El Palazzo Pitti es un gigantesco edificio renacentista ubicado en la ciudad de Florencia, Italia. Está situado en la ribera sur del río Arno, a muy corta distancia del Ponte Vecchio. El aspecto del actual palacio data de 1458 y fue originalmente la residencia urbana de Luca Pitti, un banquero florentino. Fue adquirido por la familia Médicis en 1549 como residencia oficial de los Grandes Duques de Toscana.
En el siglo XIX, el palacio fue usado como base militar por Napoleón I, y luego sirvió, durante un corto período, como residencia oficial de los Reyes de Italia. A principios del siglo XX, el palazzo junto con su contenido fue donado al pueblo italiano por Víctor Manuel III; por lo que se abrieron sus puertas al público y se convirtió en una de las más grandes galerías de arte de Florencia. Hoy en día sigue siendo un museo público, ampliado con colecciones de arte del siglo XIX y principios del XX.
La construcción de este severo e imponente edificio fue encargada en 1458 por el banquero florentino Luca Pitti, amigo y aliado de Cosme de Médicis. Se dice que Luca Pitti quería construir un gran palacio que desbancase al Palacio Medici Riccardi, dando precisas instrucciones sobre el tamaño de las ventanas (éstas debáin ser mayores que el pórtico del Palacio Medici Riccardi). Ilustradas personalidades como Vasari mantuvieron que Brunelleschi fue el verdadero arquitecto del palacio y que su aprendiz Luca Fancelli realizó simplemente la tarea de ayudante. Actualmente, se atribuye el diseño del palacio a Fancelli.
El palacio original, aunque impresionante, no logró rivalizar en términos de tamaño y contenido con la magnificencia de las residencias de la familia Médicis. El arquitecto iba contracorriente de la moda de la época, pues la mampostería almohadillada de la piedra reforzada por la repetición de vanos y arcadas dan al edificio una apariencia severa y dura, que recuerda a un acueducto del Imperio romano. Este diseño original ha superado el paso del tiempo, pues la fórmula de su fachada se mantuvo durante las sucesivas ampliaciones del palacio, extendiéndose su influencia en numerosas imitaciones durante su época y en las recreaciones del siglo XVIII.
Los trabajos del palacio se pararon tras los incidentes financieros que sufrió Luca Pitti a raíz de la muerte de Cosme de Médicis en 1464, quedando el palacio inconcluso a la muerte de éste en 1472.
El edificio fue vendido en 1549 por Buonaccorso Pitti, descendiente de Luca, a Leonor de Toledo, esposa de Cosme I de Médicis, Gran Duque de Toscana, y que había sido educada en la lujosa corte de Nápoles. Al mudarse al palacio, Cosme encomendó a Vasari la ampliación del palacio para adecuarlo a sus gustos y necesidades. El tamaño del palacio aumentó considerablemente y se construyó un pasadizo elevado desde la antigua residencia real, el Palazzo Vecchio, atravesando los Uffizi y el Ponte Vecchio, al Palazzo Pitti.
S.A.S. Leonor Álvarez de Toledo, Gran Duquesa de Toscana
Además, se adquirieron unos terrenos al fondo del palacio, en la colina del Bóboli, para crear un gran parque, los Jardines de Boboli. Los paisajistas que trabajaron en este proyecto fueron Niccolo Tribolo y Bartolommeo Ammanati. El diseño original del jardín rodeaba a un anfiteatro en el que se representaban obras de dramaturgos de la talla de Giovanni Battista Cini para la cultivada corte florentina.
Jardines del Bóboli
Entre los años 1558 y 1570, Ammanati construyó una escalera monumental, que permitiese acceder con más pompa a la Planta Noble, y añadió dos alas al palacio, que rodeaban el recién creado patio. En el lateral que da al jardín, proyectó una gruta llamada Grotto de Moisés, por la estatua de pórfido allí situada, y sobre la terraza superior, a nivel de de las ventanas de la Planta Noble, la Fuente de Carciofo, diseñada por el asistente de Giambologna, Francesco Susini (1641).
La Gruta
En 1616 se abrió un concurso para diseñar la ampliación de la principal fachada urbana mediante tres módulos en cada extremo cuyo ganador fue Giulio Parigi.
Durante el Siglo XVIII se construyeron dos alas perpendiculares, diseñadas por el arquitecto Giuseppe Ruggeri, a fin de crear una plaza central frente en la fachada, prototipo de cour d’honeur luego copiado en Francia.
Patio de Honor del Palacio Pitti
El palacio fue la residencia principal de los Médicis hasta la muerte en 1737 del último heredero del linaje, Juan Gastón de Médicis, Gran Duque de Toscana. La propiedad pasó entonces a manos de los nuevos duques, miembros de la Casa de Lorena, en la persona de Francisco I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. La propiedad del palacio por parte de los austríacos fue brevemente interrumpida por Napoleón, quien utilizó al palacio como residencia durante su dominio de Italia.
Cuando en 1860, la Toscana se convirtió en una provincia del Reino de Italia, el palacio pasó a ser propiedad de la Casa de Saboya. Después del Risorgimento, mientras Florencia sirvió por poco tiempo como capital de Italia, el Rey Victor Manuel II lo utilizó como residencia hasta 1871. Su nieto, Víctor Manuel III donó el palacio a la nación en 1919.
