En la muerte del
primer genealogista y heraldista de España: Martín de Riquer,
Conde de Casa Dávalos
Por Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, Vizconde de Ayala y Marqués de la Floresta
Uno de los pocos gigantes
que quedaban en la Cultura española ha muerto en Barcelona el lunes pasado, 16
de septiembre, a punto ya de ser centenario: don Martín de Riquer y Morera,
VIII Conde de Casa Dávalos, Grande de España.
Nacido en Barcelona el 3 de mayo de 1914, nieto del artista
y escritor noucentista Alexandre de Riquer –por cierto gran heraldista, el
Conde de Casa Dávalos lo ha sido todo en la alta cultura española: doctor en
Filología Románica, profesor legendario en la Universidad de Barcelona, maestro
de filólogos, gran medievalista y eximio cervantista, presidente de la Real
Academia de Buenas Letras de Barcelona y numerario de la Real Academia Española
desde 1964 –era su decano-, Consejero Adjunto del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, Correspondiente de la Real Academia de la
Historia, de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras, de la Real Academia
Gallega, del Centro de Cultura Valenciana y de la Hispanic Society of America. Fue profesor del entonces Príncipe de
España y después Senador por designación real, y mereció los Premios Michel de
Montaigne, Menéndez Pelayo, Nacional de Ensayo, Príncipe de Asturias de
Ciencias Sociales y Nacional de las Letras Españolas. Nada menos.
Don Martín de Riquer en su despacho con su inseparable pipa
Foto: www.abc.es
Pero ahora quiero, sobre todo, glosar brevemente sus
vastísimos conocimientos de genealogía y de heráldica. Martín de Riquer ha
escrito páginas importantísimas en estos campos, desde su ejemplar Quinze generacions d’una familia catalana
–un libro único, publicado en 1998-, y basado en los documentos de su rico
archivo familiar-, del que el autor dijo:
«Tenía
una visión vaga de mis antepasados, pero a medida que los estudiaba me fui
encontrando con personalidades curiosas, no notables. Practicaban banderías,
guerras en Lérida, iban al frente: se producían asesinatos, raptos de niñas,
cosas por el estilo. Me topaba con Baltasar de Riquer, que versificaba en
latín, o Borja de Riquer, aficionado a la guitarra que se arruinó encargando a
Boccherini conciertos suntuosísimos… O mi bisabuelo, guerrillero carlista…»
Mayores
méritos tienen sus estudios titulados Caballeros
andantes españoles (1967), L’arnès
del cavaller: armes i armadures catalanes medievals (1968), Cavalleria: fra realtà e letteratura nel
Quatrocento (1968).
El maestro Martín de Riquer fue un apasionado filólogo, medievalista y heraldista
Foto: www.actualidades.es
De
enorme interés son sus estudios heráldicos: Manual
de heráldica española (1942), Heràldica
catalana des de l’any 1150 al 1550 (1983), y Heráldica castellana en tiempos de los Reyes Católicos (1986), a
más de algunos artículos de gran maestría.
Por
estos señalados méritos tuve el honor de procurar y lograr en 1990 su elección
como académico de mérito de la Real Academia Matritense de Heráldica y
Genealogía, en los tiempos en que yo era su Director.
Portada de su obra: "Heráldica Catalana"
Curioso, erudito, sosegado, con una fina ironía, burlón pero
muy firme en sus principios y criterios, catalán universal pero al mismo tiempo
declarado hispanista -y español bien probado, pues
combatió en las filas del Tercio de Montserrat durante la última guerra civil-,
Riquer fue un hombre egregio en el pleno sentido del término.
Su
muerte es bien sentida porque deja un gran espacio vacío en el reducido círculo
de la alta escuela de los heraldistas
españoles, formada hoy por apenas una decena corta de especialistas.
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