Armas del Reino de Portugal entre 1139 y 1247
Diseño: Zulske Heraldry
"Muitos parabéns para nossos amigos portugueses. Oito séculos de uma bela língua irmã". (SALÓN DEL TRONO)
Nos manda recado nuestro buen amigo el Excmo. Sr. Don Rui Santos Vargas sobre la celebración del VIIIº Centenario del Testamento del rey Alfonso II de Portugal.
Y la ocasión bien lo merece pues se trata del documento más antiguo escrito en lengua portuguesa que se conserva.
El documento testamentario está fechado el 27 de junio de 1214.
En la última década del siglo XIII, rey Dinis legalizó el idioma portugués como lengua oficial del Reino de Portugal, siguiendo también el modelo de su abuelo, Alfonso X de Castilla, que durante su reinado iniciado en 1252, estableció el castellano vernáculo como lengua oficial de su reino.
Aunque el portugués adquirió carácter oficial en la época del rey Dom Dinis, ya en 1255, en la Cancillería del Rey Afonso III de Portugal, la lengua vernácula lusitana era utilizada junto con el latín en los diplomas oficiales.
El descubrimiento del manuscrito testamentario del Rey Afonso II de Portugal, se produjo en 1973, siendo publicado en 1979 y es por el Padre Avelino Jesús da Costa.
Solo dos copias sobrevivieron al paso del tiempo. Una de ellas se guarda en los archivos de la Catedral de Toledo y la otra permanece en la caja fuerte de la Biblioteca Nacional de Portugal, la Torre do Pombo, documento que se expone estos días al público que visite la exposición abierta con motivo de este octavo centenario.
Alfonso II de Portugal, nació en Coimbra el 23 de abril de 1185, siendo hijo del rey Sancho I y de Dulce de Barcelona, Infanta de Aragón. Alfonso II sucedió en el trono a su padre en 1211.
Los primeros años del nuevo monarca estuvieron marcados por los violentos enfrentamientos internos entre Alfonso y sus hermanos y hermanas, que se resolvieron al confiscar sus bienes y el exilio a Castilla de la mayoría de ellos.
El reinado de Alfonso II se caracterizó por un nuevo estilo de gobierno, contrario a la tendencia belicista de los reyes precedentes. Alfonso II no protestó por las fronteras con León ni intentó la expansión hacia el sur, pero sí consolidó la estructura económica y social del país. El primer conjunto de leyes portuguesas es obra de este rey y conciernen principalmente a temas como la propiedad privada, el derecho civil y la acuñación de moneda. En su época se enviaron embajadas a diversos países europeos con el objetivo de establecer tratados comerciales.
Aunque el monarca no estuvo presente, fuerzas portuguesas auxiliaron a la coalición cristiana, liderada por Alfonso VIII de Castilla, en la gran victoria de Las Navas de Tolosa (1212).
En 1217 los portugueses reconquistaron Alcácer do Sal.
Otras reformas de Alfonso II fueron la relación de la corona portuguesa con el Papa. Con el objetivo de obtener el reconocimiento de la independencia de Portugal, su abuelo, Alfonso I Enríquez, fue obligado a legislar diversos privilegios para la iglesia. Más adelante, estas medidas se convirtieron en duras cargas para el país, que veía como la iglesia se desarrollaba como un estado dentro del estado. Una vez establecida firmemente la existencia de Portugal, Alfonso II intentó minar el poder clerical en el país y aplicar parte de las rentas en proyectos de utilidad nacional. Esta actitud provocó un conflicto diplomático entre el Papado y Portugal. Tras haber sido excomulgado por el Papa Honorio III, Alfonso II prometió rectificar sus errores contra la iglesia pero murió en Coimbra el 25 de marzo de 1223 sin haber hecho ningún esfuerzo para cambiar su política.
Fue sucedido por su hijo Sancho II, habido de su matrimonio con la infanta Urraca de Castilla.
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