El 16 de mayo de 1770 Luis, Delfín de Francia, de dieciséis años de edad, contraía matrimonio con la archiduquesa María Antonieta de Austria, de catorce años. Luis era nieto del monarca reinante, Luis XV mientras que María Antonieta hacía la número quince de los hijos de la emperatriz María Teresa de Austria.
El duque de Choiseul, ministro del rey Luis XV, y favorito de la Pompadour había planeado este enlace del heredero de la corona de Francia para contrarestar la influencia británica en Europa tras la Guerra de los Siete Años. Luis XV, por su parte, se mostraba feliz ante una boda que establecía una alianza con Austria, reconciliándola con francia y que, al tiempo, permitía contener la creciente agresividad de Prusia y la pujanza de Inglaterra.
Luis, Delfín de Francia, por Van Loo
El 16 de abril de 1770, en el Palacio del Hofburg, el Marqués de Durfort, Embajador de Francia en Viena, transmite formalmente la propuesta de matrimonio y, tres días más tarde, la pequeña Archiduquesa procederá a casarse por poderes en la iglesia de los Agustinos de Viena. Un día después sale para siempre de Viena para París. El 7 de mayo de 1770, llega a la frontera francesa, en el río Rhin, frente a Estrasburgo. En un pabellón levantado en una isla atravesada por la frontera, María Antonieta se despoja de sus riopas y recuerdos austriacos y se viste con ropas francesas. Sólo le será permitido conservar con ella su pequeño perro.
Ambos cónyuges se encuentran en Compiègne antes de llegar a Versalles. Luis, que lleva el título de duque de Berry, era el tercer hijo del delfín Luis, muerto cinco años antes y de María Josefina de Sajonia. Era un chico amable y tímido a quien la prematura muerte de su padre convirtió en heredero a la corona sin haber sido preparado para ello.
16 de mayo de 1770. La boda real se celebra en la Capilla Real del Palacio de Versalles, oficiada por el arzobispo de Reims, gran limosnero del Rey. Luego vienen las fiestas. Primero un banquete, y, al día siguiente, en la Ópera Real, la representación de una tragedia lírica por el gran Lully.
María Antonieta como nueva Delfina de Francia
El 19 de mayo gran castillo de fuegos artificiales sobre los jardines de Versalles. El lunes 21, baile de máscaras en Palacio. El miércoles 23 puesta en escena de la Athalie de Racine. El martes 29, de nuevo baile de disfraces con 6.000 participantes en la residencia del embajador de Austria. El miércoles, 30 de mayo, fuegos artificiales desde la Plaza Luis XV (actual Place de la Concorde).
Las festividades duraron hasta el 14 de julio de 1770, y costaron la considerable suma de 2 millones de libras.
Como testimonio perdurable del enlace, y una vez en el trono, el rey Luis XVI ordenó la acuñación de una bella moneda de plata, cuyas piezas se distribuirían entre la corte francesa y los representantes de Austria.
En su anverso figura la efigie de Luis XVI con peluca de corte y rodeado por la inscripción latina: "LUD(ovicus). XVI. REX CHRISTIANISS(imus)".
En el reverso la representación del entonces Delfín Luis, en traje de corte tomando de la mano a María Antonieta, con galas nupciales, sobre un ara cilíndrica decorada con guirnaldas. Tras el Delfín, las armas reales de Francia con sus tres lises. Tras la Archiduquesa el águila bicéfala del Imperio Germánico y de Austria. Tras los contrayentes, dos alegorías, en forma de matronas clásicas, que se abrazan, símbolos de Francia y Austria. Les rodea la leyenda latina: "Sacrum Aeternae Concordiae Pignus", recordando la paz y alianza que la boda establece entre Viena y París.
En el exergo los nombres de lo contrayentes y la data, todo ello en latín: "M(aria) ANTONIA AUSTR(iae). LUD(ovicus) DELPHINO NUPTA. MDCCLXX"
Anverso y reverso de la Medalla
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