Bellas armas de Monseñor Michele Pennisi, Arzobispo de Monreale y nuevo Gran Prior de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén
Los miembros de la Orden Militar y Hospitalaria de San Lázaro de Jerusalén estamos felices por la noticia que nos llega desde tierras sicilianas.
En el transcurso de una sencilla ceremonia celebrada el pasado día 23 de marzo en Monreale (Sicilia) ha sido nombrado por el Marqués de Almazán, Gran Maestre del Hospital Lazarista, en presencia del Gran Comendador, Ronald Hendrix, y con la aquiescencia del Protector Espiritual, Su Beatitud Gregorios III Laham, nuevo Gran Prior Eclesiástico de la Orden, el Arzobispo de Monreale, Monseñor Michele Pennisi.
De izquierda a derecha, el Gran Maestre de San Lázaro, Monseñor Pennisi y el Gran Comendador
Nacido en Licodia Eubea (Catania) el 23 de noviembre de 1946, ha sido Obispo de Piazza Armerina, Secretario de la Comisión Episcopal para la Educación Católica, y se ha destacado por su encendida defensa del diálogo ecuménico e interreligioso y por la nueva evangelización y su firme postura contra la mafia, tan presente en Sicilia. Su extraordinario coraje, pese a estar amenazado de muerte, suscitó admiración en toda Italia después de que se negó a celebrar los funerales de un "padrino" mafioso y llamó a los sicilianos a "quitarse la capa de plomo" de las extorsiones, la usura y otros fenómenos criminales.
El nuevo Gran Prior Eclesiástico Mons. Pennisi ha recordado en varias ocasiones el “espléndido testimonio” del sacerdote Pino Puglisi, que trabajaba en el barrio de Brancaccio de Palermo, capital de Sicilia, y fue asesinado por la mafia el 15 de septiembre de 1993.
En su toma de posesión ofició la Santa Misa (Novus Ordo) con los ornamentos tradicionales ante toda su feligresía que se congregó en la Catedral de Monreale, famosa por su magnífico mosaico de Cristo Pantocrator.
El espectacular Pantocrator de la Catedral de Monreale
Deseamos a Monseñor Pennisi, nuestro, desde ahora, Gran Prior Eclesiástico, que Dios le ilumine en este nuevo reto pastoral y que todos nosotros seamos dóciles a su magisterio.
Su lema: "Caritas Christi urget", extraído de la Segunda Carta de San Pablo a los Corintios no puede ser más elocuente.
Y así, los lazaristas de todo el mundo nos disponemos, sin renunciar a nuestra identidad y carisma, a continuar nuestro peregrinaje por este mundo, conscientes de nuestras limitaciones y fallos, pero guiados siempre por la fe en Cristo y el ejercicio de la caridad hacia el prójimo.
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