El Palacio del Bosque de Segovia o Palacio de Valsaín estaba situado al norte de la Sierra de Guadarrama, en terrenos de Valsaín, término municipal de Real Sitio de San Ildefonso en la provincia de Segovia. Fue el primer palacio de todos los Reales Sitios españoles. Actualmente solo quedan algunos restos del mismo.
Originalmente debió de ser un pabellón de caza utilizado por la Casa de Trastámara, en tiempos de los reyes Enrique III y Enrique IV. Su denominación original parece que fue Casa del Bosque y se utilizaba todavía en tiempos de Felipe II, principal impulsor de sus mejores estructuras.
Maqueta del Palacio de Valsaín
De 1552 a 1556, por orden de dicho monarca, el arquitecto Gaspar de Vega realizó sobre el primitivo pabellón una edificación palaciega con influencias flamencas. Gaspar de Vega, sobrino de Luis de Vega que ya había sido arquitecto real con Carlos I, compartía con otros arquitectos de la corte como Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera y Covarrubias, sus actuaciones en diversas construcciones vinculadas a la Casa Real (Alcázar de Madrid, Monasterio de El Escorial, Palacio Real de El Pardo, Reales Alcázares de Sevilla, etc) pero parece que fue el principal responsable de la nueva configuración de la Casa de Valsaín.
La edificación se organizaba, como era tradicional en aquellos tiempos, alrededor de un gran patio y se flanqueaba por torres en las esquinas, existiendo otras estructuras adicionales que complementaban a la principal (probablemente realizadas hacia 1558).
Vista de los restos del Palacio de Valsaín
Las imágenes realizadas por el artista flamenco Anton van der Wyngaerde en 1562 pueden dar idea de su aspecto en los momentos en que finalizaba su construcción. Se puede apreciar en ellos la influencia de las formas flamencas que el arquitecto importó a España tras los viajes que, por orden del monarca, realizó a Flandes, Francia e Inglaterra. Si las cubiertas recuerdan las formas de construir flamencas, la importancia de las chimeneas bien pudiera tener relación con las que el arquitecto pudo ver en el Castillo de Chambord que visitó en 1556.
En la decoración del palacio intervinieron artistas de la talla de Gaspar Becerra, Rómulo Cincinato, Juan Flores y Francisco Urbino. Serían dignos de mención según documentación de la época, la Sala de los Espejos y una valiosa colección de pintura, seleccionada según los gustos del Rey.
El Palacio de Valsaín tal y como lo representó Anton van der Wyngaerde en 1562
Se hallaba alejado de núcleos urbanos, con la Plaza Delantera delimitada en su parte derecha por un cuerpo que contenía el patio de Caballerizas y Cuarto del Príncipe, y en su parte principal por un acceso porticado con pilares, columnas en sus frentes y arcos, sobre el que se elevaba una galería grande con ventanas rectangulares separadas por pilastras y unidas por balaustrada. Se trataba de un espacio de connotaciones simbólicas, como refleja el nombre de San Quintín que le fue dado, y próximo a la galería de los Espejos, situada en otra de las pandas del patio principal, y evidentemente con decoraciones vítreas, pero también pictóricas a través de vistas de ciudades de los Países Bajos.
Representación pictórica del Palacio de Valsaín
En este lugar nació el 12 de agosto de 1566 Isabel Clara Eugenia, fruto del matrimonio de Felipe II con Isabel de Valois, que más tarde recibiría de su padre la soberanía de los Países Bajos, donde reinó hasta su fallecimiento en Bruselas en el año 1633. También en 1570 se realizaron en el sitio de Valsaín los festejos de las nupcias de Felipe II con Ana de Austria que se llevaron a cabo en el cercano Alcázar de Segovia.
S.A.R. la Infanta Isabel Clara Eugenia
En abril de 1697, reinando Carlos II, un voraz incendio destruye parte del edificio, iniciándose así su decadencia, que será definitiva en el momento en que se decide construir el próximo Palacio de La Granja, y en el que se aprovecharán muchos elementos del Palacio de Valsaín para su construcción.
Desde el siglo XVIII fue siendo periódicamente expoliado y pudiéndose encontrar en nuestros días tan solo unas ruinas de la torre norte, la galería de granito y poco más.
Desde el siglo XVIII fue siendo periódicamente expoliado y pudiéndose encontrar en nuestros días tan solo unas ruinas de la torre norte, la galería de granito y poco más.
Planta del conjunto palatino
En el año 1869 pasa a ser propiedad privada y en 1931 se declararon sus ruinas como Monumento Nacional.
A través de la ejecución del Convenio con SEGIPSA, se preve la consolidación de la ruina y adecuación del entorno con el fin de convertirse en un atractivo turístico más en el Municipio
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