En estos días de campaña electoral, la población alavesa de Oyón ha saltado a los medios por el particular vídeo clip de su alcalde y candidato a la reelección. Pero no vamos a realizar ahora una valoración del mismo, puesto que no es, ni mucho menos, el objetivo de este Blog.
Hoy glosaremos la figura de un político español decimonónico nacido en esa localidad de Oyón: Salustiano de Olózaga.
Salustiano de Olózaga nació el 8 de junio de 1805 en Oyón (Álava), en el seno de una familia acomodada de ideología liberal. Su abuelo, Ramón Antonio, natural de Lanciego, obtuvo en 1791 el reconocimiento de su nobleza ligada al privilegio vasco de hidalguía universal por ser sus ascendientes «[...] nobles hijosdalgo, notorios de sangre por provenir de las Casas solares de la provincia de Guipúzcoa [...]». En 1803, fue regidor de Logroño como artesano del estado noble, cargo que ostentó posteriormente, al menos, dos veces más. Su padre, Celestino Olózaga y Sáenz de Navarrides, también había nacido en Oyón y trabajaba como médico contratado por el ayuntamiento de Arnedo con un salario anual de 11.000 reales.
El joven Olózaga
Al poco de nacer, el niño fue llevado a la casa familiar de Arnedo y allí aprendió las primeras letras. Años más tarde afirmó que su padre utilizaba para enseñarle a leer los artículos de la Constitución de 1812 conforme iban aprobándose en el transcurso de las sesiones parlamentarias. Su profesor de latín fue Marcelino Magro, un catedrático liberal originario de Cuenca y refugiado en Arnedo que utilizaba como material didáctico textos de autores latinos y no el catecismo o libros de oraciones.
Retrato de Olózaga pintado por Gisbert
Estudió Filosofía en Zaragoza y Madrid, donde residirá con su familia desde 1819. Oficial de la Milicia Nacional y liberal convencido, acompañó en 1823 a las Cortes del Trienio Liberal durante su traslado a Sevilla y Cádiz, huyendo de la intervención absolutista de los Cien Mil Hijos de San Luis. Tras la derrota de los liberales, vuelve a Madrid y cursa estudios de Derecho, ejerciendo posteriormente como pasante del abogado Manuel María Cambronero. En el entorno de éste, participó en las conspiraciones liberales de 1831, lo que le obligó a exiliarse en San Juan de Luz (Francia).
Aprovechando la amnistía de 1832 vuelve a España (febrero de 1833) y es recomendado por el conde de Toreno al ministro de Gracia y Justicia Nicolás María Garelli, que le nombra secretario de la comisión que revisaba el Código de Comercio.
Con Mendizábal fur Gobernador Civil de Madrid. Fue elegido diputado por esta ciudad y después por Logroño en las sucesivas elecciones parlamentarias desde 1836 hasta 1873. Participó en la elaboración de la Constitución de 1837 tras el Motín de La Granja de San Ildefonso, convencido de la necesidad de superar los enfrentamientos que la Constitución de 1812 y el Estatuto Real de 1834 habían supuesto. Es por entonces cuando se le nombra preceptor de Isabel II (reina desde 1833, pero aún bajo regencia de su madre María Cristina).
Olózaga en una caricatura de la publicación satírica "Gil Blas"
Opuesto a la Ley de Ayuntamientos de la Regente y con un claro apoyo al progresismo y al general Espartero en su enfrentamiento con aquélla, tomó parte activa en la caída de María Cristina (1840). Al ascender Espartero al poder, fue nombrado embajador en París, donde trató de conciliar las posiciones oficiales españolas con las tramas que realizaba María Cristina en el exilio. Tras la caída de Espartero y recién proclamada Isabel II mayor de edad, fue nombrado Presidente del Consejo de Ministros. Debió enfrentarse a las falsas acusaciones del reaccionario Luis Gomzález Bravo, en las que sostenía que había tratado de obtener la disolución de las Cortes mediante el uso de la violencia e intimidación sobre la Reina. La situación le obligó a huir de nuevo a Francia el 29 de noviembre de 1843. No volvería a España hasta 1847.
En 1853 ingresó como miembro de la Real Academia de la Historia. Posteriormente fue de nuevo embajador en París y, de vuelta a España, mantuvo duras críticas frente a los moderados y reaccionarios. En 1871 fue nombrado miembro de la Real Academia Española de la Lengua. Falleció el 26 de septiembre de 1873 en Enghien-les-Bains, siendo embajador de España en Francia.
Olózaga en un retrato de 1872, también de la autoría de Antonio Gisbert
Como homenaje a su larga trayectoria política, fue acuñada una medalla en bronce en cuyo anverso se muestra la efigie de Salustiano de Olózaga con su característica y poblada barba. Le acompaña el propio nombre del personaje.
Anverso de la Medalla
Fuente: www.todocoleccion.net
El reverso presenta una corona de laurel cerrada que contiene la inscripción biográfica: "Nació en Oyón, Rioja Alavesa, VIII Junio MDCCCV". Completa la pieza una grafila de puntos.
reverso de la Medalla
Fuente: www.todocoleccion.net
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