El Reino de Polonia de 1916-1918, llamado también Regencia de Polonia (Królestwo Regencyjne), fue el estado propuesto por una ley de 5 de noviembre de 1916, emitida conjuntamente por el Imperio Alemán y el Imperio Austro-Húngaro en plena Primera Guerra Mundial. El proyecto de ambas potencias era utilizar el antiguo territorio ruso del Vístula, comúnmente llamado Polonia rusa pero conocido oficialmente en ruso como "Territorios del Vístula", para evitar el uso de la palabra "Polonia". Dicho territorio sería empleado para fundar un Estado Polaco sobre las zonas que las tropas alemanas habían arrebatado al Imperio Ruso durante sus campañas bélicas, y que correspondían a una gran parte de la Polonia rusa gobernada por la administración militar alemana conocida como Ober-Ost.
Los territorios polacos ocupados por Alemania en 1917
La Ley de 5 de noviembre de 1916, que contenía una "declaración de los dos emperadores" (Guillermo II de Alemania y Carlos I de Austria-Hungría) fue el punto de partida de la Regencia de Polonia, y dicha declaración permitió la creación de un Consejo de Regencia (Rada Regencyjna) formado por aristócratas polacos que simpatizaban con Austria y Alemania. A este Consejo se le dio limitada administración sobre los territorios antiguamente polacos tomados por Alemania y procedería a elegir un nuevo monarca para el proyectado Reino de Polonia, destinado a brindar tropas a las Potencias Centrales en su lucha contra el Imperio Ruso.
La caballería alemana entra en Varsovia (1915)
Foto: Archivo Federal Alemán
Un candidato temprano fue el archiduque austríaco Carlos Esteban de Habsburgo, cuyas dos hijas estaban casadas con poderosos aristócratas polacos vinculados a la corte de Viena: el Príncipe Olgierd Czartoryski y el príncipe Hieronim Radziwill.
El Archiduque, aunque austriaco de nacimiento, hablaba con fluidez el polaco ya que residía en Zywiec, Galitzia (la provincia del Imperio Austro-Húngaro de lengua polaca). El Archiduque Carlos Esteban estaba más que dispuesto a aceptar la Corona, pero como miembro de la Casa de Habsburgo necesitaba un permiso del cabeza de familia, el emperador Carlos I de Austria y IV de Hungría, quien dudaba de la ventaja del proyecto.
Al parecer Carlos I planeaba asumir él mismo la corona, aprovechando la existencia de una importante minoría polaca en su Imperio, que, según creía, le permitiría asegurar más fácilmente la lealtad del nuevo estado. No obstante, a medida que avanzaba la guerra y Austria-Hungría cada vez se hacía más dependiente del Imperio Alemán para continuar la contienda, las posibilidades de candidatos austríacos se redujeron y Alemania exigió que uno de sus príncipes de sangre real gobernara el estado títere.
El Consejo de Regencia de Polonia. De izquierda a derecha: Józef Ostrowski, Cardenal Aleksander Kakowski y Zdzisław ks. Lubomirski
La lengua alemana fue declarada oficial en todo el territorio del antiguo Reino de Polonia que había sido adjudicado a Rusia en el Congreso de Viena de 1814-1815. Sólo en las instituciones educativas se utilizaría la lengua polaca.
Los objetivos del Imperio Alemán de reclutar soldados polacos para que lucharan junto a su ejército contra Rusia no recibieron el apoyo del pueblo polaco y dieron resultados bastante insignificantes. En la fase final de la regencia el ejército polaco bajo control germano contaba sólo con unos 6.000 hombres.
El Reino tendría su propia moneda, llamada Marka polska (Marco polaco).
El 12 de septiembre de 1917 se promulgó una Constitución que establecía la monarquía como forma de estado, la responsabilidad no política de los Ministros y un parlamento bicameral.
El objetivo de la política alemana respecto era crear una región que pudiera ser fácilmente explotada económicamente y más adelante sujeta a una ambiciosa germanización, y la Regencia de Polonia no sería la excepción a esa regla. Berlín tenía el control efectivo sobre los recursos polacos y la economía polaca llegó a estar en manos de Alemania.
Las fronteras de esta "Polonia autónoma" fueron proyectadas para favorecer a Alemania, logrando que sectores estratégicos (centros industriales de la Alta Silesia o Lodz), quedasen bajo autoridad germana aunque los habitantes de estas regiones fuesen mayoritariamente polacos).
El gobierno imperial alemán esperaba calmar el evidente descontento polaco extendiendo los territorios bajo control del nuevo Reino de Polinia hacia el este, a las zonas de Rusia ocupadas, pudiendo inclusive alcanzar la zona bielorrusa en torno a Minsk.
Funcionarios alemanes exigieron establecer la llamada "Franja fronteriza polaca" que conduciría a la anexión de partes considerables de territorios polacos que formaban parte de la antigua partición rusa de Polonia. A finales de 1916 Alemania quería anexionarse casi 30.000 kilómetros cuadrados de territorio polaco, pero tal opción fue rechazada por los jefes militares alemanes en Polonia, al considerarla un gasto inútil de recursos alemanes y un riesgo de causar serios motines entre la población polaca.
El Consejo de Regencia no logró elegir un nuevo monarca y nunca adquirió mucha importancia ya que sus movimientos fueron inhabilitados por el Gobernador General Alemán, Hans Hartwig von Beseler. De hecho, tras el Tratado de Brest-Litovsk de febrero de 1918, la administración militar del Ober-Ost volvió a ganar poder y autoridad, pues la paz con Rusia eliminaba el motivo principal de los alemanes para crear un estado títere en Polonia, debilitando el proyecto del "Reino Polaco".
Las dos primeras páginas del Tratado de Brest-Litovsk
El 11 de noviembre de 1918, al hacerse efectivo el armisticio de Alemania con la Triple Entente, y tras estallar la Revolución de Noviembre en suelo alemán, los soldados germanos se desmovilizaron para volver a sus casas y el impotente Consejo de Regencia cedió todas las responsabilidades a los independentistas polacos dirigidos por Jozef Pilsudski.
Jozef Pilsudski, hombre fuerte de Polonia entre 1918 y 1935
Sin apoyo popular polaco, y sin sostenimiento de las tropas alemanas, la Regencia de Polonia se disolvió oficialmente tres días más tarde, aunque sus tropas y aparato administrativo pudieron en parte ser empleados posteriormente como solución de emergencia para dirigir los primeros meses de vida de la Segunda República Polaca.
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