue ordenada acuñar por S.M. el Rey Fernando IV de Nápoles y Sicilia como recompensa a los ciudadanos de Pizzo Calabro por su actitud en defensa de la Casa de Borbón durante la intentona del Mariscal Joaquín Murat para recuperar el trono de Nápoles en 1815.

Después de la Batalla de Waterloo y la definitiva caída de Napoleón, el mariscal Murat y su esposa Carolina fueron conscientes de que no cabía ya esperar clemencia por parte de Luis XVIII o los austriacos, a quienes habían traicionado con su conducta favorable a Napoleón en los Cien Días. Huyen a Córcega, desde donde intentan organizar la reconquista de Nápoles con un plan que imitaba al que utilizó Napoleón tras su fuga de Elba.
Murat desembarcó en Calabria acompañado por treinta fieles, pero la población de Pizzo Calabro no sólo no le recibió como un liberador, sino que no hizo nada para evitar su posterior arresto. Fue encerrado en el castillo de Pizzo, donde una comisión sumaria le juzgó, condenó a muerte y ejecutó, concediéndole como única gracia escribir a su esposa.

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Murat como Rey de Nápoles en un retrato de 1814

Durante el proceso, Murat pidió clemencia y suplicó por su vida, pero una vez tomó conciencia de que nada de lo que dijese podría salvarle, recuperó la compostura. El día de su fusilamiento marchó hacia el lugar de la ejecución vistiendo su uniforme de Mariscal de Francia. No aceptó la silla que le ofrecieron y tampoco consintió que le vendaran los ojos, diciendo: J'ai bravé la mort trop souvent pour la craindre. (He desafiado a la muerte en demasiadas ocasiones como para tenerle miedo).


Antigua postal del Castillo de Pizzo, rebautizado como Castello Murat

Se mantuvo firme, orgulloso y arrogante, aunque cortés incluso con los soldados del pelotón. Cuando estuvo preparado, besó un cristal de cuarzo anaranjado, que tenía el rostro de su esposa grabado, y exclamó: Sauvez ma face, visez à mon cœur... Feu! (Respetad mi rostro, apuntad al corazón... ¡Fuego!).
Su cuerpo fue enterrado sin pompa alguna en la iglesia de Pizzo, aunque su nombre está inscrito junto al de todos los grandes mariscales napoleónicos en el Arco del Triunfo de París.

File:Ferdinando I.jpg
Su Majestad Fernando IV de Nápoles y Sicilia, desde 1816, Fernando I de las Dos Sicilias

La bella y muy escasa Medalla conmemorativa de aquellos acontecimientos, tiene 49 mm de diámetro y  presenta en su anverso el busto de Fernando IV coronado y con cabellera que cae tras la nuca. Le rodea la inscripción latina: Ferdinandus IV. Utriusque SICILIAE REX PFA (Fernando IV. Rey de las Dos Sicilias. Pío Félix Augusto).


FUENTE: COLECCIÓN DE FRANCESCO Rauso - CASERTA

En el reverso aparece una gran flor de lis rodeada por la leyenda: OB EGREGIAM URBIS PITII FIDELITATEM ("A la egregia fidelidad de la ciudad de Pizzo"). Tiene también un exergo bajo el cual se lee, en latín, la fecha de los acontecimientos: PROSTRIDIE Nonas OCTOBRIS / RS AÑOS MDCCCXV (9 de octubre de 1815).

FUENTE: COLECCIÓN DE FRANCESCO Rauso - CASERTA

El 17 de junio de 1816, el general Nunziante, en nombre del Rey, entregó una Medalla a la Fidelidad a la Comuna de Pizzo di Calabria y otras de plata a los protagonistas del arresto de Joaquín Murat. Al parecer se llegaron a acuñar unas sesenta medallas pero en 1863 el gobierno del Piamonte ordenó su incautación, con una compensación económica, y fundido.
En el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles se conserva tan sólo una de ellas.


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