Milan I de Serbia nació en Marasesti, en Valaquia (actual Rumanía), donde estaban exiliados sus padres, el 22 de agosto de 1854. Su padre era Milos Obrenovic (1829-1861), hijo a su vez de Jevrem Obrenovic, hermano del líder revolucionario Miloš I Obrenović. Milan por lo tanto era sobrino-nieto del segundo príncipe de Serbia. Su madre era Maria Catargiu (1831-1879), de una importante familia noble de origen moldavo y rumano. Milan quedó huérfano bastante joven, y fue adoptado por su primo, el príncipe Mihailo III Obrenović.
Tras la expulsión de la dinastía Karađorđević en 1858, Mihailo pudo finalmente regresar a Serbia; mientras tanto, Milan fue educado en el Liceo Louis-le-Grand de París. Era un joven inteligente que demostró enormes dotes de madurez desde una temprana edad.
En 1868 su primo y tutor, el príncipe Mihailo, fue asesinado en Belgrado cuando paseaba en calesa. El magnicidio le permitió a Milan ascender al trono serbio, aunque bajo una regencia. En 1872 tomó el poder definitivamente, y demostró ser un monarca despierto y vivaz.
En 1875, recién casado, tuvo que hacer frente a las presiones nacionalistas, especialmente de los Liberales, para que el país entrase en guerra con el Imperio Otomano en ayuda de los rebeldes bosnios, a lo que Milan se negó alegando la incapacidad militar del país para enfrentarse a los otomanos. La posición rusa era ambigua, aconsejando oficialmente a Milan mantener la neutralidad mientras ciertos representantes le urgían a entrar en la contienda. Finalmente, Milan, convencido por su primer ministro de la conveniencia de declarar la guerra, lo hizo el 18 de junio de 1876.
El hijo de Milan, el futuro rey Alejandro, nació durante la contienda. Recibió el nombre de su padrino el zar ruso Alejandro II.
En 1878 garantizó la independencia y el reconocimiento de Serbia ante las potencias europeas en el Congreso de Berlín. En 1882 se autoproclamó Rey de Serbia. Además, intentó un mayor acercamiento con el Imperio Austrohúngaro, lo cual le causó no pocos problemas internos.
La guerra entre Serbia y Bulgaria de 1885-1886 estuvo a punto de costarle su trono, pero la rápida intervención de Austria-Hungría previno su abdicación.
S.M. Milan I de Serbia
En mayo de 1874 anunció su compromiso con Natalija Keşco, para disgusto del gobierno, que pensaba que debía casarse con un princesa rusa. La novia había sido seleccionada por la madre de Milan y éste la conoció en Viena, donde se enamoró apasionadamente de ella.
El 9 de octubre de 1875 Milan se casó con Natalija, noble de origen moldavo, en la catedral de Belgrado. El zar ruso aceptó ser el padrino de boda, enviando un representante. La pareja tuvo dos hijos: Alejandro (cuyo padrino fue el zar Alejandro II de Rusia) y Sergio, que murió con pocos días de vida, en 1878.
S.M. la Reina Natalija de Serbia
El matrimonio fue infeliz, y el divorcio llegó el 12 de octubre de 1888, no sin causar un gran y largo escándalo. En la larga disputa entre los esposos ambos trataron de utilizar a Alejandro contra el otro, lo que convirtió a este en un adolescente infeliz. El enfrentamiento entre ambos debilitó también a los partidarios de la dinastía y reforzó a sus adversarios, los Karadorđevic, además de entorpecer la política del país.
Rusia desencadenó una campaña de difamación en su contra, abogando por su abdicación, acción que también defendió la amante del rey. Milan se convirtió en un monarca impopular, y abdicó repentinamente el 6 de marzo de 1889, dos meses después de promulgar una constitución liberal (3 de enero de 1889). A cambio de 2 millones de dinares, pagados por el gobierno ruso, renunció a sus derechos dinásticos y se exilio en Francia, donde vivió bajo el nombre de conde de Takovo. El joven Alejandro, entonces con doce años de edad, fue proclamado rey. Milan formó antes de exiliarse un consejo de regencia, que debía impedir el contacto entre Alejandro y su madre.
Natalia regresó entonces a Belgrado hasta que fue expulsada el 7 de mayo de 1891, regresando Milan a Serbia el 1 de abril de 1893, donde recuperó los derechos a los que antes había renunciado.
En 1897 Alejandro comenzó a sospechar que el dirigente Radical Nikola Pašić estaba tratando con Rusia su sustitución por un gran duque. Ese mismo año Milan, declarando tener pruebas de estas negociaciones, decidió regresar a Serbia para proteger a su hijo y evitar el cambio dinástico. Milan volvió al palacio real y fue nombrado comandante en jefe del Ejército. A su vuelta, Rusia montó una campaña denigratoria en su contra y sostuvo a la oposición Radical, hostil al exmonarca.