Cámara de la Reina
El palacio y otros edificios dentro de los Jardines de Boboli fueron divididos en cinco galerías de arte y un museo, que albergan la mayor parte de su contenido original y diversas adquisiciones estatales. Las 140 habitaciones abiertas al público pertenecen a las ampliaciones del núcleo original que se hicieron en los siglos XVII y XVIII. Se conservan interiores antiguos y adiciones posteriores, como el salón del trono. En el año 2005 se descubrieron unos baños del siglo XVIII, que muestran instalaciones de fontanería muy similares a los sanitarios actuales.
El palazzo es en la actualidad el complejo museístico más grande de Florencia. El principal edificio palatino, habitualmente denominado corps de logis tiene una superficie de 32.000 metros cuadrados.
La Galería Palatina, situada en el piano nobile del palacio, es probablemente el más famoso conjunto que en su día formase parte de las famosas colecciones Médicis. Este museo, que atraviesa los apartamentos reales, contiene obras de Rafael, Tiziano, Correggio, Rubens y Pietro da Cortona, entre otros. Sigue manteniendo la apariencia de una colección privada, pues las obras de arte están dispuestas a la manera de un palacio, en vez de la colocación típica de los museos.
Las principales estancias fueron decoradas por Pietro da Cortona en puro estilo barroco, que pintó frescos en siete salas del palacio. De hecho, se considera uno de sus mejores trabajos la inmensa serie de frescos de la Sala della Stuffa (1637-1642), que representan la Edad del Oro, la Edad de la Plata, la Edad del Cobre y la Edad del Hierro, y las Salas de Marte, Júpiter y Venere (1647), que sirvieron de modelos para los Salons des Planétes de Le Brun en el Palacio de Versalles. El resto de los cuartos fueron completados a los largo del siglo XVII por Ciro Ferri.
La colección se abrió al público por primera vez al final del XVIII por el Gran Duque Pietro Leopoldo, que quería obtener la popularidad tras el fin de la dinastía Médicis.
Los Apartamentos Reales son un conjunto de 14 estancias, usadas formalmente por la familia Médicis y sus descendientes. Estos cuartos han sido notablemente alterados, principalmente durante el siglo XIX y contienen una colección de retratos de los Médicis, muchos de ellos por Justus Sustermans.
En contraste con los grandes salones de la galería palatina, muchos de estos cuartos son pequeños e íntimos que, aunque lujosos y formales, están más acordes con las necesidades cotidianas. Los Reyes de Italia usaron como residencia real el Palacio Pitti hasta 1920, pues aunque ya se había convertido en museo, se reservaron unas estancias para sus visitas a Florencia.
El Museo de la Plata, a veces llamado "El Tesoro Médicis", contiene una colección de valiosa plata, camafeos, trabajos en gemas semipreciosas y orfebrería de la Antigüedad, ambos pertenecientes a la colección de Lorenzo de Médicis. Estas salas formaban parte de los apartamentos privados, decoradas en frescos por pintores del siglo XVII como Giovanni di San Giovanni. El Museo de la Plata también posee un magnífico conjunto de plata alemana, donada por el Gran Duque Fernando tras la derrota napoleónica en 1815.
Sala della Tazza
El Museo de la Porcelana se abrió al público por primera vez en 1973, instalándose en el "Casino del Cavaliere" de los Jardines del Bóboli, y está compuesta por piezas de las más famosas factorías europeas (Sèvres, Meissen, Capodimonte…). Muchas piezas son regalos diplomáticos de cortes extranjeras, y otros fueron encargados por la corte del Gran Duque. Las joyas de la colección son los servicios de cena de la fábrica de Vincennes, y las figuras biscuit de Capodimonte.
Esta galería, situada en una ala del palacio conocida como "Palazzina della Meridiana", consta de un conjunto de vestuario teatral que abarca del siglo XVI a nuestros días y las vestiduras funerarias del Gran Duque Cosme, su mujer Leonor y su hijo García. Esta colección fue abierta en 1983.
El Museo de Carruajes está situado en el planta baja del palacio y muestra carrozas y otros enganches que se usaban en la corte gran ducal en los siglos XVIII y XIX. Hay una gran variedad de coches de caballos, desde los más sencillos a los más ostentosos, como la "Carrozza d'Oro", decorada con pan de oro y paisajes. Otros puntos de interés son las calesas del Rey de las Dos Sicilias y de los arzobispos de Florencia.
Comparado con muchos de los grandes palacios de Italia, el Palacio Pitti no destaca, a primera vista, en especial; no tiene la imponente e impresionante presencia del Palacio Real de Caserta, ni la apariencia de fortaleza del Turín, ni la elegancia del Palacio Real de Nápoles o del Quirinal. La relevancia arquitectónica del Palacio Pitti es su severidad y simplicidad, una estructura que ha sido copiada repetidas veces a los largo de la Historia. Llama la atención por la magnificencia del tamaño, la fuerza y el reflejo de la luz en la repetitiva estructura de piedra de la fachada, en la que el vasto y sólido almohadillado quita importancia a la ornamentación y la elegancia del diseño. Como en muchos otros palacios italianos, se debe entrar en el edificio para apreciar plenamente su arquitectura.
El control del palacio y los museos está en manos del estado italiano a través del "Polo Museale Fiorentino", una institución que administra numerosos museos de la ciudad, como la Galería Uffizi. A pesar su metamorfosis de residencia real a edificio público, el palacio sigue manteniendo su atmósfera de colección privada, gracias en gran parte a la asociación "Amici di Palazzo Pitti", creada en 1996, e integrada por voluntarios y patronos que recogen fondos y hacen sugerencias para el continuo mantenimiento del palacio y las colecciones.