Vista de la Catedral de Sigüenza
Foto: Miguel hermoso Cuesta
Pasea con sus nuevos amigos en este mes de julio, por las calles segontinas, Don Froilán de Marichalar y Borbón. Deseamos todos enderece sus estudios al cuidado de sus nuevos mentores. A buen seguro, los esforzados docentes de la Sagrada Familia llevarán al primogénito de la Infanta Doña Elena a conocer la Catedral de Sigüenza, y le mostrarán esa bellísima escultura que se cobija del tiempo en la Capilla de Santa Catalina: el Doncel de Sigüenza. Esperamos le sirva de estímulo e inspiración.
La Capilla de San Juan y Santa Catalina, también llamada Capilla del Doncel, está situada esta capilla en el lado sur del transepto de la catedral de Sigüenza. Formaba parte en tiempos de una de las capillas absidiales de la catedral románica, la dedicada a santo Tomás de Canterbury.
La entrada a la capilla se realiza a través de una reja realizada por Juan Francés entre 1526 y 1532. La portada es de estilo plateresco y la construyó Francisco de Baeza. En el interior hay varios enterramientos, destacando en el centro del panteón el mausoleo, de estilo renacentista, de los padres del Doncel, Fernando de Arce y Catalina de Sosa, sostenido por leones y con estatuas yacentes de ambos, la cabeza de ella sobre un cojín, la de él sobre laureles, indicando que murió guerreando.
Interior de la Capilla de Santa Catalina
Foto: Luis Romo
Destaca también, en el muro, el sepulcro plateresco de Fernando Vázquez de Arce, obispo de Canarias, consejero de Fernando el Católico y hermano del Doncel, el cual adquirió la capilla a la familia de La Cerda, antiguos propietarios desde el siglo XIV, con el fin de que sirviera como capilla funeraria para él y sus familiares, firmando el decreto por el que adquirían el derecho de sepultura el 9 de enero de 1487.
Pero la obra maestra de esta capilla y quizás de la catedral, es el enterramiento de Don Martín Vázquez de Arce, el Doncel de Sigüenza, una de las obras maestras de la escultura funeraria española.
El sepulcro, colocado sobre tres leones, está cobijado por un arco solio de medio punto con la escultura del Doncel en alabastro. Don Martín aparece en postura semiyacente, vestido con armadura y sobre ella la roja cruz de la Orden de Santiago en el pecho. Se aprecia también el puño de una espada y un pequeño puñal en la cintura. La cabeza está cubierta con un bonete muy del gusto de la época de los Reyes Católicos.
Pero lo que más impacta es que no es una figura yacente, dormida, si no que se encuentra recostada, con una pierna sobre la otra y apoya el brazo medio incorporado, en actitud de leer un libro que sostiene abierto en sus manos. La iconografía habitual durante la Edad Media reserva los libros a personajes eclesiásticos, por lo que su uso en este caso puede considerarse una innovación, relacionada con el aumento de la literatura profana desde la crisis bajo medieval y la invención de la imprenta, presente en España desde 1472, con el Sinodal de Aguilafuente.
A sus pies un león y un paje llorante con un San Andrés en relive en el intradós del arcosolio.
El Doncel de Sigüenza
En el frontal del sepulcro dos donceles sujetan el escudo de armas familiar y se encuentra ornamentado con delicadas tallas en candelieri. Toda la obra está policromada. La fecha de realización de este conjunto funerario es entre 1486, año de la defunción del Doncel y 1504 en que sale citado en el testamento de su padre como ya realizado en la capilla de la catedral.
La parte inferior de la hornacina, contiene la siguiente inscripción:
Aquí yaze Martín Vasques de Arce - cauallero de la Orden de Sanctiago - que mataron los moros socorriendo - el muy ilustre señor duque del Infantadgo su señor - a cierta gente de Jahén a la Acequia - Gorda en la vega de Granada - cobró en la hora su cuerpo Fernando de Arce su padre - y sepultólo en esta su capilla - ano MCCCCLXXXVI. Este ano se tomaron la ciudad de Lora. - Las villas de Illora, Moclin y Monte frío - por cercos en que padre e hijo se hallaron.
La obra fue encargada por su hermano, Fernando Vázquez de Arce y, aunque se desconoce con exactitud el escultor, se le atribuye a Sebastián de Almonacid, que la realizaría en el taller que tenía en Guadalajara.
Aunque hoy situado al lado de la capilla del Doncel, destaca también un retablo gótico proveniente de la sacristía de la mencionada capilla. Se compone de varias tablas realizadas hacia 1440, siendo un encargo de la familia de la Cerda.
Retablo de San Juan y Santa Catalina
Foto: MarisaLR
Las tablas están pintadas en un estilo gótico italianizante y en la central se representa la Crucifixión, mientras las otras son escenas de la vida de san Juan y de santa Catalina. Se conserva también la predela donde se observan diversas imágenes pintadas de los profetas. De este mismo retablo se encuentran diversas tablas en el Museo del Prado de Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario