Hoy viernes 6 de octubre a las 20´30 horas, en el Museo Jacinto Higueras de la localidad de Santisteban del Puerto (Jaén), se va a producir el ingreso de nuestro admirado y dilecto amigo don José María de Montells y Galán, en el Ateneo de Ilugo de aquella población.
Su conferencia de ingreso lleva por título: "La emblemática militar: el uniforme". Una excelente oportunidad para disfrutar con el verbo y la ciencia de uno de los más preclaros especialistas en la materia en España.
Se da la circunstancia de que don José María cederá también hoy viernes a las 13 horas, al Museo de la Batalla de Bailén, su magnífica colección de prendas de cabeza militares, que pasará a engrosar los fondos expositivos de dicho centro bajo el nombre de "Colección Montells" y cuyo bello y cuidado catálogo ofrece una descripción técnica y fotográfica de cada una de ellas.
¡Enhorabuena!.
SOBRE MI COLECCIÓN DE CUBRECABEZAS, por JOSÉ MARÍA DE MONTELLS
Era yo un mozuelo imberbe cuando mi padre me llevaba de la mano al Museo del Ejército de Madrid. Aquellas visitas matinales y domingueras incendiaron mi imaginación. Mi padre, que tenía la palabra pronta y precisa, me hablaba de la Historia de España, de sus Reyes y de sus generales y, yo siempre me emocionaba con su cháchara, tan apasionada y patriótica que, en ocasiones parecía, que había toma de Valencia o que había ayudado al general Primo de Rivera en el desembarco de Alhucemas. Y es que mi padre tenía en sus decires el don de la convicción.De aquellas jornadas me viene, digo yo, la admiración por los hechos de armas, por nuestros héroes y mártires, por los soldados españoles que una vez se enseñorearon del mundo. No hay, que yo sepa en este cansado planeta que nos ha tocado vivir, gesta tan legendaria y fabulosa como la conquista y posterior colonización de América por España. Nuestras victorias militares y, también nuestras derrotas, nos hicieron grandes. No fue fácil, hizo falta que todo un pueblo se desengrase en la consecución de un sueño, pero se logró. Con esfuerzo y voluntad. Así, llevamos nuestra bandera y nuestra fe a los cinco continentes donde todavía se escucha el eco de nuestra presencia en los más diversos escenarios.
Quizá por todo esto y por más cosas que tienen que ver con mi devoción por la bandera ondeando al viento, los grandes desfiles, la vida militar, en suma, comencé, hace demasiados años ya, a coleccionar cuenta prenda de cabeza caía en mis proximidades. Primero fue una gorra de plato de un oficial de regulares, luego un ros, más tarde un casco colombiano, así hasta poseer la colección que he cedido al Museo de la Batalla de Bailén. Son 65 piezas que espero que sirvan de reclamo para que, cada vez más, este Museo sea conocido por más personas. No en balde es el Museo donde se recuerda la victoria de un ejército español sobre el invasor francés que inició, nada menos, que la decadencia del imperio de Napoleón.
Me gusta pensar que mi modesta contribución al conocimiento de la uniformidad militar, mi pequeña colección de prendas de cabeza será parte integrante del recorrido por un Museo único que conmemora una gran gesta española de la época moderna.
Para mi tengo que, ante la actual manipulación de nuestra Historia, ante la explicación de la conquista y colonización de América como un genocidio, ante la supuesta convivencia de las tres culturas, ante los mitos fraudulentos que confunden a nuestros jóvenes, deberíamos responder con la verdad. Museos como este de Bailén contribuyen al conocimiento de lo que ocurrió en el pasado sin tergiversaciones interesadas. Pienso que debemos esmerarnos en la conservación de testimonios que den fe de los hechos históricos y transmitirlos intactos a las generaciones venideras. Eso es lo que, en la medida de mis posibilidades, he pretendido.
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