Se cumplen hoy, 12 de diciembre, cien años del final de los combates del "Milagro del Marne". Una batalla esencial para comprender el desarrollo posterior de la Primera Guerra Mundial.
A fines de agosto de 1914, todas las fuerzas aliadas en el frente occidental, constituidas por el ejército francés reforzado por el Cuerpo de Expedicionario británico, habían sido obligadas a la retirada hacia París tras varias derrotas en lo que se conoce como "Batallas de las fronteras".
La infantería alemana deseosa de repetir el éxito de 1870
La infantería alemana deseosa de repetir el éxito de 1870
Los alemanes, en su avance, llegaban al río Marne, amenazando con encerrar por el oeste al grueso de las fuerzas enemigas. Gracias a los primeros aviones, que hicieron su aparición en el campo militar como simples elementos de observación, los franceses se dieron cuenta de la amenaza.
El gobierno de Francia se trasladó a Burdeos y unos 500.000 parisinos abandonaron la capital.
Sir John French, comandante del cuerpo de expedicionario británico, inició los planes de la retirada general británica a las ciudades portuarias del Canal de La Mancha para una evacuación del continente. El gobernador militar de París, general Joseph Simon Gallieni, se reunió con Lord Kitchener, Secretario británico de Guerra, y le propuso un contraataque común en cuanto los alemanes llegaran al Marne.
Infantes franceses parapetados
El gobierno de Francia se trasladó a Burdeos y unos 500.000 parisinos abandonaron la capital.
Sir John French, comandante del cuerpo de expedicionario británico, inició los planes de la retirada general británica a las ciudades portuarias del Canal de La Mancha para una evacuación del continente. El gobernador militar de París, general Joseph Simon Gallieni, se reunió con Lord Kitchener, Secretario británico de Guerra, y le propuso un contraataque común en cuanto los alemanes llegaran al Marne.
Infantes franceses parapetados
El general Joffre había preparado un nuevo ejército en París, el VI°, comandado por el general Maunoury. Gallieni propuso emplearlo para realizar un ataque en el flanco derecho del ejército alemán de von Kluck, a partir del Marne, hacia Nanteuil-le-Haudouin y Meaux, el 5 de septiembre.
El 7 de septiembre, éste VI° ejército, atacado violentamente, resistía con dificultad. El gobernador de París, movilizó a todos los taxis de la ciudad de París para enviar con urgencia 6.000 reservistas al campo de batalla.
La infantería francesa dispuesta para "tomar un taxi" rumbo al frente
En la memoria colectiva quedó la imagen espectacular e increíble para la época de 670 automóviles, la mayoría taxis modelo Renault AG de color rojo, reunidos ante el Hôtel des Invalides, en el que fue uno de los primeros usos de tropas motorizadas. El aporte de los refuerzos de París ha sido descrito como fundamental en la economía de la batalla y de un gran valor emocional.
La infantería francesa dispuesta para "tomar un taxi" rumbo al frente
En la memoria colectiva quedó la imagen espectacular e increíble para la época de 670 automóviles, la mayoría taxis modelo Renault AG de color rojo, reunidos ante el Hôtel des Invalides, en el que fue uno de los primeros usos de tropas motorizadas. El aporte de los refuerzos de París ha sido descrito como fundamental en la economía de la batalla y de un gran valor emocional.
Renault AG-1, el "Taxi del Marne"
Foto: Musée de l´Armée
Finalmente, el 9 de septiembre, el VI° ejército, derrotado, se retiró tras el Marne. Von Kluck cometió el error de ir en su persecución, abriendo una brecha de 50 kilómetros con el 2° ejército de Karl von Bülow, que se encontraba a su derecha. Aprovechando esta situación, el Vº ejército francés, y las dos divisiones del cuerpo expedicionario británico, penetraron atacando a los dos ejércitos alemanes en los flancos que dejaron descubiertos.
Desorganizados por la maniobra, maniatados por las anteriores avanzadas y ligeramente inferiores en número en ese punto, los alemanes fueron obligados a replegarse hacia el río Aisne el 13 de septiembre.
La batalla posterior (13-28 de septiembre), llena de ataques y contraataques recíprocos, mostró a ambos ejércitos rivales la imposibilidad de un avance frontal con ímpetu, ya que tenían frente a sí un sistema de trincheras aún cuando sólo estuviera esbozado.
Mapa de operaciones de la Campaña del Marne
La batalla posterior (13-28 de septiembre), llena de ataques y contraataques recíprocos, mostró a ambos ejércitos rivales la imposibilidad de un avance frontal con ímpetu, ya que tenían frente a sí un sistema de trincheras aún cuando sólo estuviera esbozado.
Mapa de operaciones de la Campaña del Marne
La contención de los ejércitos alemanes marcó el fin del plan Schlieffen. Sin embargo, si los ejércitos franco-británicos lograron el objetivo de detener la ofensiva alemana y rechazarla, no fueron capaces de sacar fruto de la ventaja conseguida y alejar al enemigo de su territorio, sino solo algunos kilómetros hacia el norte.
Las bajas, de unos 200.000 hombres por cada bando, pusieron de manifiesto la crueldad de la contienda.
Con esta derrota el ejército alemán debió abandonar su plan estratégico original, alejándose así la posibilidad de una rápida victoria.
Uno de los varios monumentos que conmemoran la batalla
Las bajas, de unos 200.000 hombres por cada bando, pusieron de manifiesto la crueldad de la contienda.
Con esta derrota el ejército alemán debió abandonar su plan estratégico original, alejándose así la posibilidad de una rápida victoria.
Uno de los varios monumentos que conmemoran la batalla
A continuación de la Batalla del Marne comenzó la llamada “carrera hacia el mar” y la guerra de posiciones, que se prolongó por los siguientes cuatro años.
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