Arsenio Martínez-Campos Antón nació en Segovia el 14 de diciembre de 1831. En 1852 ingresó en el Estado Mayor del Ejército. Participó en la Guerra de África (1859-1860) y en la expedición anglo-hispano-francesa contra México en 1862, en ambas ocasiones bajo las órdenes de Juan Prim
Tras la Revolución de 1868 fue destinado a Cuba donde acababa de empezar la Guerra de los Diez Años. Regresó a España en 1872 como brigadier por méritos de guerra. Una vez en la Península, recibió el mando de una brigada para luchar en Cataluña contra los carlistas. En 1873, el presidente de la Iª República, Nicolás Salmerón, le encargó someter los cantones de Almansa y de Valencia, lo que consiguió sin mucha dificultad.
El 2 de enero de 1874, el general Manuel Pavía dio un golpe de estado y disolvió las Cortes, el final de la Primera República estaba cerca.
Martínez Campos era partidario de la Restauración de los Borbones en el trono, pero al contrario que Cánovas del Castillo, no estaba dispuesto a esperar a que la campaña política pacífica acabara por devolver a España la monarquía.
El general Serrano, jefe del poder ejecutivo de la Nación, que sospechaba de Martínez Campos, había decidido desterrarle. Enterado, simuló dirigirse a Ávila, pero fue directamente a Sagunto, requerido por los alfonsinos valencianos para que se pronunciara. Mientras, el brigadier Luis Dabán y Ramírez de Arellamo, Jefe de la brigada Segorbe, trasladó parte de su tropa hasta este mismo lugar. El 29 de diciembre de 1874, con los soldados formando un cuadro, Martínez Campos se dirigió a ellos y proclamó al príncipe Alfonso, hijo de Isabel II, como Alfonso XII, Rey de España. El gobierno no pudo hacer nada por impedir el movimiento. Cánovas del Castillo ocupó la presidencia de un Ministerio-Regencia a la espera de la llegada del joven monarca.
Pronunciamiento de Sagunto (29-XII-1874)
Con Alfonso XII ya en España, se otorgó a Martínez Campos el mando de las tropas que luchaban contra los carlistas en Cataluña y Navarra. En marzo de 1875 ocupó Olot (la "capital" carlista de Cataluña) y poco después sitió Seo de Urgel, que cayó en agosto. Tras acabar con las últimas posiciones que resistían, el levantamiento carlista en Cataluña quedó definitivamente controlado el 19 de noviembre. El ejército concentró entonces todo su esfuerzo en Navarra, último reducto carlista. El 28 de febrero de 1876, Alfonso XII, el Pacificador entraba en Pamplona. Tras el final de la contienda, Martínez Campos fue ascendido por méritos de guerra a Capitán General.
Fue diputado a Cortes por el distrito de Sagunto en las elecciones de 1876, aunque en noviembre renunció al cargo para ser sustituido por Eduardo Castañón. Ese mismo año fue destinado de nuevo a Cuba. Como Capitán General de la isla estaba al mando de las tropas que luchaban contra los rebeldes desde hacía ocho años.
Al mando de unos 20.000 hombres derrotó a los insurrectos en Santiago de Cuba y Las Villas. Poco después, dándose cuenta de que una guerra tan larga había conseguido debilitar a ambos contendientes y perjudicaba a toda la población de la isla, y, como era favorable a una política de tolerancia, Martínez Campos inició una serie de contactos con los insurgentes. Entonces declaró una amnistía total para todos aquéllos que abandonasen las armas. Los rebeldes, cansados de la guerra, comenzaron a abandonar la lucha.
El general Martínez Campos, Gobernador General de la Isla de Cuba
El 7 de febrero de 1878 sostuvo un encuentro secreto con Vicente García González, jefe de los insurrectos y le transmitió sus condiciones para que abandonaran las armas. Finalmente, el 10 de febrero se firmó la Paz de Zanjón, con la que se ponía fin a diez años de guerra. Se dio una mayor autonomía a Cuba y se abolió la esclavitud.
Martínez Campos entra triunfalmente en La Habana (1878)
En 1879 regresó a la Península. Senador por derecho propio, el 7 de marzo, a instancias de Cánovas del Castillo, ocupó el cargo de Presidente del Consejo de Ministros y de Ministro de Guerra por el Partido Conservador. El 9 de diciembre fue sustituido por el propio Cánovas. Al darse cuenta de que había sido instrumentalizado por Cánovas, abandonó su partido y se pasó al Partido Liberal de Sagasta.
El general como ministro en el gobierno de Sagasta de 1881 a 1883
Formó parte del gobierno de Sagasta de 1881 a 1883, de nuevo como Ministro de Guerra. Mientras estaba en el cargo se ocupó de la creación de la Academia Genera Militar. El 20 de febrero de 1882 se publicó el decreto fundacional, firmado por el rey y por Martínez Campos, por el que se creaba la Academia en el Alcázar de Toledo.
En 1893, ocupando el cargo de capitán general de Cataluña y mientras presenciaba un desfile militar con motivo de las fiestas de la Merced en Barcelona, fue objeto de un atentado anarquista del que salió ligeramente herido.
Recreación del atentado anarquista contra Martínez Campos
Desde 1890, los choques entre las tropas españolas de Melilla y las tribus rifeñas de la zona iban en aumento. El 2 de octubre fueron asesinados un grupo de soldados españoles y unos presidiarios que trabajaban en la construcción de un fuerte a las afueras de la ciudad. La situación fue empeorando hasta que, el 27 y 28 de octubre de 1893, fue atacado el fuerte de Cabrerizas Altas, en el cual el gobernador militar de Melilla, general de división Juan García Margallo murió junto con una parte de sus hombres. El gobierno español organizó inmediatamente un ejército de 20.000 soldados al frente de Martínez Campos.
Ante el temor a una guerra, el sultán Hassan I mandó a su hermano con tropas para controlar a las tribus del Rif. El 5 de marzo de 1894, Martínez Campos firmó con el sultán un Tratado por el que se acabó el conflicto.
Martínez Campos lee al Sultán de Marruecos las condiciones del Tratado de 1894
En 1895, al estallar otra vez la guerra en Cuba, fue nuevamente nombrado Gobernador General de la Isla. Pero esta vez sus intentos pacificadores no dieron mucho resultado y, al no querer endurecer las medidas contra los insurgentes, fue relevado al año siguiente por el general Valeriano Weyler, regresando a la península.
La Gaceta de Madrid publicó el 19 de enero de 1896 su nombramiento como presidente del Consejo Supremo de Guerra y Marina, cargo del que dimitió apenas un mes después. Falleció el 23 de septiembre de 1900 en la villa guipuzcoana de Zarauz.
Monumento a Martínez Campos en el Parque de El Retiro de Madrid
Foto: Gellerj
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