El Palacio Ducal de Lerma está situado a 38 kilómetros de la ciudad de Burgos, y actualmente es Parador Nacional de Turismo. Este emblemático edificio, conforma el núcleo principal del denominado “Conjunto Palacial” de la Villa de Lerma y fue el símbolo del poder político que ejerció, Don Francisco Gómez de Sandoval-Rojas y Borja, Duque de Lerma a comienzos del siglo XVII. El Palacio acogió entre otros personajes ilustres al Rey Felipe III y la corte cuando hacia sus retiros de cacería en la Villa.
Se puede considerar “Conjunto Palacial” al grupo urbano constituido por el Palacio Ducal como centro; la huerta, el parque, los jardines, como la naturaleza urbanizada que lo embellecía; y la Plaza Ducal, regular y privada, donde se celebraban las fiestas religiosas y profanas que servían unas veces de distracción a la corte y otras como un objeto para lograr sus proyectos políticos.
Este Conjunto Palacial, se empezó a construir en 1601, al mismo tiempo que se hacia el de Valladolid para Felipe III.
El Palacio Ducal de Lerma, la arquería y la Colegiata de San Pedro
Fuente: Casa Brigante
El Palacio Ducal de Lerma, la arquería y la Colegiata de San Pedro
Fuente: Casa Brigante
Como eje y núcleo principal estaba el Palacio, rectangular y gobernado por cuatro torreones, característica inequívoca de la época de los Austrias. El arquitecto, Francisco de Mora, supo aprovechar su emplazamiento y la pendiente del terreno.
Otro de los elementos que forman este Conjunto Palacial es la Plaza Mayor. Un espacio libre para espectáculos privados, acondicionado dentro de los límites para que fuera una plaza regular y porticada, de añeja tradición castellana.
El tercer eje de este conjunto eran los jardines que rodeaban todas las construcciones palaciales. Formaban una variada y extensa vegetación levantada artificialmente. Estaban constituidas por zonas de parque, huerta y soto, en los que se podía apreciar una abundante flora, con arboles variados, adornados con inmensos jardines, fuentes, estanques e incluso pequeñas capillas. Toda esta naturaleza perfectamente dibujada estaba pensada hasta el último detalle con todo tipo de elementos decorativos para hacer la estancia del Duque y de los cortesanos lo más agradable posible.
En su origen tenía unos inmensos jardines abajo, a la orilla del río con fuentes, palacetes, y siete ermitas, de las que queda una llamada del Cristo.
Cuando el Duque de Lerma convence a Felipe III para trasladar la corte española a Valladolid, enero de 1601, cree necesario realizar obras de mejora en el castillo de su Villa.
Encargó las primeras obras de reforma y mejora a Pedro de Pedrosa en 1601. A mediados de 1602, el Duque decide ampliar una parte del castillo, la Casa Principal, para transformarlo en una mansión habitable. Para esta ampliación eligió al arquitecto Francisco de Mora que se encarga de trazar el diseño del actual Palacio. Como era característico en la época de los Austrias, aprovechó el emplazamiento del viejo castillo medieval.
Patio del Palacio, hoy Parador Nacional de Turismo
El Palacio fue levantado entre 1601 y 1617, Francisco de Mora fue quien dirigió los planos hasta su fallecimiento en 1610. Ante esta situación, el valido del Rey decidió entregar los planos a Fray Alberto de la Madre de Dios, que junto a los maestros canteros, Pedro de las Suertes, Juan Valle Rocadilla y otros, dirigieron los trabajos. Las obras dieron como resultado un edificio de líneas austeras y de gran refinamiento, rodeado por cuatro torres angulares. Pero lo más significativo del Palacio Ducal son sus grandiosas proporciones. Fue mandado edificar por Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, quinto Marqués de Denia y primer Duque de Lerma, valido del Rey Felipe III y uno de los políticos más influyentes de su época que intentó convertir Lerma en el centro de mando de España.
Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, primer Duque de Lerma
El Palacio consta de 210 balcones y 135 ventanales, entre buhardillas y rejas. El patio integra un claustro alto y bajo de columnas jónicas y dóricas, estas últimas de una sola pieza de piedra torneada y 15 pies. Su puerta principal se adorna con los escudos de armas de Sandoval y Rojas, labrados en sus festones. Las jambas, dinteles, muros, pedestales y columnas del edificio son de grandes dimensiones: 255 pies por los lados este y oeste, y 170 por los puntos norte y sur. Por sus características, está considerada por muchos expertos como un ejemplo de estilo herreriano comparable a la majestuosa obra de El Escorial. Y es que, el Duque no reparó en gastos, dotándole de todo tipo de lujos y detalles. Otro de los atractivos que integra es que frente a su fachada principal se extiende la grandiosa Plaza Ducal. En su origen estuvo totalmente fortificada y fue escenario de multitudinarias fiestas palaciegas, destinadas al divertimiento de la corte. Contempla una superficie total de 6.862 metros cuadrados y fue considerada como el espacio privado más grande construido hasta entonces. En la actualidad es una de las plazas más amplias de España. La portada se corona con un frontispicio sostenido por columnas. La gran puerta de nogal estaba adornada con 520 clavos de bronce. Sobre la puerta se ven dos escudos del duque, festoneados con laurel. Las rejas de las ventanas y balcones estaban pintadas de azul y oro.
Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, primer Duque de Lerma
El Palacio consta de 210 balcones y 135 ventanales, entre buhardillas y rejas. El patio integra un claustro alto y bajo de columnas jónicas y dóricas, estas últimas de una sola pieza de piedra torneada y 15 pies. Su puerta principal se adorna con los escudos de armas de Sandoval y Rojas, labrados en sus festones. Las jambas, dinteles, muros, pedestales y columnas del edificio son de grandes dimensiones: 255 pies por los lados este y oeste, y 170 por los puntos norte y sur. Por sus características, está considerada por muchos expertos como un ejemplo de estilo herreriano comparable a la majestuosa obra de El Escorial. Y es que, el Duque no reparó en gastos, dotándole de todo tipo de lujos y detalles. Otro de los atractivos que integra es que frente a su fachada principal se extiende la grandiosa Plaza Ducal. En su origen estuvo totalmente fortificada y fue escenario de multitudinarias fiestas palaciegas, destinadas al divertimiento de la corte. Contempla una superficie total de 6.862 metros cuadrados y fue considerada como el espacio privado más grande construido hasta entonces. En la actualidad es una de las plazas más amplias de España. La portada se corona con un frontispicio sostenido por columnas. La gran puerta de nogal estaba adornada con 520 clavos de bronce. Sobre la puerta se ven dos escudos del duque, festoneados con laurel. Las rejas de las ventanas y balcones estaban pintadas de azul y oro.
Escudo de armas del Duque de Lerma en la fachada de su Palacio
Fuente: Nicolás Pérez Gómez
En el cuerpo inferior hay arcos de medio punto por cada lado. Los fustes son de granito de una sola pieza (las canteras eran propiedad del duque). En el cuerpo superior las columnas no sostienen arcos sino un friso corrido y entre medias hay balcones de hierro y ventanas que en su día fueron de madera de nogal.
El palacio tiene cuatro torres en los ángulos con los chapiteles también recuperados después de las obras de rehabilitación. Ningún palacio podía tener más de dos torres, salvo el de los reyes, pero al duque de Lerma se le concedió este privilegio, tal era su gran poder en la Corte.
Vista exterior del Palacio Ducal de Lerma
Fuente: Nicolás Pérez Gómez
Tras el fallecimiento del Duque en 1625 el edificio se cerró. Pero casi un siglo después de su fallecimiento Lerma acogió un gran acontecimiento. El 20 de enero de 1722 contrajeron matrimonio en la Villa el príncipe y heredero al trono Luis I y Luisa de Orleans, nieta de Luis XIV de Francia. Con motivo de este acto se abrieron de nuevo los salones del Palacio dando una espectacular fiesta. A partir de ese momento el edificio pierde poco a poco su esplendor.
Durante la Guerra de la Independencia, Lerma fue aposento de las tropas napoleónicas. En noviembre de 1808, cerca de 2.000 hombres de caballería ocuparon la comarca. El municipio fue invadido y sus monasterios e iglesias fueron usados como cuadras, cocinas o graneros. El Palacio Ducal fue utilizado como cuartel general de las tropas de toda la zona, debido a que la Villa estaba situada junto al camino real entre Francia y Madrid. El Palacio sufrió un gran expolio por parte de los franceses, ya que arrancaron las cubiertas del edificio para calentarse durante el crudo invierno. Con este acto se perdieron los chapiteles, las buhardillas y la cubierta negra de pizarra original. Posteriormente también se utilizó como granero. En la Guerra Civil, el Palacio se habilitó como prisión del bando nacional. Más tarde fue la sede del “Frente de Juventudes”. En la época de los 70 una parte del Palacio se utilizó como fábrica textil de paños y alfombras y la parte restante se convirtió en un establecimiento.
Vista aérea del Palacio Ducal de Lerma
Fuente: Borja Muñoz
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