Armas de los Rossi de Parma
El Castillo de Torrechiara se eleva sobre las colinas de ese mismo nombre, cerca de Langhirano, a unos 18 km de Parma (Italia). Su posición elevada domina por completo el valle del río Parma.
Se considera uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura de castillos de Italia, ya que combina, con gran armonía, elementos de la Edad media y del Renacimiento.
El castillo fue construido por Pier Maria II de Rossi entre 1448 y 1460, sobre las ruinas de una casa fortificada fechada hacia 1259, cuyos restos aún son visibles en una parte del pórtico del lado oeste del patio.
Vista panorámica del Castillo de Torrechiara
Foto: David Bolsi
Los Rossi estaban fuertemente vinculados a la corte milanesa de los Visconti. Por esta razón, Pier Maria fue enviado a Milán para recibir formación cultural y militar, así como en literatura. Sabemos que se interesó por la música, las matemáticas, la astrología y que aprendió a hablas francés, español, latín y griego, teniendo conocimientos de árabe y hebreo.
En esos años se dedicó con gran éxito a la profesión de las armas , hasta el punto de que se convirtió en Capitán de las mesnadas de los Visconti, logrando conquistar muchos territorios.
Con tan sólo 15 años fue obligado a casarse con Antonia Torelli, hija de los señores de Montechiarugolo, para unir a las dos familias y vecinos, estableciendo así un acuerdo de no agresión. Sin embargo, en Milán se enamoró de Bianca Pellegrini, una dama de la corte de la duquesa Visconti.
Después de varios años de matrimonio y de haber tenido diez hijos de Antonia Torelli, ésta última se retiró al convento de San Paolo en Parma, dejando la posibilidad de traer a Bianca Pellegrini a Torrechiara.
El castillo fue defendido inicialmente por tres anillos de murallas. Para pasar cada cinturón amurallado era necesario cruzar por un puente levadizo.
Originalmente había dos fosos, uno para proteger la aldea, y el otro el castillo; el único que aún es visible hoy en día. El foso estuvo siempre seco por orden de Pier María II, por lo que cualquier persona que intentara escalar el castillo podría ser un blanco fácil para los guardias no pudiéndose esconder en el agua.
Interior de la fortaleza
Las paredes también fueron construidas en plano inclinado con el fin de hacer difícil su asalto y soportar mejor los proyectiles de las bombardas.
Otro sistema de seguridad en perfecto estado de conservación son sus torres cuadradas, unidas entre sí por un doble anillo de murallas con almenas y cubiertos por adarves, que rodean el patio de armas.
La torre de San Nicomedes se encuentra por encima de la capilla del mismo nombre, donde se hallan las tumbas vacías de Pier Maria Rossi y Bianca Pellegrini. Desde aquí se puede ver todo el valle de Parma hacia Langhirano. Desde la torre oeste se ve el lugar de Giglio, y se llama así por el escudo de armas de Bianca Pellegrini.
La torre este es la de la Cámara de Oro, porque allí se encuentra la sala del mismo nombre.
La norte norte es la más alta y se conoce como la Torre del León por el escudo de armas de la familia Rossi.
Evocadora imagen nocturna
Parece ser que las alturas de las torres y de los muros ocultan relaciones proporcionales, relacionables con las armonías musicales, inspiradas en la geometría de Pitágoras y los conceptos filosóficos que han influido en el arte del Renacimiento.
Después de 1575, los Sforza de Santa Fiora construyeron dos grandes balcones con vistas al pintoresco río Parma, redujeron la altura de sus murallas, ampliaron las puertas y ventanas y crearon jardines en terrazas, haciendo hincapié en la función residencial del castillo.
El interior dispone de habitaciones decoradas con frescos, principalmente de temas naturales, fantásticos y grutescos. La habitación más importante es la Cámara de Oro.
En la planta baja se encuentra el Oratorio de San Nicomedes, bajo una de las torres, construido en planta cuadrada. La bóveda del oratorio fue pintada al fresco por Cesare Baglione con imágenes similares a las de la sala de las Vísperas Sicilianas, el mediodía y el amanecer: un cielo con nubes de luz y los pájaros. En el centro, el punto de intersección entre las nervaduras de la bóveda es un medallón que representa a un cordero, un símbolo de la sagrada función original de la habitación. En los lunetos centrales, aunque con grandes lagunas, se ve una ciudad con fantásticos paisajes y ruinas.
Fresco de una de las bóvedas del Castillo
Foto: Franco Folini
Inmediatamente a la izquierda de la capilla se encuentra el Salón de Júpiter, con frescos de Baglione. En el techo, con bóveda de cañón, se representa al dios Júpiter con la intención de lanzar un rayo y al lado de un águila, su símbolo. El resto de la habitación está decorada con grutescos, querubines, arquitecturas fantásticas, monstruos, seres humanos híbridos, animales y plantas.
