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En la mañana de ayer tuvieron lugar los funerales de S.M. la Reina Fabiola en la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula de la ciudad de Bruselas. Conforme a lo solicitado por la reina Fabiola en su testamento, la ceremonia estuvo presidida por los signos de la "simplicidad" y la "alegría". En varios momentos de la celebración religiosa quedó reflejada la personalidad de la difunta reina, singularmente en los textos sagrados y las cantos.
A las 10:00 horas en punto de la mañana, con la música de Bach, el ataúd blanco de la reina Fabiola entró en la Catedral de San Miguel, seguido de la Familia Real, visiblemente emocionada. La elección del color del ataúd refleja la expectativa espiritual de la reina Fabiola. Recordemos que el blanco fue el color dominante en el funeral de su marido, el rey Balduino en 1993.
Un momento de la ceremonia fúnebre
Foto: Reuters
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A los funerales asistieron numerosas personalidades y representantes de casas reales: Grandes Duques de Luxemburgo, el rey Juan Carlos y la Reina Sofía de España, el príncipe Hans-Adam de Liechtenstein, la Princesa Beatriz de los Países Bajos, los reyes de Suecia y Noruega y la reina Margarita II de Dinamarca, la Emperatriz Michiko de Japón y la Princesa Sirindhorn de Tailandia, el Príncipe Moulay Rachid, quien representó al rey de Marruecos.
El Obispo Leonard, primado de Bélgica, invitó al arzobispo Danneels a presidir la ceremonia dada la cercanía del antiguo primado a la pareja real que formaran los soberanos Balduino y Fabiola.
Toda la ceremonia estuvo marcada por esta " alegría ", como lo demuestran los textos bíblicos seleccionados, intercalados con momentos de meditación que se acentuaron con piezas de Mozart y Bach. La Princesa Isabel fue la primera en leer las intenciones en lengua flamenca:
"Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. El Rey Balduino y la Reina Fabiola nunca dejaron de buscar la paz, yendo al encuentro de todos y de cada uno. Inspirados por su ejemplo, danos Señor, la fuerza para renunciara a nuestra agresividad y poder reconocer como hermanos a todos aquellos que nos encontramos en el camino de nuestras vidas. Ayuda a cada uno de nosotros y conviértenos en trabajadores de la paz, de la justicia, de la dulzura y de la misericordia."
Le siguió el príncipe Gabriel, el príncipe Guillermo de Luxemburgo en alemán, el príncipe Amedeo, la princesa Louise, en inglés y en español la marquesa doña Blanca de Ahumada, prima de la reina Fabiola.
En la ceremonia hubo lugar también para que los componentes del coro Vilvoorde, cantaran la "Salve Rociera", acompañadas a las castañuelas por Doña Blanca de Ahumada, en memoria de la reina Fabiola.
La Salve Rociera para despedir a nuestra compatriota
Fotograma: Rtve
A las 12:00 del mediodía, el cortejo fúnebre salió de la Catedral para llegar a la Iglesia de Nuestra Señora de Laeken, la Parroquia de la reina Fabiola. Allí, tuvo lugar una segunda ceremonia religiosa. Reina Fabiola en su testamento, dispuso que sólo quería una ceremonia sencilla en Laeken. Pero dado su rango, se le ha honrado con un funeral de Estado. En esta segunda ceremonia religiosa se permitió el libre acceso al público.
Fachada de la Basílica de Santa María de Laeken
Posteriormente se procedió a la inhumación de los restos mortales de la soberana en la Cripta Real de Nuestra Señora de Laeken, Panteón de los Reyes de Bélgica.
Interior de la Cripta de Laeken
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