El Memorial de Ploegsteert
El pasado 17 de octubre, a la caída de la noche, unas 8.750 personas, provistas de antorchas se colocaron guardando intervalos de diez metros a lo largo de una línea de 84 km entre Nieuwport, en la costa del mar del Norte y Ploegsteert, cerca de Armentières.
La línea de frente de 1914 quedó marcada con antorchas
Hace cien años el gobierno belga dio la orden de abrir las esclusas del río Yser para inundar las tierras y frenar el avance de los alemanes hacia el mar.
El objetivo germano era tomar Boulogne, Calais y Dunkerque para impedir la llegada de suministros británicos de hombres y material. Quedó inundada una extensión de 15 km de largo y 5 km de ancho, siguiendo la táctica expuesta por el general Joffre al mariscal Foch de inundar toda Bélgica si los alemanes lograban aproximarse a Dunkerque.
La estrategia funcionó, ya que a finales de 1914, los alemanes habían sido frenados. En paralelo se estaba librando en tierras de Yprés otra batalla, en la que lo que se pretendía era detener el avance del enemigo sobre París. En unas semanas, las dos batallas causaron un total de 75.000 muertos, un tercio de ellos soldados franceses.
El recuerdo a los caídos
A la espera de otros homenajes que se celebrarán, este frente de luces con antorchas y los fuegos artificiales de Yprés, son el símbolo con el que los belgas quieren recordar aquellas jornadas de 1914 en las que se ponía fin a la guerra de movimientos y comenzaban a fijarse las posiciones que protagonizarían la guerra de trincheras.
500.000 víctimas serían el terrible balance de aquel frente belga en el que se experimentó el horror del primer ataque químico de la historia con cloro en Yprés; tres años antes que los ataques con gas mostaza.
Entre los portadores de las antorchas había numerosos jóvenes, reflejo de aquellos que llegaron a tierras belgas en 1914 provenientes de Francia, Gran Bretaña, Alemania, Argelia, Senegal, India…
El Rey Felipe y la Reina Matilde de los Belgas visitaron el Memorial de Ploegsteert que era el punto donde terminaba el simbólico frente de antorchas.
SS.MM. los Reyes Felipe y Matilde delos Belgas y SAR la Princesa Isabel a su llegada a la ceremonia
La princesa Isabel, junto a otros niños fue la encargada de dar lectura a una serie de textos escritos por niños de 1914.
SAR la Princesa Isabel en un momento de su lectura
Fue el entonces Príncipe Leopoldo quien en 1931 inauguró el Memorial de Ploegsteert. Ahora, ochenta y tres años más tarde, el Rey Felipe lo ha visitado con motivo de los actos conmemorativos de la Primera Guerra Mundial y para conocer también el nuevo Centro de Interpretación abierto en el lugar hace un año.
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