Estefanía de Bélgica nació en el palacio de Laeken, en las inmediaciones de Bruselas, el 21 de mayo de 1864.
Fue hija del Rey Leopoldo II de los Belgas y de su esposa, la Archiduquesa María Enriqueta de Austria. Por línea paterna era nieta de Lepoldo I de los Belgas y de la esposa de éste, Luisa maría de Orleáns. Por línea materna era nieta del Archiduque José de Austria, Palatino de Hungría, y de su esposa, María Dorotea de Württemberg.
Estefanía se casó el 10 de mayo de 1881 en Viena con su primo lejano, el archiduque Rodolfo de Habsburgo, hijo y heredero del Emperador Francisco José de Austria y de su esposa la emperatriz Isabel de baviera "Sissi". A la boda asistieron, entre muchos otros, los futuros Eduardo VII de Gran Bretaña y Guillermo II de Alemania.
La unión se encuadraba dentro de los planes del Rey Leopoldo II para lograr un mayor apoyo internacional para su país, su dinastía y sus ambiciones. La joven princesa no fue vista con mucho entusiasmo al principio por parte de su familia política, aunque su desempeño posterior en su papel regio le ganó la confianza del Emperador.
Estefanía de Bélgica y Rodolfo de Habsburgo tras su matrimonio en 1881
Mientras que Rodolfo era inteligente, impulsivo y sobre todo liberal en política, Estefanía tenía una postura mucho más reaccionaria, convencional y formalista. Todo esto, unido a las constantes aventuras amorosas de su marido, que incluso le contagió una enfermedad venérea, hicieron circular rumores de divorcio desde muy pronto. En 1887 Estefanía tuvo un affaire con un conde polaco, aunque la relación no prosperó. Rodolfo y Estefanía sólo pudieron tener una hija, llamada Isabel, que no podría heredar el trono austro-húngaro por ser mujer.
Rodolfo y Estefanía en una fotografía de 1882
En 1889 Rodolfo fue hallado muerto junto a su amante, María Vetsera, en un pabellón de caza en Mayerling (Bosques de Viena), tras un episodio nunca del todo aclarado. Las esperanzas imperiales de Estefanía se esfumaron con este hecho, y la joven viuda quedó aislada del resto de la corte imperial de Viena.
Poco después, en 1900, Estefanía se casó con un noble húngaro, el conde Elémer Lónyay (1864-1946), por lo que el Emperador Francisco José I de Austria la desposeyó de sus títulos imperiales y además provocó la ira de su padre, quien la desheredó. De allí en adelante y por muchos años, Estefanía trataría de hacer valer sus derechos patrimoniales en Bélgica, a los bienes dejados por su padre, sin éxito.
Estefanía de Bélgica como condesa Lónyay
En 1935, Estefanía publicó sus memorias, que aparecieron fuera de Austria bajo el título de Ich Sollte Kaiserin Werden (Debí haber sido emperatriz).
Vivió con su familia en el castillo de Oroszvar, en la zona occidental de Hungría, hasta que el avance del Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial obligó a la pareja a huir. Encontraron refugio en la abadía benedictina de Pannonhalma, cerca de la población de Györszentmarton, en Hungría.
Allí falleció el 23 de agosto de 1945, a los 81 años de edad, a causa de un derrame cerebral.
Sus restos recibieron sepultura en una cripta de la Abadía de Pannonhalma.
Tanto Estefanía de Bélgica como Rodolfo de Habsburgo, dejaron huella en el mundo de nuestras disciplinas mediante la acuñación de una medalla conmemorativa de su enlace.
Se trata de una pieza circular de bronce en cuyo anverso se muestran las efigies de los contrayentes en traje de corte, con un visible Toisón de Oro sobre el pecho del uniforme de Rodolfo. Les acompañan sus nombres: "Rudolph. Stephanie"
Anverso de la Medalla
Foto: www.ebay.com
El anverso presenta una corona cerrada de rosas silvestres con las armas imperiales de Austra-Hungría y reales de Bélgica en la base. En el centro una inscripción en lengua alemana que dice: "Zum andenken an die Vermählung jhrer k.k hohheiten den 10. Mai 1881" ("Para conmemorar el matrimonio de los Príncipes Herederos. 10 de mayo de 1881").
Reverso de la Medalla
Foto: www.ebay.com
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