Estamos viviendo jornadas cruciales. La opinión pública mundial tiene sus ojos puestos, y con mucha razón, en la catástrofe japonesa...Pero mientras tanto el tiempo en Libia se agota y Europa va a perder su credibilidad y su autoridad moral si, como parece, dice que hace para que termine sucediendo lo peor y, entonces, afirmar que hizo todo lo que pudo.
Si esto sucede así, la bandera azul de las doce estrellas ya no será el pabellón bajo el que se proteja a la libertad, al indefenso, al oprimido. La bandera de Europa podrá cambiar tranquilamente su corona estrellada por una constelación de dólares y euros que, a fin de cuentas, es lo que de verdad importa a los eurócratas.
Si triunfa la tiranía, ésta nos da petróleo. Si se masacra a la población, es el precio a pagar por el suministro de gas. Si de aquí a un tiempo los islamistas acaban con el Coronel e implantan un régimen teocrático, es que "algo" no habremos tenido en cuenta.
¡Ahora o nunca, Europa!.
¿Y tú, europeo, qué hiciste por nosotros?
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