Estandarte Real de Alberto II de los Belgas
Autor: Ssolbergj
La noticia era un rumor creciente en días pasados hasta que ayer quedó confirmada plenamente por el propio Soberano. En alocución televisada, S.M. Alberto II de los Belgas, de 79 años de edad, anunció a su pueblo la noticia de su abdicación en su hijo el Príncipe Felipe el próximo domingo 21 de julio.
Alberto II ha justificado su decisión por motivos de edad y su delicado estado de salud. "Ésta es una señal de respeto a la institución y a vosotros, queridos compatriotas. Después de 20 años, es el momento de pasar la antorcha a la próxima generación"... "Mi edad y mi estado de salud no me permiten seguir"..."Tanto mi hijo Felipe como la futura reina consorte, Matilde, están preparados para asumir el trono y estar al servicio de la democracia y de sus ciudadanos".
S.M. el Rey Alberto II en un momento de su intervención ante la televisión
Foto: www.panorama.com.ve
Bélgica hoy en día goza de una estabilidad institucional impensable hace dos años. Elio di Rupo, el político en el que confió Alberto II para formar un Gobierno estable, ha logrado crear un Ejecutivo cohesionado y reformista cuyo mandato expira el año que viene. Y de nuevo la figura del monarca volverá a ser determinante en la difícil tarea de formar una coalición estable entre partidos valones y flamencos. En Bélgica la división geográfica, lingüística y socioeconómica es tal que se requiere de una figura institucional sólida capaz de garantizar la integridad del territorio.
De hecho, aunque la Constitución belga no contempla el derecho de abdicación si estipula que cuando un nuevo Rey ocupa el trono, el Gobierno debe presentar su renuncia como señal de respeto. El nuevo monarca, apuntan los expertos, tendrá que rechazar esa renuncia para que Di Rupo y su gabinete puedan aprobar las cruciales normas que restan antes de que acabe la legislatura, entre ellas la reforma institucional que adelgazará considerablemente el tamaño y la dotación presupuestaria de la Casa Real.
SS.AA.RR. Felipe y Matilde serán el 21 de julio los nuevos soberanos belgas
Foto: www.laprensa.hn
El Primer Ministro Di Rupo expresó su "respeto y comprensión" por la decisión del rey Alberto II de abdicar y le agradeció su servicio al país durante los 20 años en que ha ocupado el trono. En una alocución a los belgas, el político destacó la "valentía" y la "clara vocación" del rey al servicio del país, así como por el "entusiasmo, empatía, humor e inteligencia" que ha demostrado durante su reinado.
Di Rupo, que se dirigió a los belgas en neerlandés y en francés, anunció que el Gobierno federal comenzará mañana los preparativos para el acceso al trono del príncipe Felipe el próximo 21 de julio, día de la Fiesta Nacional, en que abdicará el rey Alberto II.
El relevo generacional en la Corona se producirá en circunstancias diferentes a las de un fallecimiento, como ocurrió el 31 de julio de 1993 cuando Alberto de Bélgica sucedió a su hermano, el rey Balduino.
El Primer Ministro opina que el sucesor de la corona se ha preparado para el cambio "con mucha seriedad y un gran sentido de la responsabilidad hacia su futura función. Ha mostrado en numerosas ocasiones cuánto ama a Bélgica. El príncipe tiene la voluntad de servir bien a nuestro país. Contará con el apoyo del Gobierno".
Fuente básica: Javier Gallego para "El Mundo"
S.M. Alberto II de los Belgas (Albert Félix Humbert Théodore Christian Eugène Marie, nació en el Castillo de Stuyvenberg, Bruselas, el 6 de junio de 1934. Es el hijo menor de Leopoldo III y de su primera esposa, la princesa Astrid de Suecia. Al nacer se le otorgó el tratamiento de Alteza Real y el título de Príncipe de Lieja.
Perteneciente a la Casa Wettin, de la dinastía de Sajonia-Coburgo-Gotha, en un primer momento fue educado en el Palacio Real por preceptores, dándole una educación propia de un príncipe, aunque él no estaba destinado a reinar ya que tenía un hermano mayor, Balduino.
