SERVUS HISPANIARUM REGIS



jueves, 1 de mayo de 2014

HÉROES DE CAVITE

Monumento a los Héroes de Cavite en Cartagena

Hoy 1 de mayo se conmemora el 116º aniversario de la batalla naval de Cavite que supuso el principio del fin de la presencia española en las Islas Filipinas.
Desde el 25 de abril de 1898, España y los Estados Unidos estaban en guerra. El conflicto se iba a resolver en dos teatros de operaciones muy distantes entre sí: el Archipiélago de las Filipinas y la isla de Guam, y las islas de Cuba y Puerto Rico. 
Iniciadas las hostilidades, la escuadra norteamericana del Pacífico, al mando del Comodoro Dewey llegó la noche del 30 de abril a Subic (Filipinas). Al no encontrar allí al Contralmirante Montojo, entró en la bahía de Manila mientras los cañones de defensa costera hacían apenas un par de disparos contra él, sin ningún efecto, y llegó frente a la ciudad. Al no ver allí a la escuadra española, se dirigió hacia Cavite, donde la encontró bastante agrupada en la mañana del 1 de mayo.
Los españoles abrieron fuego cuando los norteamericanos estaban todavía a más de seis kilómetros, distancia demasiado alejada para poder hacer blanco con los medios de la época. Los norteamericanos esperaron a estar a unos 4 km para responder. Eran las seis menos cuarto de la mañana.
File:ManilaBayBattle.jpg
Litografía representando la Batalla de Cavite
La escuadra americana hizo varias pasadas en línea de fila, disparando ora por una banda ora por otra, mientras los buques españoles, casi parados o totalmente quietos, les respondían. Los americanos dispararon nueve veces más proyectiles que los buques españoles, debido a sus cañones de tiro rápido. Viendo que no conseguía nada, Montojo se lanzó con su buque insignia Cristina y el Don Juan de Austria armados de tubos lanzatorpedos, para intentar torpedear el buque insignia de Dewey. Un chaparrón de proyectiles detuvo el ataque, averiando gravemente al crucero insignia de Montojo, y forzando la retirada hacia la línea española. Los americanos prosiguieron con su fuego ya a unos 2 kilómetros entre las dos escuadras.
Croquis de la Batalla de Cavite
Fuente: es.kbismarck.org
Como consecuencia de ello, los cruceros españoles mayores, el Reina Cristina y el Castilla resultaron incendiados. Habían sufrido daños considerables también el Ulloa y el Marqués del Duero. Montojo trasladó su insignia al Isla de Cuba.
A las 7:35 horas, Dewey recibía una nota borrosa que parecía indicar que solo quedaban 15 granadas por cañón de 127 mm en su buque insignia, el Olympia, por lo que decidió retirarse, sin dejar de disparar en el proceso, con toda la escuadra a la ensenada de Pampanga, donde le esperaban el McCulloch y los transportes Nanshan y Zafiro.
Mientras tanto, Montojo ordenó abandonar los incendiados Cristina y Castilla. En el proceso, murió alcanzado por una granada enemiga el comandante del Cristina, Don Luis Cadarso y Rey. 
File:Luis Cadarso Rey.jpg
El capitán de navío Don Luis Cadarso y Rey, caído en la Batalla de Cavite
Montojo desembarcó en Cavite para curarse de una contusión en la pierna. Allí fue felicitado por el comandante del Arsenal, Enrique Sostoa Ibáñez, por haber rechazado el ataque estadounidense. Montojo le replicó que estaba vencido y le encargó, si Dewey regresaba, varar los buques y desembarcar a las tripulaciones. Mientras tanto él mismo se marchaba a Manila.
File:Battle of Manila Bay engraving.jpg
Granado norteamericano sobre la batalla naval de Cavite y sus protagonistas al mando
Dewey transbordó carbón y municiones de sus transportes. Entonces se comprobó que la nota anterior era un error, y que solo se habían disparado 15 granadas por cañón de 127 mm. Sin embargo, Dewey decidió esperar a que se dispersase el humo del combate para ver cómo había quedado la escuadra española. Los incendiados Cristina y Castilla, abandonados a sus incendios, explotaron. Al oír las explosiones, Dewey regresó, disparando sobre los buques que estaban siendo varados, contra los ya sin tripulación Velasco y Lezo, explotando este último por la pólvora que tenía a bordo, y también sobre el arsenal de Cavite.
De los dos cañones de 150 mm que defendían éste, solo uno pudo hacer fuego durante el combate y no alcanzó ningún blanco, por tener las alzas marcando ocho kilómetros, muy por encima de la distancia real del enemigo.
File:USS Olympia art NH 91881-KN cropped.jpg
El USS Olympia liderando el ataque contra la flota española en Cavite
Los norteamericanos prefirieron disparar mucho a disparar bien, logrando un 1% de impactos que alcanzaron sobre todo a los dos buques mayores de Montojo. Los españoles sólo lograron alcanzar al Baltimore, que perdió dos cañones por un único y afortunado disparo español, y provocar un pequeño incendio en el Boston.
Los americanos reconocieron 13 hombres muertos y 38 heridos. Los españoles sufrieron 60 muertos en la escuadra y 17 más en el arsenal. Con esta batalla, Dewey logró el dominio de la bahía de Manila y esto animó a los filipinos a sublevarse contra los españoles. A Dewey se le ascendió a Contraalmirante por esta victoria.
Por haber abandonado a su escuadra antes de haber finalizado el combate, Montojo fue encausado y expulsado de la Armada, readmitiéndosele más tarde en la reserva.
De los buques españoles perdidos en el combate, los americanos pusieron en servicio una vez finalizada la guerra los Isla de CubaIsla de Luzón y Don Juan de Austria, que apenas habían sufrido daños durante el combate, y que estuvieron en servicio en Filipinas durante varias décadas sufriendo después suerte diversa.

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