La Milizia di Terra Santa, fue fundada en Roma el 27 de mayo de 1948 por iniciativa de un grupo di caballeros italianos. Ese 27 de mayo, solemnidad de Corpus Christi, el Reverendísimo Padre Giulio Zanella OFM, Delegado de Tierra Santa en Roma, concedió a la Milicia su primer Estatuto.
Los fines fundacionales de la Milicia de Tierra Santa fueron estos: tutelar la perfecta conservación y santidad del Santo Sepulcro y de los Santos Lugares, de los horrores de la guerra, de las destrucciones y de las profanaciones. No olvidemos que en aquellos momentos se vivían las consecuencias bélicas de la declaración de independencia del Estado de Israel y su enfrentamiento armado con árabes y palestinos.
Habiendo languidecido su actividad, se decidió crear, desde la propia Milicia, una institución que renovara y actualizara sus objetivos, naciendo la Academia Cruzada de la Milicia de Tierra Santa.
Sus fines actuales son los siguientes
1. Hacer revivir, en íntima unión con la Milicia de Tierra Santa, las tradiciones culturales de la Caballería; a través de estudios y acciones culturales que contribuyan al mejor conocimiento del Santo Sepulcro y de los Santos Lugares, salvaguardándolos de los horrores de la guerra, de la destrucción y de la profanación; propagar en el mundo la Santa Fe de la Iglesia Católica Apostólica Romana, trabajando en unión con todos los cristianos y bajo la legítima autoridad del Romano Pontífice.
2. Reunir a los estudiosos de la Historia, la Heráldica, la Genealogía, el Derecho Nobiliario y la órdenes de Caballería, con el fin de favorecer el intercambio de ideas, de informaciones y noticias. Desarrollar e incentivar los estudios históricos, heráldicos, genealógicos, de Derecho Nobiliario, de Historia Medieval y de las Órdenes de Caballería.
3. Colaborar con todos los hombres y organismos de buena voluntad para construir un un mundo más humano y más cristiano.
4. Incrementar los estudios de las diferentes disciplinas humanísticas y científicas y promover el progreso de los pueblos fundamentado en los valores de la verdad, la justicia, el patriotismo, la libertad; todo ello desde el camino y la experiencia de la Fe. La Academia se ocupará de la organización de exposiciones, encuentros, cursos, debates, conferencias, seminarios de estudio, apoyando todas aquellas iniciativas que supongan mejora en el desarrollo cultural.
5. Crear e impulsar cursos, premios, concursos y otras iniciativas que sirvan para estimular un sano espíritu de investigación y creación científica y artística.
6. Poner en valor las obras y estudios de los propios Académicos, favoreciendo activamente los contactos, e intercambios con otras instituciones culturales de relevancia nacional e internacional, con el fin de favorecer el conocimiento y la colaboración entre los más notables estudiosos.
7. Encargarse de la publicación de un Boletín Oficial propio y realizar otras iniciativas editoriales de interés cultural.
8. Ayudar a los necesitados, a las misiones y a las escuelas católicas, especialmente a las de Oriente, así como a cualquier otra obra de alto interés tanto civil como social.
9. Ayudar a las personas con pocos recursos económicos pero deseosas de formación, a poder afrontar sus estudios, singularmente a huérfanos, hijos de familias en exclusión social o en riesgo de la misma.
10. Gestionar las residencias y casas de reposo creadas para los Académicos y simpatizantes.
Estatuto original
El ingreso está abierto a personas mayores de edad, de ambos sexos, de cualquier nacionalidad, que estén en posesión de los requisitos de mérito y de moralidad civil y religiosa requeridos.
Aspirar al título de Académico significa, en primer lugar, ver reconocido formalmente el propio esfuerzo en la divulgación de los valores en los que la Academia se inspira: el progreso de los pueblos, el recate de la ignorancia, del vicio, de la esclavitud en todas sus formas, la defensa de la Religión Cristiana, de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, el patriotismo, el valor imprescindible de la cultura contra cualquier superstición, egoísmo, odio y racismo.
Cada miembro se compromete a trabajar en estos campos, en primera persona y por su honor; ya que el honor individual es el fundamento en el que se apoya toda la Academia.
Los Académicos se dividen en: Académicos Honorarios y Académicos de Clase.
A su vez, los Académicos se integran en sus disciplinas de referencia profesional por secciones: Letras Clasicas y Modernas, Ciencias Físicas, Matemáticas, Ciencias Naturales, Filosofía, Teología, Historia, Derecho, Bellas Artes, Música Instrumental y Vocal.
Para más información: accademiacrociata@libero.it
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