En el año 1940 el ejército alemán invadió el territorio belga. Leopoldo III marchó con el ejército para enfrentarse a los alemanes, pero los belgas fueron derrotados y ordenó el traslado de sus tres hijos, Josefina Carlota, Balduino y Alberto a España. Tras la derrota, el gobierno belga, presidido por Hubert Pierlot se exilió a Londres y pidió a la Familia Real que hiciese lo mismo.
Leopoldo III decidió permanecer en suelo belga y afrontar la ocupación entre su pueblo mientras que los príncipes iniciaban su exilio en Suiza y Londres. En esos tiempos el por entonces Príncipe de Lieja fue enviado al prestigioso instituto Le Rosey, en Suiza, donde perfeccionó su inglés y alemán.
Tras la polémica situación creada por la permanencia de Leopoldo III en suelo belga durante la ocupación nazi, se generó en el país la llamada "Cuestión Real" que no se resolvió hasta 1950, año en que se permitió a la Familia Real regresar a Bélgica y a instalarse en el Palacio Real. Un año después, Leopoldo III, impopular entre un amplio sector del país, decidió abdicar a favor de su hijo Balduino, convirtiéndose Alberto en Príncipe Heredero.
En 1952, el príncipe Alberto ingresó en el Centro de la Marina en Brujas, siendo ascendido en 1957 a teniente de navío. Al año siguiente, fue enviado a Roma como cabeza de la delegación belga a la coronación del Papa Juan XXIII y allí conoció a su futura esposa, Paola, princesa Ruffo di Calabria.
También en 1958 el Príncipe de Lieja, con tan solo 24 años, empezó a formar parte del Senado, tal como estipula el artículo 58 de la Constitución, y además, se ocupó de la dirección del Instituto Nacional para el estudio de la agronomía del antiguo Congo Belga y el Comité de Honor de la Exposición Universal.
El 2 de julio de 1959 se casó en la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula con su prometida, la Princesa Paola Ruffo di Calabria, siendo ascendido a Capitán de Fragata. Ambos iniciaron un viaje por todo el país, ya que eran los príncipes herederos hasta el momento, y realizaron apariciones públicas en defensa del medio ambiente y la protección del patrimonio artístico y cultural. Un año después de su matrimonio, el 15 de abril de 1960, nacía su primer hijo, el Príncipe Felipe.
De izqda. a dcha.: El Príncipe Alberto, la Princesa Paola, la Princesa Beatriz de los Países Bajos, su madre la Reina Juliana y el Rey Balduino de los Belgas; en una fotografía de 1960
Foto: Nationaal Archief Fotocollectie Anefo
El todavía Príncipe Alberto se consagró al estudio del desarrollo de los transportes belgas y se interesó particularmente en la navegación y en el desarrollo industrial de los puertos desde 1962, año que fue nombrado Presidente de la Oficina de Exportación, convirtiéndose en un autentico embajador de su país. El 5 de junio nacía su primera hija, la Princesa Astrid y al año siguiente nacía su último hijo, el 19 de octubre de 1963, el Príncipe Lorenzo.
Además de presidir la Oficina de Exportación, presidió también la Cruz Roja Belga y la Caja General de Ahorros y Pensiones e igualmente fue Presidente de honor del Comité Olímpico de Bélgica.
En el verano de 1993, tras la muerte de su hermano, Balduino, sin descendencia, fue coronado como Rey de los Belgas, ya que era el primero en sucesión al trono, siendo coronado como Su Majestad Alberto II, y se trasladó a la residencia oficial del Jefe de Estado, el Castillo Real de Laeken.
S.M. Alberto II revistando a las tropas durante la parada militar de la Fiesta Nacional del año 2011
Foto: Paul Hermans
Aunque su verdadera intención era abdicar en su hijo mayor, el Duque de Brabante, decidió permanecer como monarca por el difícil momento político que sufrió el país en la década de los 90, debido a la reforma federalista, que dividía al país en 3 regiones y los movimientos de separación entre Flandes y Valonia.
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