El Salón de la Pérgola es la sala central de la planta baja y es llamado así por la decoración que muestra una malla cuadrada de madera dejando entrever el cielo azul. Los pilares que sostienen la bóveda están cubiertos de vides cargadas de uvas maduras, que atraen a muchos pájaros. Todo ello pintado en trampantojo como una visión del exterior.
El Salón de los Paisajes es la última de las habitaciones en la parte sureste de la planta baja antes de la Torre de la Cámara de Oro, y debe su nombre a los temas representados en cuatro óvalos que se destacan entre los grutescos de la bóveda de cañón.
La Sala de Victoria toma su nombre de la figura representada en el centro y en uno de los biseles laterales. La Victoria aparece entre las nubes con una corona de laurel en la mano y una rma de olivo.
Sala de la Victoria
A ambos lados de la gran ventana que se abre a la explanada de la parte sur-este, hay dos escudos de armas que simbolizan el poder espiritual y temporal, una del emperador Rodolfo II y el otro del Papa Gregorio XIII, cuya presencia ha permitido fechar con cierta precisión la decoración de la habitación.
La Sala degli Angeli es llamada así por los ángeles que decoran la bóveda.
La Sala de Armas ocupa toda la parte norte oriental. Debe su nombre a los ocho escudos de armas que adornan las paredes, entre los que podemos señalar los de los papas: Julio III, Pío IV, Paulo III y Gregorio XIII.
A la muerte de Pier Maria II de Rossi, el castillo tuvo varios dueños: los Peter Rohan, Pallavicini, Sforza de Santa Fiora, Sforza Cesarini, Torlonia, y Cacciaguerra.
Vista del Castillo y el valle del Parma
Foto: Fabio Macor
En la planta principal se encuentra el Salón de la Aurora, el del Mediodía y el Salón de las Vísperas.
Las habitaciones son similares en tamaño y planta decorativa, de la escuela de Cesare Baglione y muestran el cielo en los diferentes momentos del día, desde el amanecer hasta el anochecer, siguiendo la orientación de la sala de este a oeste.
El Salón de los Juglares o Acróbatas ocupa todo el lado noroeste del castillo entre las torres del León y la Cámara de Oro. El nombre de la sala se debe a la composición de las figuras pintadas por encima de la chimenea: un grupo de malabaristas y equilibristas.
Si la decoración del Salón de los escudos de armas situados en la planta baja es una oda a la familia Sforza de Santa Fiora, esta primera planta está dedicada a la celebración del cardenal Francesco y su vínculo familiar con los Farnese duques Parma y Piacenza.
La Cámara de Oro es la más famosa habitación en el castillo. Ocupa todo el primer piso de la torre del mismo nombre, el del noreste. Era el dormitorio de Pier Maria Rossi, en el que había frescos del pintor Benedetto Bembo, fechados en 1452.
La habitación funcionó como estudio privado. En las paredes están pintadas figuras históricas y mitológicas con las que Pier Maria compartía valores y virtudes: Sansón y Hércules, símbolo de la fuerza física, y Virgilio y Terencio, símbolos de la importancia de la cultura y el intelecto.
La sala fue llamada así debido al pan de oro que cubría las baldosas de terracota de toda la habitación.
Pier María II y Bianca Pellegrini en la Sala de Oro
Se aprecian motivos los heráldicos de Pier Maria II (león rampante) y Bianca (un castillo en el agua), un panel con dos corazones superpuestos coronados por el lema en latín "et Digne In Aeternum" y las letras M y B en estilo gótico que se superponen con una cinta con las palabras "nunc et semper", una celebración del amor de Pier Maria y Bianca.
La decoración de la bóveda es considerada una de las representaciones más elegantes y completas del siglo XV del amor cortés y es bastante inusual, ya que en los dormitorios de la época se empleaban, casi exclusivamente, decoraciones con escenas religiosas.
La sala conduce a una logia panorámica, construida entre los siglos XVI y XVII, abierta hacia el valle.
El Castillo de Torrechiara es hoy patrimonio del estado italiano, bajo la supervisión de la Superintendencia de Patrimonio Arquitectónico y Paisaje en las provincias de Parma y Piacenza, y se inserta en el circuito de la Asociación de Castillos de los Ducados de Parma y Piacenza.
Desde 1911 es Monumento Nacional.
Fue dañado por el terremoto del 23 de diciembre de 2008, y tras un cierre parcial, se ha vuelto a abrir por completo al público el 27 de febrero de 2010.
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