El 9 de julio de 1899 sufrió un intento de asesinato del que salió vivo con heridas leves. No se pudo probar quién dio la orden del atentado, ejecutado por un desempleado bosnio contratado por un oficial serbio. Milan acusó a los Radicales e, indirectamente, a Rusia, siendo encarcelados varios dirigentes del Partido Radical de Serbia.
El rey Alejandro dispuso su matrimonio con Draga Milan, antigua dama de la Reina Natalija, frente a los deseos de su padre que negociaba el matrimonio de su hijo con una princesa alemana. Al enterarse el primer ministro de la intención de Alejandro de renunciar al casamiento con la alemana y hacerlo con Draga, como era su intención desde el comienzo, trató de comunicárselo a Milan, pero le fue imposible porque Alejandro les había dado a propósito manuales de códigos cifrados incorrectos para impedirlo, retrasando así la vuelta de Milan a Serbia. El gobierno en pleno decidió dimitir, opuesto al matrimonio del monarca, y esperaba el regreso de Milan para que forzase la abdicación de su hijo o le hiciese abandonar el proyecto de boda. Cuando Milan finalmente conoció los planes de su hijo dimitió como comandante del Ejército en protesta, pero no regresó al país sino que publicó una carta al rey indicándole la peligrosidad para el país y la dinastía de su inminente matrimonio.
S.S.M.M. Alejandro I y Draga de Serbia
Los oficiales del Ejército, opuestos al casamiento de Alejandro y Draga, esperaban el regreso de Milan para evitar la boda mediante el uso de la fuerza, pero Milan no regresó al país.
Tras la boda, finalmente consumada principalmente gracias al apoyo ruso, Milan permaneció en el exilio en Viena, vigilado estrechamente por agentes serbios, pues Alejandro temía su regreso a Serbia y un posible intento por su parte de retomar el poder. Alejandro llegó a instigar la publicación de artículos que denigraban a su padre en la prensa serbia, para desacreditarle.
Milan murió, amargado por la actitud de su hijo, en la tarde del 11 de febrero de 1901 en Viena, tras una breve gripe, con 47 años.
Alejandro no visitó a su padre muribundo, sino que envió a su primer edecán, actitud por la que fue severamente censurado.
En Serbia las campanas doblaron cuando se anunció el fallecimiento del antiguo rey. Comenzaron los preparativos para enterrar al exmonarca en la catedral de Belgrado pero las últimas disposiciones de Milan, que había solicitado al emperador Francisco José I de Austria no regresar a Serbia, impidieron el entierro. Su cuerpo, embalsamado y de uniforme, fue trasladado al monasterios serbios de Srem, en Austria-Hungría, siendo finalmente enterrado, en presencia de la corte vienesa, en el de Krusedol, en Fruška Gora.
Interior e iconostasio del Monasterio de Krusedol
Su hijo y su nuera fueron asesinados en 1903 y no tenían descendencia, por lo que la dinastía se extinguió por línea masculina.
La viuda de Milan I, la reina Natalija, murió en 1941 en Francia.
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Directamente relacionada con el reinado del, primero Príncipe, y luego Rey de Serbia, Milan I, está la composición musical que ha pasado a la historia bajo el nombre de Marcha Eslava, compuesta por Tchaikovsky
La Marcha Eslava en Si bemol menor, Op. 31 o Marcha Serbo-Rusa, es una composición orquestal de Pyotr Ilyich Tchaikovsky nacida en junio de 1876 y que se inspiraba en la rebelión de los eslavos cristianos contra el Imperio otomano que eran apoyados por países como Austria y Rusia, Serbia, quien, como vimos, declaró la guerra a Turquía. Muchos rusos se solidarizaron con los que consideraban sus hermanos eslavos y enviaron soldados voluntarios en ayuda al Reino de Serbia.
El gran compositor ruso Pyotr Ilyich Tchaikovsky
Nikolái Rubinstein, amigo cercano a Tchaikovsky, le pidió componer una pieza para un concierto de beneficencia para los voluntarios rusos heridos. En un arranque de patriotismo, Tchaikovsky, compuso y orquestó la que fue conocida como la "Marcha serbo-rusa" (más tarde conocida como "Marcha Eslava") en sólo cinco días. La pieza fue estrenada en Moscú el 17 de noviembre de 1876 con una cálida acogida del público.
Con el siguiente enlace podrán disfutar, si así lo desean, de la inolvidable música de la "Marcha Eslava"
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