Como hemos visto en entradas anteriores, el Rey Carlos Gustavo XVI es el Gran Maestre de las Órdenes Reales de Suecia.
Tras una ley aprobada en 1974, las Órdenes Reales suecas sólo se confieren a los ciudadanos extranjeros por los servicios prestados en bien del país escandinavo. La única excepción a esta regla radica, desde 1995, en la facultad del Rey para otorgar la Orden de los Serafines y los grados de la Orden de la Estrella Polar a miembros de la Familia Real sueca.
Tras una ley aprobada en 1974, las Órdenes Reales suecas sólo se confieren a los ciudadanos extranjeros por los servicios prestados en bien del país escandinavo. La única excepción a esta regla radica, desde 1995, en la facultad del Rey para otorgar la Orden de los Serafines y los grados de la Orden de la Estrella Polar a miembros de la Familia Real sueca.
Aparte del sistema oficial de Órdenes, Suecia, al igual que la mayoría de países, tiene un número significativo de órdenes oficiales y casi oficiales, entre las que destaca principalmente la Orden de Carlos XIII (creada en 1811) de la que el Rey es Gran Maestre, y la Orden de San Juan en Suecia.
La Orden de San Juan se estableció en Escandinavia en el siglo XII y se convirtió en protestante en 1530. Formó parte inicialmente del Bailiaje de Brandemburgo y fue reorganizada en 1920 como dependiente de la Orden alemana, pero bajo la protección de la Corona Sueca.
Se independizó de la Orden alemana en 1946, manteniendo la figura de la protección del Rey de Suecia. Hoy esta Orden presta asistencia a ancianos y enfermos y colabora con los hospitales suecos, con algunas organizaciones caritativas y con las comunidades cristianas. También colabora en actividades internacionales para ayudar a refugiados y prisioneros políticos.
La Orden de San Juan de Suecia pertenece a la Alianza de la Órdenes de San Juan y está legalmente reconocida por la Orden de Malta.
La Orden de San Juan se estableció en Escandinavia en el siglo XII y se convirtió en protestante en 1530. Formó parte inicialmente del Bailiaje de Brandemburgo y fue reorganizada en 1920 como dependiente de la Orden alemana, pero bajo la protección de la Corona Sueca.
Se independizó de la Orden alemana en 1946, manteniendo la figura de la protección del Rey de Suecia. Hoy esta Orden presta asistencia a ancianos y enfermos y colabora con los hospitales suecos, con algunas organizaciones caritativas y con las comunidades cristianas. También colabora en actividades internacionales para ayudar a refugiados y prisioneros políticos.
La Orden de San Juan de Suecia pertenece a la Alianza de la Órdenes de San Juan y está legalmente reconocida por la Orden de Malta.
Otra orden sueca es la Orden del Amarante, que exalta el amor, instituida en 1653 por la reina Cristina, y a la que pertenecen tanto S.A.R. la Princesa Heredera Victoria como algunos esclarecidos caballeros españoles. No se debe confundir en absoluto con la Orden del Amaranto, que en realidad es una fraternidad masónica.
El Palacio Real de Estocolmo alberga, además de las Habitaciones Reales, el Salón del Estado, la Tesorería, el museo Tre Kronor, el Arsenal, el Museo de Antigüedades de Gustavo III, y las Salas de las Órdenes de Caballería.
Existen cuatro salas, una por cada Orden, en las que se pueden contemplar diversos objetos relacionados con sus ceremonias. Además se exponen, en vistosos armoriales, los escudos de armas de los caballeros miembros como símbolo de pertenencia.
Esta imagen que sigue muestra la Sala de la Orden de los Serafines. En el ángulo inferior izquierdo se aprecian las armas de S.M. la Reina Doña Sofía.
Hasta 1949, estas salas estaban situadas en un palacete situado frente al Tribunal Supremo de Suecia, fundado en 1789 por Gustavo III.
Otro de los atractivos del Palacio Real de Estocolmo es la ceremonia del cambio de guardia que se realiza los miércoles y sábados a las 12:15h y los domingos y días festivos a las 13:15h.
Existen cuatro salas, una por cada Orden, en las que se pueden contemplar diversos objetos relacionados con sus ceremonias. Además se exponen, en vistosos armoriales, los escudos de armas de los caballeros miembros como símbolo de pertenencia.
Esta imagen que sigue muestra la Sala de la Orden de los Serafines. En el ángulo inferior izquierdo se aprecian las armas de S.M. la Reina Doña Sofía.
Hasta 1949, estas salas estaban situadas en un palacete situado frente al Tribunal Supremo de Suecia, fundado en 1789 por Gustavo III.
Otro de los atractivos del Palacio Real de Estocolmo es la ceremonia del cambio de guardia que se realiza los miércoles y sábados a las 12:15h y los domingos y días festivos a las 13:15h.
Salón del Trono abandona Suecia, y mientras nuestro barco comienza a surcar las aguas del ciberespacio, nuestros ojos se vuelven para contemplar la imagen del Palacio Real de Estocolmo, saludando, como saludamos, de todo corazón, a la Familia Real sueca, deseando para este antiguo pueblo paz y prosperidad.
Escrito alrededor de 1844, el Canto al Rey, “Ur svenska hjärtans djup en gång” (“De lo más hondo de los corazones suecos...”) rinde homenaje al rey de Suecia como símbolo de la nación. Letra de C. V. A. Strandberg y música de Otto Lindblad.
Escuche el Canto al Rey (wma)
Ejecutado por la Banda del Regimiento de Guardias Reales. Director: Mats Janhagen.
Reservados todos los derechos.
© Instituto Sueco y Banda del Regimiento de Guardias Reales.
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