SERVUS HISPANIARUM REGIS



lunes, 26 de mayo de 2014

MENSAJE DEL GRAN PRIOR ECLESIÁSTICO DE LA ORDEN DE SAN LÁZARO CON MOTIVO DE LA PEREGRINACIÓN A WALSINGHAM



MENSAJE DEL GRAN PRIOR ECLESIÁSTICO DE LA ORDEN MILITAR Y HOSPITALARIA DE SAN LÁZARO DE JERUSALÉN, SU EMINENCIA REVENDÍSIMA EL ARZOBISPO DE MONREALE, CON MOTIVO DE LA PREGRINACIÓN DE LA ORDEN A WALSINGHAM

A TODAS LAS DAMAS Y CABALLEROS DE LA ORDEN MILITAR Y HOSPITALARIA DE SAN LÁZARO DE JERUSALÉN

Como Gran Prior Eclesiástico de la Orden, y en unión con el Gran Maestre, saludo la iniciativa de esta peregrinación 2014 a Walsingham. Es una oportunidad verdaderamente especial para abrazar el ecumenismo de la orden de San Lázaro y realzar su naturaleza espiritual fundamental. En el espíritu del ecumenismo, se enfatizará la participación de los miembros de la Orden en los servicios ecuménicos en el Santuario Anglicano y  en el Santuario Católico Romano, realizando todos unidos la marcha de los pocos kilómetros que separan ambos santuarios. 
En el marco de una peregrinación espiritual, la caridad y labor empresarial se abordarán el viernes  por la mañana durante la reunión de los Jefes de las Jurisdicciones y en la reunión de los Hospitalarios por la tarde.  Esta será una oportunidad perfecta para una renovación del compromiso de nuestros miembros en la labor caritativa de la Orden. 
La peregrinación de Walsingham culminará en la fiesta de Pentecostés, durante la cual los miembros tendrán la oportunidad de permitir que el Espíritu Santo les guíe en su trabajo para la Orden.
Para entender el milagro de Pentecostés, debemos partir de la experiencia de la amarga confusión que se creó en Babel y del esfuerzo de organización para tratar de construir la unidad entre los seres humanos. Tenemos la certeza de que el Espíritu Santo vence la ruptura iniciada en Babel, derrota a la confusión en nuestros corazones y rompe las barreras entre las clases y las razas. El Espíritu abre nuestros corazones, los purifica, los sana y nos reconcilia con los hermanos, lo que lleva a la comunión con ellos. Es el Espíritu de la unidad en la pluralidad de carismas quien nos permite superar la confusión y la división de Babel y que celebremos la comunión de Pentecostés.
 
La presencia del Espíritu Santo es fundamental en la vida de la Iglesia, pues como escribió el Patriarca Atenágoras I: "Sin el Espíritu Santo, Dios está lejos, Cristo permanece en el pasado, el mensaje del Evangelio está muerto, la Iglesia es sólo una organización, la autoridad es un dominio con la misión de propaganda; adoramos una mera evocación pues el cristianismo así es una moral de esclavos. Pero en Él, el cosmos se levanta y gime con dolores de parto para el nacimiento del Reino; Cristo resucitado está cerca de nosotros, el mensaje del Evangelio se convierte en el poder de la vida, la Iglesia es la comunión de la Trinidad, la autoridad es un servicio liberador, la misión es un continuo Pentecostés, la liturgia es a la vez memorial y anticipación, la acción humana es deificada ".
 
Al dar la bienvenida al Señor en nuestras vidas, somos capaces de reconocer y amar a Dios. Al contar con Él presente, nuestro trabajo en favor de la Orden tendrá un significado más profundo. Nuestro amor a Jesús nos permite expresar amor en la solidaridad y la acción responsable. Sostenidos por la esperanza cristiana, todos podemos aspirar a la felicidad y a la satisfacción como miembros de la Orden de San Lázaro de Jerusalén.
 
Doy la bienvenida a todos y a cada uno de ustedes a la Peregrinación a Walsingham y a la celebración de la Fiesta de Pentecostés en el compromiso conjunto como cristianos. Será un viaje memorable pues veremos cómo todos los miembros de la Orden se unen para comprometerse de nuevo en su crecimiento espiritual individual y de caridad, y para fomentar el desarrollo de la Orden de San Lázaro como Orden comprometida con el noble objetivo del servicio a nuestro prójimo.
 
Monreale, 21 de mayo 2014
+ Michele Pennisi
Arzobispo de Monreale, Sicilia, Italia

Gran Prior Eclesiástico de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén

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