Salón del Trono: LAS ÓRDENES DEL REINO UNIDO (I)

El patrimonio premial británico es inmenso, como corresponde a una monarquía que reúne sobre sí las antiguas e históricas coronas de Inglaterra y Escocia, sin olvidar las tradiciones caballerescas de Gales e Irlanda. La Corona y el pueblo británico han sabido compatibilizar el progreso económico, industrial y tecnológico, con las más antiguas e ilustres tradiciones, manteniendo con orgullo todo tipo de ritos, ceremonias y símbolos, hechos éstos que constituyen un verdadero ejemplo de amor por la Historia y la tradición.

En la cúspide del sistema premial británico hay tres Órdenes, una por cada uno de los reinos constitutivos:

La Orden de la Jarretera: en representación de Inglaterra y Gales.

La Orden del Cardo: en representación de Escocia.

La Orden de San Patricio: en representación de Irlanda.(inactiva)

LA ORDEN DE LA JARRETERA

Es la más antigua orden de caballería inglesa y sus orígenes se remontan al año 1348, durante el reinado de Eduardo III, aunque algunos estudiosos sostienen que pudo ser creada cuatro años antes.

La Orden está dedicada a San Jorge, patrón de Inglaterra y es la más alta distinción dentro del sistema premial británico. La pertenencia a la Orden se limita al Soberano, el Príncipe de Gales, y no más de 24 miembros. La Orden también permite la existencia de supernumerarios (miembros de la familia Real Británica y monarcas extranjeros). Hoy por hoy es una de las pocas prerrogativas personales que le quedan a los monarcas del Reino Unido.

El título de Caballeros Reales de la Orden fue introducido por primera vez por el rey Jorge III con el fin de poder incluir en ella a siete de sus nueve hijos varones, sin que éstos contaran en los 24 compañeros numerarios. Con la incorporación a la Orden del Zar Alejandro I de Rusia en 1813 la membresía supernumeraria se extendió a los monarcas extranjeros.

Poco después de su fundación las damas fueron admitidas como Señoras de la Orden, sin llevar el título de Compañeras. Sin embargo Enrique VII, en 1488,eliminó la práctica de incluir mujeres en la Orden y ésta fue exclusivamente masculina (salvo en los momentos que el monarca del Reino Unido era una mujer, la cual se convertía en Soberana de la Orden) hasta que en 1901 Eduardo VII nombra a su consorte Alejandra Dama de la Orden. Lo mismo harían luego los reyes Jorge V y Jorge VI con sus respectivas consortes.

En 1987, Isabel II decidió que las damas llevasen el título, hasta ese momento negado, de Compañeras, por lo que se convirtieron en Damas Compañeras al igual que los Caballeros, exceptuando obviamente a las Damas Reales y Extranjeras que nunca ostentaron dicho título.

El emblema de la Orden, es una liga (de ahí que también se la conozca como Orden de la Liga) con el lema en francés: "Honi soit qui mal y pense"("la vergüenza sobre el que piensa mal sobre ella", o "el mal a quien mal piensa") en letras de oro.

Los ingresos en la Orden de la Jarretera se realizan siempre el 23 de abril, fiesta de San Jorge, en el castillo de Windsor.

A lo largo de los años, varios miembros han sido expulsados de la Orden por crímenes como herejía, traición o cobardía y hasta ejecutados como en el caso de Lord Scrope of Masham (amigo de la infancia del rey Enrique V) y el III Duque de Buckingham en 1521. El rey Carlos I Estuardo lució el emblema de la orden, adornado con 400 diamantes, en el momento de su ejecución.

Durante la Primera Guerra Mundial, muchos de los Caballeros Extranjeros que eran monarcas de estados enemigos fueron expulsados. Así, la membresía del Kaiser Guillermo II y del Emperador austro-húngaro Francisco José I fueron revocadas en 1915. Lo mismo ocurrió con el Emperador Hirohito de Japón a quién se le expulsó de la Orden cuando su país entró en la Segunda Guerra Mundial (1941). En 1971, sin embargo, la reina Isabel II le restableció como miembro, acto recibido con enorme felicidad por el emperador.

La tradición hace surgir la Orden de un episodio muy conocido en el que la Condesa de Salysbury, Catherine Montacute, o Juana de Kent, pierden una liga bailando con el Rey Eduardo III en Eltham Palace. Cuando éste se agacha para recogerla los cortesanos ríen y, entonces, el monarca se la coloca sobre su propia pierna diciendo: "Honi soit qui mal y pense"

Según otra teoría el rey Eduardo III habría intentado con la formación de la Orden una vuelta a la Tabla Redonda de los Caballeros del Rey Arturo. Es sabido que el monarca disfrutaba junto a su corte de festivales que evocaban los tiempos del mítico rey, con torneos de justa incluidos y mesas redondas a la cual los caballeros de la corte se sentaban. Siguiendo esta versión, muchos dicen que mientras el rey proclamaba la Orden como una simple evocación de los tiempos de Arturo, su verdadera finalidad era crear un movimiento conformado por caballeros, los cuales habían servido a Inglaterra durante la Guerra de los Cien Años contra Francia, para que lo apoyaran en pretensión al trono francés y que el motto de la misma, «Vergüenza de aquél que de esto piense mal», iba dirigido a cualquiera que se opusiera a la reclamación por parte del rey de la corona francesa.

Además de los Caballeros numerarios y supernumerarios, la Orden tiene también seis oficiales: Secretario, Escribano, Prelado, Canciller, Rey de Armas y Caballero Pertiguero.

Un servicio de acción de gracias se celebra anualmente en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor. Para asistir al mismo con toda solemnidad, los miembros de la Orden marchan procesionalmente desde la sala superior del Castillo hasta la Capilla de San Jorge.

Les preceden en la marcha los miembros de la Orden Militar de Windsor...